El tenor dominicano y diplomático de carrera, Doctor Enrique Pina, ofreció recientemente dos conciertos en Roma, Italia. El primer concierto fue organizado por la Asociación Italia-Brasil y los fondos recaudados fueron a beneficio de los estados brasileños de Pernambuco y Bahia.

En este concierto estuvo presente el Honorable Diputado italiano, Doctor Fabio Porta, Presidente del Comité de los Italianos en el Mundo y tuvo lugar en el prestigioso Circolo Canottieri Aniene, el más exclusivo de la capital italiana desde finales del Siglo XIX.

Momentos antes de que el tenor dominicano empezara a cantar, había una atmosfera de total escepticismo “sentí como si estuviera delante de un muro de piedra a juzgar por las expresiones incrédulas de los rostros de los presentes en la sala” según comentó el tenor. Esta impresión le fue confirmada por los comentarios que le refirieron algunos amigos del tenor una vez pasado el concierto.

Pero desde que Enrique Pina empezó a cantar, el escepticismo se disipó inmediatamente y los entusiastas “Bravos” no se hicieron esperar. Pina fue acompañado al piano por Catia Capua, excelente pianista y real artífice de que el tenor dominicano fuera invitado a cantar dos conciertos en Italia, ya que Catia había visto sus videos en youtube y estaba convencida de que llevar a Enrique Pina a Italia habría sido todo un éxito.

Entre las piezas piezas interpretadas por Pina se encuentran “Questa o quella” de la opera Rigoletto de Verdi; E Lucevan le Stelle de la Tosca de Puccini; Ah, leve-toi, Soleil del Romeo et Juliette de Charles Gounod y O Paradiso de La Africana de Giacomo Meyerbeer. También, interpretó dos canciones napolitanas, con una dicción tal, que algunos presentes pensaron que el tenor era napolitano. Por último, interpretó Por Amor de Rafael Solano, con un arreglo para piano y violoncelo de Francesco Storino, la cual tuvo una ferviente aceptación por parte del público italiano.

Al final del concierto el escepticismo era cosa ya altamente superada y la gente se volcó a felicitar al tenor dominicano, tanto es así que por espacio de 2 horas no pudo comer ni beber nada debido a las numerosas demandas de fotos y autógrafos que recibió. Entre estas personas se encontraba el famoso tenor Eslovaco, Peter Dvorsky, quien tuvo palabras de elogio para Enrique Pina y le expresó el deseo de invitarlo a cantar a Bratislava, capital de la Eslovaquia. También, estuvo presente el Consejero del Presidente de la República Italiana, Doctor Pietro Lucchetti, el cual pidió a Pina el curriculum con la intención de proponer un concierto del tenor dominicano en el Palacio de Gobierno italiano (Palazzo del Quirinale).

El segundo concierto tuvo lugar durante una cena exclusiva organizada por la Doctora Tiziana dell’orto en su penthouse ubicado en Via Nomentana. La Doctora dell’orto es la actual Directora General del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas para Italia.

También en esa ocasión, antes de que empezara a cantar, el tenor dominicano se enfrentó a un muro de escepticismo a juzgar por la expresión de los rostros de los altos funcionarios de agencias de Naciones Unidas y líderes empresariales italianos que estaban allí presente. Pero al igual que en el primer concierto, el escepticismo se disipó inmediatamente una vez Enrique Pina empezó a cantar acompañado por la pianista Catia Capua.

A mitad de este concierto pasó algo realmente extraordinario: la señora Luisa, madre de la Doctora Tiziana dell’orto, quien es una soprano profesional que estudió canto nada más y nada menos que con Renata Tebaldi, rival de María Callas, cuando Enrique terminó de interpretar su tercera pieza, de espontanea voluntad empezó a proferir palabras de elogio hacia el tenor dominicano resaltando sus cualidades “esos diminuendos que tú haces en las notas agudas, solo los grandes tenores del pasado lo han hecho.

¡Estamos delante de un gran tenor y artista!“, lo que dejó estupefactos a los presentes, visto que estas palabras venían de una verdadera autoridad en materia. Enrique Pina, Embajador Cultural Dominicano por el mundo, partió de Roma, Italia, con la gran satisfacción de haber superado el gran reto de enfrentarse al público italiano, conocedor de la ópera y llevando consigo numerosas intenciones de propuestas para conciertos futuros en la capital italiana.