Adrian R. Morales
Editor de Contenido
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@adrian_r_morales
Conversar con Juan «Papo» Bancalari, presidente de Asonahores, amerita una pausa para comprender la dimensión de su rol. Para él, comandar esta entidad es, ante todo, un profundo honor entrelazado con una clara conciencia de la gran responsabilidad que conlleva. Lo asume como un desafío personal y con el compromiso de ser digno heredero de la labor cultivada por quienes le precedieron; una gestión, dice, busca asegurar la continuidad de un legado fundamental para el sector.
Bajo su batuta, la asociación traza un camino estratégico bien definido: consolidar aún más a República Dominicana como un destino turístico de referencia mundial. Este propósito se ancla en un plan que contempla el desarrollo equitativo y la promoción vigorosa de cada rincón del país, desde la innegociable fortaleza de Punta Cana hasta el potencial emergente de Miches y Pedernales, pasando por la consolidación de polos más tradicionales como Puerto Plata, La Romana, Santo Domingo y Samaná.
Según Bancalari, la diversificación de la oferta es otro pilar esencial, que abarca desde la necesaria regulación del turismo inmobiliario hasta el impulso de nichos como ecoturismo, aventura, cultura, actividades náuticas, deportivas, gastronómicas y cruceros, segmentos que reconoce como motores de inversión, empleo y prosperidad local. La hoja de ruta se complementa con la aspiración de contar con un ordenamiento territorial robusto y una ley de turismo alineada con los tiempos actuales.
Al mirar hacia el horizonte del término de su gestión, Bancalari abriga la esperanza de dejar una institución fortalecida, una Asonahores que sea el fiel reflejo de todos los actores que dan vida al sector. Visualiza una asociación que perdure como pilar insustituible en la promoción y el desarrollo turístico nacional, con capacidad perenne para adaptarse a las dinámicas cambiantes y a los nuevos desafíos. En ese trayecto las metas son claras: afianzar el turismo como fuente de generación de divisas, alcanzar la anhelada cifra de 15 millones de visitantes, y superar escollos cruciales para la competitividad, como la garantía de la seguridad jurídica, la actualización del marco laboral, la eficiencia energética y una gestión ambiental que proteja nuestras costas y aborde con eficiencia el tema de los residuos y el sargazo.
¿Cuáles son las expectativas para la feria Dominican Annual Tourism Exchange, DATE 2025, en términos de participación y acuerdos comerciales?
DATE es nuestro evento más representativo del producto turístico dominicano, donde se realizan importantes intercambios de negocios entre hoteles y empresas turísticas con los agentes de viajes y turoperadores. Esperamos superar el número de citas y oportunidades de negocio en comparación con el año pasado, cuya edición conto con más de 500 delegados suplidores y 340 delegados compradores, con un registro de más de 8,300 citas, el cual representó un aumento de un 88 % en relación con 2023. En esta edición seguimos con un enfoque especial de promover el turismo a todos los niveles, atraer a turoperadores especializados, nacionales e internacionales, para que puedan conocer la oferta hotelera y turística dominicana. Este año traemos una agenda particular para que la prensa internacional pueda conocer la oferta turística y disfrutar de la experiencia de vivir el destino.
En Fitur 2025 usted afirmó que la posición exitosa, en términos de turismo, que ha logrado República Dominicana es el fruto de un esfuerzo coordinado y constante de los sectores público y privado forjado durante más de tres décadas. Desde su punto de vista, ¿cómo ha evolucionado esta sinergia?
Ciertamente, fruto de un esfuerzo referente mancomunado entre estos sectores. Evolucionamos de una relación circunstancial, y a veces desarticulada, a una alianza estratégica madura, con objetivos comunes y resultados ya tangibles, considerando que el sector turismo es altamente competitivo y requiere de estrategias especiales para mantenerse relevante y atractivo. Se crearon incentivos fiscales específicos para atraer inversión hotelera y se ha trabajado para mejorar la conectividad aérea, con la implementación de planes claves y una gestión de crisis ejemplar, como en la pandemia, lo cual demuestra que la capacidad de respuesta es más efectiva cuando ambos sectores trabajan de forma conjuntan. Esta sinergia se ve reflejada en aspectos más concretos: regulación, seguridad, compañas de promoción internacionales, mesas de trabajo y una agenda enfocada en mostrar la diversidad y autenticidad de nuestra oferta turística.
