El Banco Central de la República Dominicana, en su reunión de política monetaria de junio de 2014, decidió mantener invariable la tasa de interés de política monetaria en 6.25% anual.

De acuerdo a la inoformacion suminitrada por el Banco Central, la decisión respecto a la tasa de referencia tomó en consideración el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación, así como las expectativas del mercado, tanto sobre esta variable como en el resto de los principales indicadores macroeconómicos.

En mayo, la tasa interanual de inflación ascendió a 3.70%, manteniéndose alrededor del extremo inferior del rango-meta para el año 2014 de 4.5%±1%. La inflación acumulada en los cinco meses computados del año es de 1.55%. Asimismo, la inflación subyacente interanual, la cual está relacionada con las condiciones monetarias, se mantuvo en 3.39% al cierre de mayo.

En el ámbito externo, las perspectivas de la economía mundial continúan consistentes con la recuperación de las economías desarrolladas  y un desempeño modesto de los países en desarrollo. No obstante, ante condiciones climáticas extremas, Estados Unidos de América (EUA) revisó de nuevo a la baja su crecimiento interanual del primer trimestre de 2.0% a 1.5%. Esto implica un crecimiento de 2.2% para el presente año, según Consensus Forecast. Un punto a destacar es que los pronósticos para 2015 y 2016 no han variado, por lo que no se espera cambios en la tasa de interés de la FED hasta el próximo año.

Una de las razones por las que los hacedores de política de EUA, principalmente la Reserva Federal, prevén que no habría incrementos de tasas de interés en el resto del año, es por la situación del mercado laboral. Para las actuales autoridades de la FED, los datos laborales son un insumo relevante en la toma de decisión de política monetaria. Indicadores como la tasa de contratación, de renuncia, la duración del desempleo y las horas trabajadas muestran una notable mejoría, lo que ha llevado a la FED a proyectar tasas de desempleo más cercanas a sus niveles pre-crisis, entre 5.0% y 5.5%, para los próximos dos años. La tendencia que exhibe el mercado laboral es una buena noticia para los mercados emergentes, ya que no habría salida de capitales en busca de mayor rentabilidad en el exterior, disminuyendo los riesgos provenientes de los mercados internacionales.        

Por otro lado, la Zona Euro continúa recuperándose con un crecimiento cercano a 1.0%, pero con una tendencia que presenta riesgos de deflación. Para moderar estos riesgos y con el objetivo de expandir la demanda agregada y el empleo en la región, el Banco Central Europeo decidió implementar nuevas medidas de estímulo monetario en su reunión del mes de junio. En ese sentido, redujo las tasas de política monetaria y de facilidades de depósitos en 10 puntos básicos, cada una, y la tasa de facilidades de préstamos en 35 puntos básicos.

Adicionalmente, y con el propósito de apoyar el crédito a los hogares y a las sociedades no financieras, decidió realizar nuevas operaciones de inyección de liquidez por unos 400 mil millones de euros. En el caso de América Latina, las proyecciones de crecimiento del Consensus Forecast también han sido revisadas a la baja hasta 2.1%, por la influencia de tasas de crecimiento negativas en Venezuela y Argentina,  y una moderada expansión en la economía más grande de la región, Brasil. 

En el ámbito doméstico, la tendencia-ciclo del Indicador Mensual de Actividad Económica se mantiene en torno a 6.0%, indicando dinamismo en el comportamiento económico de corto plazo. La dinámica de la actividad económica ha contribuido a mejorar las condiciones del mercado laboral.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo de abril, durante el período octubre 2013–abril 2014  se generaron 130,944 nuevos empleos netos, superando las proyecciones preliminares que se dieron a conocer en el pasado mes de marzo. Con estos resultados, los empleos creados en los últimos 18 meses, desde octubre de 2012, totalizan unos 200,745 nuevos ocupados netos. La creación de empleos se ha reflejado en una reducción de  la tasa de desocupación abierta de 7.0% en octubre de 2013 a 6.8% en abril 2014.

Asimismo, el crédito al sector privado en moneda nacional crece en torno a 12.5% interanual al cierre de junio, por encima de lo previsto en el Programa Monetario. Este ritmo de expansión en los préstamos privados en moneda nacional se mantendría por el resto del año. Por otro lado, la política fiscal se ejecuta en línea con lo previsto en el Presupuesto Nacional. En ese sentido, el Gobierno Central prácticamente alcanzó un equilibrio en sus finanzas públicas en enero-abril, al registrar un pequeño déficit de apenas 0.1% del PIB.

El déficit de cuenta corriente continúa mostrando una tendencia a mejorar, influenciada por el resultado positivo del primer trimestre del año. Esto, conjuntamente con una mayor entrada de remesas y un incremento en el ingreso por turismo, ha permitido al Banco Central revisar a la baja su proyección de mediano plazo para este indicador.

La mejora de la cuenta corriente anticipa bajas presiones en el mercado cambiario en los próximos trimestres. En resumen, con una economía en crecimiento, bajas presiones cambiarias, una inflación que se proyecta en torno a su meta y una mejoría en el mercado laboral, el Banco Central ha decidido mantener su postura de política monetaria.

El Banco Central reafirma su compromiso de conducir la política monetaria al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.