En este momento en el que enfrentamos cambios del entorno y todos sabemos que hay que apretarse el cinturón, me permito sugerir a los turoperadores y guías dominicanos diferenciarse de sus competidores y diseñar una oferta de circuitos interesantes, suficientemente atractiva que motive a los dominicanos a cambiar sus vacaciones en el extranjero por un asueto placentero en el país y, a los que nos visitan, integrarse a los mismos para disfrutar el periplo con seguridad compartida, partiendo desde el Distrito Nacional a los diferentes puntos del interior y viceversa, tipo charters, aprovechando las ventajas que ofrecen las nuevas autopistas.

Lanzo esta sugerencia convencida de que es también una forma de comenzar a organizarse, crear conciencia turística y alfabetizar en ese renglón a las comunidades anfitrionas para recibir y atender a las personas que les visitan. Este entrenamiento es muy importante antes de que enciendan los motores de la locomotora.

Para desarrollar y asumir los costos de una campaña que los promueva nacionalmente hay que unirse, si en verdad queremos que los dólares se queden aquí, y conformar un bloque; JUNTOS PODEMOS, con los medios de alojamiento tradicionales y los fabulosos que se han desarrollado en el interior, en el campo, las haciendas, los valles y montañas propicios para promover con unción el ecoturismo y el respeto al medio ambiente. Esta alianza debe concertarse con los transportistas, desde los que tienen las flotillas de Mercedes Benz hasta los que acarrean el último tramo sobre sus «flamantes» bestias. A esos circuitos seguramente se sumarán los extranjeros que nos visiten, ya que el JUNTOS PODEMOS nos permite disfrutar la seguridad compartida.

Pienso que es una forma de prepararnos, fortalecernos y de estar organizados para cuando los cruceros se arrimen a los diferentes puertos del país.