El Monte Titlis, en el centro de Suiza, es una elevación de 3.239 metros perteneciente a los Alpes Uraneses (parte occidental de los Alpes). La estación por la que tienen acceso sus visitantes se encuentra en Engelberg, pequeña campiña que se convierte en la antesala pródiga para la aventura que nos aguarda.

Un teleférico te elevará hasta las estaciones Gerschnialp (1.262 m) y Trübsee (1.800 m). En esta última lo cautivante del lago del mismo nombre es una invitación abierta al senderismo y si coincide en verano tu visita, a dar un paseo en bote o alquilar una bicicleta para recorrer la ladera. La siguiente estación es Jochpass (2.207 m), pero por lo general los que optan por el Titlis Xpress continúan el trayecto hasta Stand (2.428 m).
En Stand el panorama resulta tan idílico que hasta el lente menos experimentado captura cautivantes imágenes. Aquí subimos al Titlis Rotair, una cabina que, cual bailarina seductora, en su trayecto hasta la cima gira suavemente presumiéndoles a sus pasajeros la vista de 3600 de uno de los lugares más espectaculares del mundo. No es de extrañar que hasta este momento te convenzas de que el haber desafiado tu miedo a las alturas haya valido más que la pena. Pero al llegar al Titlis comprobarás que recién empieza esta osadía.

La estación Klein Titlis (3.028 m), de cinco niveles, te recibe con una amalgama de opciones que realza la grandeza del lugar: restaurantes, cafetería, chocolatería, tienda de suvenires, estudio fotográfico y una relojería. Los exclusivos relojes suizos en venta marcarán el tiempo justo de una de las experiencias únicas en la vida: pisar finalmente, después de 45 minutos de trayecto, el suelo helado del Titlis.

Luego del período de contemplación, un lapso que es inevitable ante tanta belleza, dejar nuestra huella en una superficie colmada de pisadas de aquellos que nos acompañan en la búsqueda de todas las sorpresas que nos depara esta visita en sus miradores perpetuos: la sensación de ser invencible al cruzar el Titlis Cliff Walk, un puente colgante sobre un precipicio de más de 3.000 m de altura; y cumplir la fantasía infantil de deslizarnos en toboganes y trineos en alfombras de nieve real en el parque glaciar del Titlis, al que se accede en el Ice Flyer.

Otra atracción memorable es caminar por el resbaladizo piso de la cueva del glaciar del Titlis, una galería de 150 m de longitud que desciende hasta 20 m de profundidad. Los efectos fotográficos que dan sus tonos azules compensan la crueldad del frío que sufren sus visitantes. En la parte exterior también puedes tomar un descanso en un auténtico iglú y experimentar cómo viven los habitantes del polo norte.

¿Cómo llegar?
Los turoperadores ofrecen este tour partiendo desde Zúrich o Lucerna. Si lo haces por cuenta propia, desde Lucerna toma el tren hasta Engelberg, un recorrido que tarda unos 45 minutos. También existe la opción del autobús. Desde la parada principal de la ciudad parte un traslado gratuito ida y vuelta hasta la estación del valle donde se toma el teleférico al Titlis. Si decides caminar desde la parada, la distancia es de unos 10 minutos.

 

Cristina Rosario
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