No en balde San Pedro de Macorís una vez llevó el sobrenombre de “La tacita de oro”. Esta ciudad, que antaño fue el motor del desarrollo de República Dominicana, hoy es rica en historia, recursos naturales, diversidad cultural y uno de los más destacados destinos turísticos del territorio nacional. Ubicada en la región este, aparte de las ya muy conocidas playas Juan Dolio y Guayacanes, cuenta con una gran cantidad de recursos naturales y culturales.

La “Fuente de oro”

Como recursos naturales podemos señalar la “Fuente de oro”, un hermoso y cristalino manantial que emana de un río subterráneo que emerge entre rocas. Se encuentra en el “Refugio de Vida Silvestre Río Higuamo” y está bajo la custodia de los guardabosques del Ministerio de Medio Ambiente. Para los fanáticos de la fotografía, en esta área protegida podrán encontrar gran diversidad de aves silvestres y otras que son liberadas aquí para que puedan reproducirse naturalmente. Con suerte y una buena cámara el visitante logrará plasmar algunas de ellas.

Laguna Mallén

Uno de los lugares más impresionantes de San Pedro de Macorís es la Laguna Mallén. En ella sentirá que está lejos de la civilización, gracias a una quietud solo alterada por el cantar de la amplia variedad de aves que la habitan, y encontrar algunas que no pueden ser vistas en ningún otro lugar de la región este.

Con más de 8 km en recorrido, es el área protegida más amplia de San Pedro de Macorís. En el centro de la laguna existe una pequeña isla llamada “Isla de la mujer”, en la que habitan en una cabaña de madera los guardabosques, personas muy amables, hospitalarias y siempre en disposición de guiar a los visitantes. El nombre de la isla se debe a que en ella se encuentra la única mujer guardabosques del país.

Refugio de Vida Silvestre Río Soco

Justo después del nuevo puente del río Soco, en la carretera de San Pedro a La Romana, se halla el Refugio de Vida Silvestre Río Soco, lugar de pura y bella naturaleza, también con una pequeña cabaña para los guardabosques a cargo de la protección y el cuidado del área. Cuenta con una piscina, un florido jardín con mesas de picnic, grama podada y caobas. Ideal para pasar un día inolvidable. El área incluye un recorrido a pie por un sendero que conduce a una solitaria playa conocida como Playa Montero, que de tan solo verla invita a disfrutar de sus aguas poco profundas.

Cueva de las Maravillas

La Cueva de las Maravillas es quizás el mayor atractivo turístico natural de la región este. Localizada a once minutos en la carretera de San Pedro de Macorís y La Romana, es un museo natural de arte rupestre taíno precolombino que conecta directamente con el pasado más remoto de La Española. Antes se le conocía como Cueva Jagual, hasta que en 1949 se le dio el nombre actual.

La cueva, emplazada a unos 25 metros bajo tierra, posee una extensión de 800 metros, de los cuales es posible recorrer unos 240 durante visitas y excursiones guiadas. En su interior se aprecian unos 500 grabados y pinturas en las paredes, en las que predominan los colores rojo y negro, atribuidas a los taínos, antiguos habitantes de la isla. Las sedimentaciones de calcio han dado lugar con el tiempo a formaciones de estalactitas y estalagmitas que complementan el aspecto maravilloso de la cueva.

Historia y cultura

San Pedro fue durante la época del desarrollo de la industria azucarera el motor comercial de República Dominicana, lo que le otorgó el privilegio de ser la primera en ver muchas cosas modernas en esa época: el primer edificio de tres pisos, el primer teléfono automático, la primera revista editada y dirigida por mujeres, el primer equipo de rayos X, el primer hipódromo y el primer acuapuerto internacional hidroaviones.

San Pedro de Macorís cuenta hoy con varias de las edificaciones en concreto armado más antiguas del país, que pueden apreciarse en un corto recorrido por las calles del centro de la ciudad: la Catedral San Pedro Apóstol, el edificio Morey, el edificio Armenteros, el edificio de los bomberos y la Logia Masónica Aurora, entre otras. 

La cultura en San Pedro de Macorís es el resultado de una herencia muy diversa debido a los trabajadores que atrajo la industria azucarera desde 1876, la cual se compuso primordialmente de cocolos y españoles. Los cocolos dejaron una mayor influencia cultural, de la cual surgieron los famosos Guloyas de San Pedro, nombrados patrimonio cultural de la humanidad. A los cocolos se les puede ver en sus vistosas danzas que realizan en el parque de la Catedral San Pedro Apóstol de lunes a viernes al mediodía.

Diversión

En la ciudad se encuentran diversos bares y discotecas para diferentes gustos, pero lo que realmente genera la mayor actividad es el Malecón, que atrae gran cantidad de personas todos los días, en especial los fines de semana, lo cual crea una de las vidas nocturnas más intensas del país. 

San Pedro de Macorís y las comunicaciones

San Pedro de Macorís es la provincia más estrechamente vinculada con las comunicaciones en la República Dominicana. Allí se instaló la primera planta telefónica y operó por vez primera el teléfono automático en el interior del país. La primera comunicación telefónica de San Pedro de Macorís a Santo Domingo, se estableció el 20 de junio de 1884 entre el Presidente Ulises Heureaux-Lilís y el General Francisco Gregorio Billini.

La Pan American, también tiene una valiosa participación en la comunicación fluída entre San Pedro de Macorís y el exterior, pués uno de sus hidroaviones de pasajeros, de mayor capacidad en la época- el American Clipper- amarizaba en la ría del Higuamo y todo el que deseaba viajar rápidamente a USA abordaba por Macorís del Mar, como también se le conoce a la provincia.