Para nadie es un secreto que este es un país rico. Sí, rico en cultura, en belleza natural, en monumentos, rico en lugares para visitar y conocer, y poblado por la gente más alegre que pueda existir en cualquier.
Sin embargo, da vergüenza que los extranjeros que nos visitan conozcan nuestro país mejor que nosotros mismos y que en un par de semanas visiten más lugares de los que nosotros hayamos podido conocer en todos los años que tenemos viviendo aquí.
Pero aún es más penoso saber que todavía tenemos la mentalidad de que ¨lo de fuera es mejor que lo nuestro¨ llegando a hacer esfuerzos sobrehumanos para salir a zambullirnos en otros mundos, cuando aquí tenemos maravillosas rutas que recorrer.
Sin duda alguna, el compromiso comienza por casa. Infundir en nuestros hijos el deseo de conocer lo propio, de caminar por una Ciudad Colonial de antaño (la más antigua del Nuevo Mundo), de adentrarse en los museos de la Plaza de la Cultura, de hacer paradas estratégicas en los monumentos de nuestras calles, de coger carretera en busca de las maravillas naturales de nuestro país, de leer sobre la historia de nuestro pueblo y nuestros antecesores, de hacer turismo interno, puede llegar a convertirse en el mejor aporte que puedan hacer las familias al turismo dominicano.
Pero el compromiso también les toca a las autoridades, a los dueños de hoteles, a los gestores principales del turismo sostenible, a los que promueven las rutas ecoturísticas, pues las familias cada vez son más exigentes y de nada sirve tener mucho deseo de hacer turismo interno si las condiciones no están dadas y si no hay facilidades para familias con hijos pequeños y en edades intermedias.
El beneficio de un trabajo bien hecho se mediría en ambas direcciones. Por un lado tendríamos más familias complacidas, motivadas a conocer y a promover lo nuestro y por otro lado esto se reflejaría en un aumento de las divisas por concepto de turismo interno.
Gracias debemos dar de que nuestro país esté ubicado geográficamente en el Caribe, como dijo una vez nuestro recordado Pedro Mir: «Estamos ubicados en el mismo trayecto del sol». Debemos aprovechar, como dice el slogan, que «aquí es verano todo el tiempo», hay que sacarle el jugo a esa gran ventaja.
Cuántos países quisieran contar con el calorcito de nuestro sol, o las aguas y arenas de nuestras playas, o simplemente con la belleza natural que nos rodea, tantos lugares históricos por conocer. Por eso no me cansaré de pensar y repetir que «somos ricos», pero nos falta conciencia para valorar esa riqueza.
Los lugares a visitar son muchos, en cada provincia hay algo por conocer. Solo falta que nos tracemos metas claras, determinemos a cuáles de esos lugares nos gustaría llegar con la familia, mochila en mano, para comenzar a sentirnos verdaderos turistas en nuestro propio país.
Yo misma este año comencé a predicar con el ejemplo, y además de los lugares habituales donde disfruto con mi familia y amigos, estoy incluyendo otras rutas no tradicionales. Te invito que hagas tú lo mismo.
Por Blanca González
(Periodista, Locutora y Relacionadora Pública)
Bgonzalez25@gmail.com