¿Cuáles considera que son los principales retos que enfrenta el sector turístico dominicano? ¿Cómo aborda Asonahores los desafíos relacionados con la sostenibilidad, como la gestión de costas, el sargazo y los residuos sólidos?
La República Dominicana compite en un mercado turístico global exigente, por tanto, es indispensable fortalecer la seguridad, elevar la calidad de la oferta, diversificar los atractivos y asegurar la formación continua del personal. Es cada vez más relevante adoptar prácticas responsables en la gestión del destino, mitigar su huella ambiental y adaptarse a los efectos del cambio climático; la gestión de costas, el sargazo y los residuos sólidos son fenómenos más desafiantes en ese sentido. Desde Asonahores hemos trabajado para promover el desarrollo turístico ordenado y regulado, hemos impulsado un plan estratégico de turismo que incluye planes de ordenamiento territorial. En cuanto al sargazo, hemos abogado por una estrategia nacional para su manejo con integración de actores, promoviendo también una coordinación regional, en especial con islas del Caribe que enfrentan el mismo problema. Por último, en cuanto a los residuos sólidos, hemos procurado el acercamiento con el sector público, autoridades municipales y empresas privadas a fines de logar mejor gestión, promover programas de recolección diferenciada, reciclaje, tratamiento y revalorización.
¿Cómo fomenta Asonahores la sostenibilidad dentro del sector hotelero en República Dominicana?
Nuestro objetivo es promover el desarrollo sostenible del sector turístico en representación de sus distintos actores; somos un espacio de interlocución y facilitación que procura la acción cohesionada entre el gobierno y el sector privado. Hemos logrado articular los enfoques y retos en estos temas. Suscribimos junto al Ministerio de Turismo un convenio para el fortalecimiento de la sostenibilidad, enfocado en la implementación de estrategias para combatir la contaminación: disminución y clasificación correcta de desechos sólidos, reducción del uso de papel y disminución del plástico de un solo uso. En adición, abarca la reducción de desperdicios de alimentos, las compras sostenibles, la inclusión de la identidad cultural, el uso eficiente del agua y de la energía renovable. Hemos puesto en marcha un comité de trabajo sobre sostenibilidad que funciona como un espacio donde se identifican, analizan, promueven y desarrollan acciones puntuales, además de servir de facilitador para la formación y capacitación de miembros.
Debido a su destacada labor empresarial y su liderazgo como presidente de la Asociación Dominicana de Marinas Deportivas y Clubes Náuticos (ADMC), a usted se le reconoce como referente en el desarrollo del turismo náutico. ¿Cuál es el potencial de este segmento en República Dominicana y qué estrategias están implementando para impulsar su crecimiento?
El turismo náutico, cada vez más popular, es una gran oportunidad para diversificar y fortalecer la oferta turística de República Dominicana. Contamos con una ubicación privilegiada en el Caribe, y más de 1,500 kilómetros de costa cuyas condiciones son ideales para navegación, pesca deportiva, buceo y otras actividades. Este potencial permite atraer visitantes de alto poder adquisitivo que requieren una amplia gama de servicios. Su impacto económico en las comunidades costeras es significativo, pues genera empleos y fomenta servicios complementarios como atraques, alquiler de embarcaciones y equipos, provisión de suministros, mantenimiento y reparación, etc., lo que dinamiza las economías locales. Desde la ADMC la estrategia se dirige a promover el turismo náutico en todos los niveles, con participación en ferias especializadas de alcance mundial, y trabajar junto al Ministerio de Turismo para su desarrollo y promoción.
