Al hacer una retrospectiva de lo que ha ocurrido en el mundo, debemos admitir que en los últimos 50 años los cambios son impresionantes. Bohío, fundada hace cinco décadas, está sembrada en las raíces de los cambios que se producen en el país con el desarrollo del sector económico más brillante del que ella forma parte desde 1966.

Ediciones Cabrer celebra jubilosa que su producto editorial sea reconocido como la única revista dominicana que ha cumplido el medio siglo de circulación ininterrumpida. Bohío ha logrado permanecer a través del tiempo trabajando por la difusión y promoción del turismo con su presencia en los eventos más importantes del calendario turístico internacional.

Fundada en 1966 por Luis Augusto Caminero Jiménez (+) y quien suscribe, cuando todavía las “fuerzas interamericanas” mantenían el corredor de seguridad que custodiaba la ciudad de intramuros, y para nuestros amigos y consejeros, era un proyecto impensable condenado al fracaso.

Sin dudas, lanzar un medio de comunicación al mercado con una línea editorial dedicada a una actividad que debía promover las bellezas naturales del país para atraer visitantes, en un momento en el cual la promoción internacional mostraba los remanentes de la contienda de abril, era una utopía…, un tema de ciencia ficción, pero, según Thomas Cook, las personas tienen muchos motivos para viajar, entre ellos comprobar si todo lo que se dice es cierto y cuáles son las oportunidades que ofrece el desastre. De ahí, sin más preámbulos y sin contar las penas y vicisitudes, hemos logrado que Bohío sea desde entonces la revista dedicada a proclamar las condiciones que nos concedió la naturaleza para desarrollar el turismo. Los estudios, análisis, las opiniones y los eventos que recolecta en su trayectoria son un legado a la realidad que vivimos en el día de hoy que proclama al turismo como la locomotora del desarrollo nacional.

Testigo editorial de lo acontecido en el desarrollo del sector turístico nacional e internacional desde hace cinco décadas, a partir de este momento inicia la recopilación digital de su documentación histórica con miles de artículos y fotografías que servirán como referencia para las presentes y futuras generaciones, no solo ligadas al sector turístico, sino también por ser un aporte social de envergadura sin precedentes para el público en general.

La importancia del proyecto radica en salvaguardar y llevar con el mejor canal de comunicación existente los contenidos de Bohío desde su primera edición, en una plataforma de información interactiva de fácil manejo que permita al usuario la búsqueda de contenidos por nombre, por década o por edición. No solo estarán las versiones escaneadas de las ediciones como complemento visual, también permitirá la búsqueda a través de los principales “search engines” redirigidas al dominio Tourispedia, que persigue de esta forma ser la referencia bibliográfica del legado que pretendemos entregar a los profesionales de la industria turística nacional e internacional, estudiantes de carreras turísticas, desarrolladores e inversionistas de proyectos, historiadores y público en general interesado en contenidos históricos y de imágenes.

Un aporte interesante son las fotografías dentro del ambiente social, que se inicia en la década de los 60, cuando una cámara fotográfica no era tan común, y presenta a los usuarios una colección de miles de imágenes que en su mayoría estaban resguardadas por falta del apoyo visual. En ellas figuran nuestros empresarios pioneros, artistas, reinas de belleza, políticos, agremiados, visitantes distinguidos, jóvenes que hoy son ejecutivos con poder de decisión, inauguraciones de hoteles y proyectos, lanzamientos de marcas líderes y firmas de acuerdos, entre otros.

La buena noticia es que el alcance es infinito, pues cada bimestre se ha de enriquecer con los contenidos de las nuevas ediciones que aportan secuencias actualizadas, las que trascienden internacionalmente como una página de consulta y búsqueda por el canal de distribución que nos permite internet.

Estoy consciente de que si no conocemos la historia estamos condenados a repetir los errores; por ello me permito extender una invitación de carácter único para compartir la responsabilidad que conlleva impulsar un proyecto de esta envergadura que trasciende sin precedentes el área del turismo y que aportará el apoyo social que nuestro país se merece.