Con apenas 23 años, Saulo tienen la responsabilidad de entrenar a los pequeños de las comunidades de Bahoruco y La Ciénega que suman un aproximado de 32, pero que tan solo ahora son 16 los que pueden practicar surf en una de las mejores playas para este deporte en la República Dominicana.

Sin mas apoyo que el animo que le imprimen sus “alumnos” Saulo se ha convertido en el profesor de surf en Bahoruco y en uno de los surfistas más destacado de este municipio costero. 

Saulo refiere que desde los 7 años se encuentra practicando surf, cuando tuvo la oportunidad de aprender con surfistas que llegaban desde de Santo Domingo y Cabarete.  En ese sentido reiere: “Me di cuenta que de otros países del mundo vienen aquí para aprender a surfear.  Gente que paga mucho dinero para aprender esta disciplina, entonces, si de fuera vienen porque somos dichosos de tener estas playas, por qué no enseñar a nuestros niños que tanto lo necesitan.”

Saulo expresaba su alegría durante la realización del Barahona International Surf Championship. que se realizi este fin de semana en Bahoruco, porque varios de sus muchachos lograron destacadas posiciones en el evento, incluso se alzaron con algunas principales plazas de los pódiums de clasificación.

Los fines de semana son de surf y es que empieza su jornada con 25 infantes; 23 niños y 2 niñas que depositan en él su entusiasmo para aprender a deslizarse sobre las olas de la playa de Bahoruco.

“El profesor del surf” dice al respecto que era necesario hacer algo para ocupar el tiempo de los niños y niñas quienes quedaban sin alternativa de entretenimiento sano al salir de la escuela.

“Antes de iniciar a enseñarles, lo primero que hago es hablar con sus padres y tener el permiso de ellos.  De mis estudiantes, el más pequeño tiene 12 años y el más adulto 18.  Llegamos a la playa a las 7 de la mañana y tengo que evaluar cómo están las olas para saber si los niños pueden aprovechar el día o no”, Comenta Saulo.

Empiezan con instrucciones teóricas fuera del agua, para explicarles como deben ubicar las olas, saber como bajar sobre ellas, tener equilibrio en el cuerpo para poder doblar, dominar la tabla y sobre todo mantenerse encima de ella hasta que la ola se diluya en la orilla .

Saulo puede realizar este trabajo gracias a la “Share Stoke Foundation”, una fundación de la empresa que confecciona tablas Fire Wire.

“Ellos estuvieron aquí en Bahoruco y vieron el trabajo que estamos haciendo y me enviaron las primeras tablas.  También surfistas de Cabarete nos donan equipos para que los niños practiquen”.

Pero este joven sureño no quiere quedarse hasta ahí y tiene intenciones de ampliar el alcance de trabajo de su escuela.  “En Bahoruco hay aproximadamente 800 niños y quisiera poder trabajar con la mayoría de ellos. Para esto necesitamos alrededor de 30 tablas de diferentes tamaño.  También necesitamos de una computadora que nos permita llevar el record de los estudiantes y su puntuación de manera que podamos monitorear su desempeño y saber cuando estén listos para competir”.