Preocupada siempre por mantener un cuidado excepcional de las diferentes especies animales presentes en Ocean World, la gerencia del mayor parque de su tipo en el Caribe, se ha dado a la tarea de desarrollar un proyecto que requiere de un gran compromiso por parte de todo el personal, pues el trabajo con seres vivos precisa de una atención que va mas allá de lo que los visitantes ven.

 

La titánica labor que se realiza en Ocean World representa un trabajo de 24 horas, los 365 días del año. Capacitados profesionales operan sofisticados equipos de filtración para mantener en perfectas condiciones la calidad del agua que se necesita para los hábitats de delfines, tigres, tiburones, mantarrayas, peces y leones marinos, así como el agua con que se preparan algunos de los alimentos de esas especies.

De acuerdo con la gerencia del parque, cada día el personal monitorea la calidad de la misma en el laboratorio, mientras un equipo de buzos se dedica al mantenimiento y la limpieza de los estanques. “El laboratorio forma parte fundamental en la rutina diaria de monitoreo de la salud y la atención médica que reciben nuestros ejemplares. Sin embargo, este departamento requiere del apoyo constante del equipo de entrenadores que trabaja directamente en el cuidado y entrenamiento de todos los animales”. Profesionales de alto nivel Es a través del condicionamiento operante –técnica de entrenamiento basada en refuerzo positivo– que los entrenadores de Ocean World llegan a perfeccionar cientos de conductas.

Muchas de ellas los visitantes las pueden observar y disfrutar durante los programas “Nado con delfines”, “Encuentro con delfines”, “Encuentro con leones marinos”, “Nado y encuentro con tiburones y mantarrayas”, además de los diferentes shows que ofrece el parque. Las conductas más importantes no suceden a la vista de los visitantes. Esto no significa que no se invierta un tiempo considerable en ellas. Por ejemplo, todos los delfines en Ocean World se dejan extraer muestras de sangre de manera voluntaria, los leones marinos permiten al equipo de profesionales tomar muestras de jugo gástrico, simplemente siguiendo las instrucciones verbales de sus entrenadores, y los tigres obedecen para realizar complejas acciones como permitir que se les extraiga sangre de una de sus patas.

“Eso es solo una ínfima parte del entrenamiento médico que se realiza, pues existe un arduo trabajo de todo un grupo de profesionales que al final se convierte en un verdadero trabajo en equipo”, considera la gerencia del parque. La labor de todos ayuda a mantener un sano equilibrio entre el cuidado de los ejemplares y el servicio profesional que el centro brinda a cada visitante, lo que se traduce en una experiencia inolvidable.