La Fundación Educativa Dominican Republic Jazz Festival (FEDUJAZZ) se formó a raíz del Dominican Republic Jazz Festival, evento que se celebra desde hace más de 17 años, y que hasta 2013 era organizado por un grupo de voluntarios. Uno de sus fundadores fue Lorenzo Sancassani. Fedujazz tiene como objetivo celebrar año tras año el Dominican Republic Jazz Festival con afamados músicos nacionales y extranjeros, así como intercambios con universidades e instituciones de educación musical como el Conservatorio de Música de Santo Domingo y el Berklee Global Jazz Institute de Boston. La entidad desarrolla programas gratuitos de educación musical para niños y adolescentes de escasos recursos, con lo cual contribuye a la formación de mejores seres humanos en las comunidades dominicanas a través de la música.

Fedujazz está conformada por un equipo comprometido con el desarrollo de la comunidad. La preside María Elena Gratereaux, y los demás miembros son Jennifer Kirkman, Anahid Avakian, Adolfo Faringthon, Mercedes Coste, Félix Corona, Ramón Vázquez, además de un grupo de voluntarios, entre ellos Cecilia Venel.

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Su principal objetivo es usar la música como un ente de cambio social, al proporcionarles a esos niños la posibilidad de acceder a educación musical gratuita en diversos instrumentos y permitirles desarrollar sus habilidades y valores dentro de su comunidad. “Tenemos el deseo de crear, a través de una actividad extracurricular, una sociedad más equitativa en esta zona rural, enfocándonos especialmente en jóvenes de escasos recursos”, señala la presidente de Feujazz, María Elena Gratereaux. “La educación musical aporta conocidos beneficios al desarrollo social, mental y emocional al ser humano, y a su vez también forma músicos profesionales”, añade.

Beneficios para todos

“Fue en 2012 que se constituyó legalmente la fundación luego de la implementación de los programas musicales continuos que se imparten durante todo el año a niños de bajos recursos”, explica María Elena. El Dominican Republic Jazz Festival imparte talleres y máster clases durante los cuatro días del programa. Es un evento que beneficia a todo el país, debido a que atrae a un gran número de turistas nacionales y extranjeros gracias a la proyección internacional y su alcance.

El nuevo espacio físico en el que radica Fedujazz en Cabarete aspira a convertirse en un centro cultural para la comunidad, que incluirá clases y exposiciones de arte. “Con él se beneficia toda la comunidad y de manera directa a 100 niños, 51 que actualmente reciben educación musical gratuita, y 49 que iniciaron a principios de junio”, señala la presidente de la fundación. Además, Fedujazz colabora con la Casa de Arte de Sosúa en el sostenimiento del programa de cuerdas, del cual se benefician 24 niños con clases de violín y chelo todos los lunes desde hace un año.

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Actualmente, 40 mujeres reciben clases de bisutería y fabricación de collares, una idea que surgió de las madres de los estudiantes del programa de música, ya que muchas de ellas esperan en el centro mientras los niños se encuentran en clases. Esto es posible gracias a la colaboración con INFOTEP.

Una fundación inclusiva

“Para seleccionar los estudiantes en un principio se hizo una audición pero al final los tomamos a todos y ampliamos a 50 el plan inicial de solo tomar 24 niños. Se imparten dos tandas de clases, martes y sábado”, explica María Elena. El centro está abierto para todos los infantes en edades de entre siete y diecisiete años interesados en la música y que cumplan estrictamente el horario de clases. “Una vez se completan grupos de 24 niños comienza el programa, que en una primera etapa consiste en tres meses de iniciación a la música para luego pasar a las clases de instrumentos”.

Los talleres que son celebrados durante el festival son impartidos por los músicos nacionales y extranjeros que se presentan durante los cuatro días que dura el evento. Una condición para tocar en el festival es que los artistas impartan un taller. En cuanto al programa educativo, para iniciar deben ser maestros calificados con dominio del idioma español. “En el futuro podremos integrar a voluntarios, previo proceso de depuración, pues estamos en una zona turística con muchos extranjeros y dominicanos que tocan instrumentos a un alto nivel, pero por el momento necesitamos solo personas con experiencia pedagógica en el área musical”, expresa María Elena.

Además de tener la suerte de contar con músicos mundialmente conocidos que ponen el festival en el ámbito internacional, y hacerlo por sumas muy moderadas, tomando en cuenta el objeto social del festival, por lo general todos los músicos tienen experiencia con talleres educacionales. Al contratarlos también se les incluye un taller musical gratuito o visitar un centro que puede ser de niños abandonados para interactuar con ellos y llevarles un poco de alegría, como sucede desde hace dos años con el centro de niños abandonados Mustard Seed. Aunque no hay ni tiempo ni espacio para todos los músicos, ya que son decenas, se imparten aproximadamente ocho talleres en cuatro días, incluidos talleres de alto nivel a músicos ya formados que vienen a aprender de los afamados músicos y maestros que nos visitan.

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Después de los talleres

Los talleres concluyen durante los días del festival, pero según la presidente de Fedujazz, los niños que participan del programa de educación musical continua –iniciado este año– y que demuestran interés y aptitud, pueden elegir si deciden tener una carrera musical profesional. El objetivo es que la fundación pueda canalizar el estudio avanzado y continuar dando soporte a los estudiantes, quienes también podrán integrarse al centro y colaborar en sus comunidades, en especial con el proyecto de ensambles y formación de bandas.