Todos reconocen su rostro a primera vista. Esta mujer de bella e imponente figura no necesita presentación. En 1981 fue elegida Miss República Dominicana para participar en Miss Universo, “pero no tuve la suerte de Amelia Vega, me guayé”, confiesa con soltura, pues al año siguiente se reivindicó y fue coronada como Reina Internacional del Café, en Colombia. Y por si fuera poco, a finales de 1982 se hizo con el título de Miss América Latina, concurso regenteado por Televisa, Canal 2 y el Consejo Nacional de Turismo de Ciudad México. Eso le permitió a la hoy productora del programa “Chévere Nights” viajar por toda Europa y el continente americano en eventos vinculados al turismo, por lo que “La diva”, como la llaman desde hace unos años, entiende y sabe de ciudades, de gente hospitalaria y de cómo proyectar un destino para hacerlo mercadeable.

Al haber sido abanderada de la mujer dominicana en eventos internacionales de belleza, ¿cómo es su relación con la ciudad de Santo Domingo?

 

Más que abanderada soy admiradora de la mujer dominicana. Y una gran defensora de su capacidad de trabajo y las ansias de superación, de su entrega familiar y del nivel de compromiso para con su país. Mi relación con la ciudad es un poco ambivalente porque Santo Domingo ha cambiado tanto con el paso de los años que tiendo a asustarme cuando veo algunas cosas. Me crié en Gazcue y mis recuerdos de esa zona son maravillosos, desde sus hermosas casas amplias y bien ventiladas hasta los almendros que nos ofrecían sus frutos y su maravillosa sombra. Amo a mi ciudad, amo a mi país, por eso quiero y debo alzar mi voz ante las agresiones de autoridades sin criterio ni concepto arquitectónico que han ido dañando poco a poco su imagen.

 

Si Santo Domingo tuviera rostro de mujer, ¿cómo la describiría?

¡Qué difícil! La Santo Domingo de mis recuerdos tiene un rostro apacible, trigueño, de ojos de mar y cuerpo de palmera. Llevaría por nombre Minerva y sería sonriente y amable, valiente y llena de alegría.

¿Qué añora del viejo Santo Domingo que pudiera rescatarse ahora con el lanzamiento de la Marca Ciudad?

El agua y la luz, el viejo Hotel Jaragua, el Parque Independencia. No sé si se pudieran rescatar ya, pero esos eran emblemas de la vieja capital. Y añadiría algo, ¡por favor, destruyan el Zooberto!