La artesanía forma parte de la identidad y representación de la cultura de un país. A pesar de que la artesanía dominicana ha alcanzado mayores niveles de competitividad en los últimos años, todavía es tímido el interés general en esta forma de crear. A raíz de la falta de un organismo que pudiera darle la confianza al sector privado en cuanto a la organización y representación de las empresas culturales y creativas dominicanas, surge la Fundación de Industrias Culturales y Creativas (FINCC).

Según su presidente Esteban Guillén, el objetivo de la FINCC es abrir las puertas a estas empresas y darles entrada de manera directa al mercado turístico nacional, con la connotación, experiencia y credibilidad de poder requerir los aportes de instituciones públicas y privadas, para de una manera organizada y profesional capitalizar los escenarios que puedan viabilizar la participación de estas empresas y contribuir así al desarrollo económico de sus comunidades.

En 2012 los artesanos solicitaron a la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) la participación del sector artesanal en la Expo Comercial de esa organización. Su vicepresidente Arturo Villanueva les sugirió crear un organismo jurídico que representara a los artesanos, pero mientras tanto quedaron al amparo de Asonahores y lograron participar de manera exitosa en la Expo Comercial de 2012 y 2013. Como fruto del esfuerzo y el apoyo de los hoteleros surge la FINCC.

Beneficios para la artesanía y los artesanos

El mayor aporte de la FINCC a los artesanos es facilitarles la entrada a los mercados de manera directa, al erradicar la figura del intermediario, lo que se traduce en mayores ganancias para ellos respecto a sus ventas al por mayor. Además, les permite adquirir fogueo empresarial en cada evento que participen bajo la coordinación de la FINCC, participar en capacitaciones para incrementar la competitividad de los productos y disfrutar de un programa de apoyo a la promoción internacional de sus artesanías.

Son varios los factores que propiciaron el descuido de la artesanía local por parte de las autoridades. “En el pasado reciente las políticas públicas implementadas por nuestras autoridades estuvieron focalizadas en el desarrollo y fomento de la macroeconomía y, por tanto, descuidaron el fomento de la microeconomía, lo que condujo a la quiebra a la mayoría de las Pymes artesanales”, explica el directivo.

Según Guillén, los altos costos y escollos que impone el actual modelo económico mutilan la motivación de emprender proyectos artesanales y dejan entrever la falta de apoyo a la investigación y desarrollo sobre el diseño y las tendencias de mercado. “La invasión masiva de piezas decorativas tipo artesanías, fabricadas en otros países con gran tecnología y en grandes cantidades, con privilegios irritantes, crea una competencia desleal que desplaza automáticamente a las artesanías criollas”, argumenta el presidente de la FINCC, quien también lamenta la falta de protección e incentivo a la producción artesanal nacional por parte de las autoridades.

Si República Dominicana se mantiene como destino turístico número uno del Caribe, cabe preguntarse porqué no proliferan en el país órganos aglutinadores de artesanos y artistas plásticos, como en el caso de la vecina Cuba, que posee la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC). “Nuestro posicionamiento en el turismo regional debería ser un incentivo a la asociación empresarial y a la organización de encadenamientos productivos que permitan aprovechar mejor los beneficios que proporciona la industria del turismo. En materia de artesanía, en nuestro país existen organizaciones e instituciones como las cubanas. Sin embargo, las organizaciones similares a la ACAA son independientes de la supervisión gubernamental y responden como estructuras gremiales sin iniciativa empresarial; mientras que las instituciones gubernamentales tipo FCBC son prácticamente inoperantes”, señala Guillén.

El dominicano y su artesanía

¿Qué hace falta para que el dominicano aprecie, como debe ser, la producción artesanal de su propio país? Incentivar la producción de productos nacionales con calidad, buen precio, y un alto contenido de desarrollo social, expresa Guillén. “También se precisa fomentar la asociación y organización en los sectores artesanal y artístico para lograr una producción competitiva. Necesitamos que las autoridades entiendan la importancia de las industrias culturales y creativas para la sostenibilidad en muchos aspectos de la vida en las comunidades, algo que se logra con el menor grado de inversión”, puntualiza el presidente de la FINCC. Otra iniciativa a tener en cuenta, añade, sería incrementar la calidad y los nuevos diseños para el fortalecimiento de la oferta artesanal y artística.

En el momento de adquirir una pieza artesanal, no solo estamos valorando el trabajo del artista y las horas dedicadas a su elaboración, también estamos dando significación a la cultura e identidad de un pueblo, como trata de inculcarnos la Fundación de Industrias Culturales y Creativas desde su surgimiento.

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