¿Cuál es el impacto económico del turismo náutico en el país? ¿Qué desafíos enfrenta ese segmento?
Al país arriban cada año más de 3,000 embarcaciones, yates, megayates, veleros, catamaranes y lanchas, con un gasto promedio por embarcación de US1,500.00 semanales. Por otro lado, la inversión en infraestructura, puertos deportivos y su oferta inmobiliaria supera hoy los US1,500 millones. En relación con la fuerza laboral, se generan más de 2,500 empleos directos, entre capitanes de embarcación, marinos y personal del puerto. En este segmento es importante satisfacer al visitante, proteger el entorno marino y promover un desarrollo sostenible. Al hablar de desafíos es esencial armonizar la normativa vigente para hacer más competitiva nuestra regulación frente a otros destinos del Caribe más atrayentes en cuanto a matriculación y navegabilidad de las embarcaciones, además de fortalecer y diversificar la infraestructura náutica. Otro aspecto es la operatividad y los protocolos de llegada y salida de estas embarcaciones, lo cual implica promover su cumplimiento y la seguridad de nuestros visitantes.



¿Qué significa Samaná para usted? ¿Cree que Puerto Bahía hubiera sido igual en otra zona del país?
Samaná es muy especial para mí, pues Puerto Bahía nace en terrenos que formaban parte de la finca de mi familia. Su belleza natural, su autenticidad, su composición entre playa y montaña la convierten en una de las zonas más valiosas del país. Puerto Bahía no hubiera sido igual en otro lugar. Su concepto y su esencia están ligados al entorno único de Samaná. El proyecto fue pensado para integrarse a ese paisaje, a su comunidad y a su ritmo de vida. Es precisamente Samaná lo que le da a Puerto Bahía su identidad.
¿Qué estrategias se están implementando para aumentar la llegada de turistas de mercados emergentes?
Una sólida estrategia de mercadeo y promoción busca aumentar la visibilidad internacional para atraer más turistas, y se enfoca en mercados emergentes, en especial América Latina. Esto incrementa el flujo de visitantes e impulsa la inversión hotelera, además de generar mayor ingreso, empleo y desarrollo para las comunidades, lo que reduce la dependencia de mercados tradicionales. La conectividad es fundamental, ya que facilita el acceso con más vuelos directos, tarifas competitivas y mayor frecuencia desde estos mercados clave. Los resultados validan este enfoque: los turistas colombianos no residentes crecieron de 54 mil en 2018 a 173 mil en 2024; Puerto Rico de 70,995 a 124,305. México, Perú y Ecuador mostraron aumentos similares.
¿Qué iniciativas o proyectos posee Asonahores para impulsar un turismo más sostenible y equitativo?
Promovemos la inclusión y sostenibilidad de nuestro sector a través de iniciativas clave. El Programa de Formación e Inclusión Laboral, por ejemplo, integra al empleo hotelero a personas con discapacidades físicas e intelectuales. Este les ofrece formación y pasantías supervisadas y sensibiliza a empresas y familias, lo cual crea un entorno inclusivo que facilita su inserción exitosa. De igual forma, colaboramos con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para promover productos agrícolas locales y fortalecer el vínculo entre el turismo y el sector agroalimentario. En la zona norte tenemos un programa con el Centro de Desarrollo Integral de la Mujer (CEDI-Mujer) e Infotep que forma mujeres en situación vulnerable como auxiliares de servicios de alimentos y bebidas; ellas realizan pasantías en hoteles y restaurantes con el fin de mejorar su calidad de vida.
DE CERCA
Para Juan «Papo» Bancalari la vida fluye entre dos mundos: el ecuestre y el náutico. El primero representa una pasión familiar y deportiva de gran tradición. El segundo es un modelo turístico clave que diversifica la oferta del país y permite que converjan el sol y playa, el turismo de alto lujo (hotelero o inmobiliario), el deportivo y el ecoturismo. Bancalari valora la oportunidad de trabajar con un modelo de negocio que promueva a República Dominicana y desate su gran potencial.