Baños de sonidos, otro camino a la relajación
Baños de sonidos, otro camino a la relajación

El deseo de tomar las riendas de sus vidas lleva a las personas a buscar alternativas y métodos que potencien el bienestar tanto físico como espiritual. Uno de esos caminos para la relajación son los baños de sonidos.

Cualquiera podría pensar en un baño de agua acompañado de sonidos, pero no, se trata de recibir sonidos de cuencos, gongs, instrumentos de cuarzos y otros que son capaces de penetrar en nuestro interior hasta la más recóndita fibra. Un artículo de The New York Times describía que estos “sound baths” lo practican los CEO de grandes empresas como Google o American Express para lograr aumentar su productividad.

Al escuchar los cuencos se recibe un masaje a todos los niveles con la vibración emitida por ellos, y resulta muy provechoso para recuperar la armonía, a la vez que se potencia la energía y se logra una total relajación. La técnica está extendida por varios países y la ejecutan maestros de reiki, de yoga, sanadores y personal acreditado en las prácticas de meditación, todos expertos en materia holística que con sus conocimientos y su certera guía contribuyen a la salud y el bienestar en medio de la prisa en que se vive en el mundo actual.

Beneficios a raudales

Dentro de los beneficios de los baños de sonidos se encuentran el aumento de la fuerza mental, mayor enfoque, mejor productividad, claridad de pensamiento en el proceso de información, así como en la toma de decisiones y resolución de problemas. También potencian el pensamiento creativo, ayudan a disminuir la ansiedad y la impulsividad; mitigan el estrés y la depresión; mejoran el sistema inmunológico y los niveles de energía, la respiración y la frecuencia cardiaca, además del sueño, el estado de ánimo y la inteligencia emocional.

Cualquier persona es apta para sumarse a esta práctica, hombres y mujeres de todas las edades, sin una vestimenta determinada, en ambientes creados para estos fines, con aceites esenciales, pues se puede vincular con la aromaterapia, la cual potencia aún más los efectos de esta modalidad para fines de revitalización y desconexión.

De acuerdo con los expertos, el sonido de los cuencos de cuarzo actúa directamente sobre las células del organismo; combinados con los de cristal y el gong conforman la sonoridad necesaria para llegar a la relajación de manera muy fácil. A través de los baños de sonidos es posible acceder a niveles más profundos de la conciencia. Los armónicos son capaces de conducir a un estado meditativo que va más allá de la personalidad, trascender el ego y reconocer  la verdadera naturaleza del hombre.

La magia del gong

En la naturaleza todo se encuentra en un estado de vibración, cada cosa posee una frecuencia de resonancia. La resonancia es la vibración natural de un objeto; cada célula y órgano en nuestro organismo tiene resonancia. Al tocarse el gong, las células que no resuenan (o no lo hacen correctamente) se sincronizan con esos sonidos y comienzan a resonar con ellos.

Al gong se le considera un instrumento de resonancia total, ya que incorpora todos los tonos del espectro de sonido, no importa si podemos escucharlos o no. Los expertos lo califican como la herramienta idónea para la resonancia forzada. Todo el tiempo nos sincronizamos con los sonidos que nos rodean pero casi nunca nos percatamos de ello. Con el sonido del gong –refieren los especialistas en baños de sonidos– se logra “apagar” el lado izquierdo del cerebro, pues trasladan a la persona a un estado de meditación espontáneo, y esto permite al hemisferio derecho convertirse en la paz y el bienestar que caracteriza este lado del cerebro.

Los expertos en terapias del sonido señalan que al entrar en ese estado de ondas cerebrales, se experimentan vidas pasadas o episodios ya vividos; es como una llave a la puerta que conduce al conocimiento de la verdadera identidad que estaba oculta. Existe una relación entre las ondas cerebrales y los diferentes estados de conciencia. Los distintos patrones de ondas cerebrales se relacionan de manera biyectiva con diferentes estados de consciencia, entre ellos concentración intensa, estado de alerta (despierto), sueño profundo, sueños vívidos, relajación, somnolencia, hipnosis, estados alterados de conciencia…

Para los diseñadores de experiencias de bienestar los baños de sonidos son tendencia en este ámbito, lo cual se traduce en una amplia aceptación en gran cantidad de países. El lenguaje que nos trasmiten los instrumentos va más allá de lo que necesita escuchar el ser humano para soltar los amarres de esa embarcación de su yo interno para rescatarse y conocer qué tan maravilloso es el organismo en toda su dimensión.

Los baños de sonidos se pueden realizar con varios tipos de cuencos, ya sean de cuarzo o de vidrio, y se pueden combinar con otros instrumentos como el gong. Al fin y al cabo, el sonido es la forma más antigua de curación y a él volvemos para incorporarlo al arsenal terapéutico del futuro.