Por Adrian R. Morales
Santo Domingo.- El Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) presentó el libro Gestión y liderazgo desde las emociones, de Bismar Galán, en un acto que congregó a figuras del ámbito académico, gestores educativos, representantes del sector público y autoridades de la institución. La obra, publicada bajo el sello editorial de ISFODOSU, se proyecta como una contribución sustantiva al debate contemporáneo sobre el liderazgo pedagógico, al situar la dimensión emocional en el centro de la gestión educativa.
El autor, con una trayectoria de casi cuatro décadas en la dirección y el acompañamiento institucional, explicó que este trabajo nació de su experiencia como vicerrector ejecutivo del recinto Urania Montás, en San Juan de la Maguana. Galán, actual director de Posgrado y Educación Permanente del Instituto, relató que, en principio, su intención fue escribir un artículo testimonial, pero el impulso y las observaciones de colegas y superiores lo llevaron a ampliar su mirada hacia un libro que reúne vivencias, reflexiones y herramientas de gestión aplicables a distintos niveles del sistema educativo.
En el acto, Galán manifestó su agradecimiento a ISFODOSU y, de manera especial, a su rectora, la doctora Nurys del Carmen González Durán; al equipo del Departamento de Publicaciones —Miguelina Crespo, Adrian Morales, Vilma Martínez, Julissa Ivor Medina y Yelitza Sosa— por el estímulo y el acompañamiento en el proceso editorial; y al doctor Miguel J. Escala, prologuista de la obra, por su amistad, constancia y compromiso.
Reconoció, además, que su pensamiento se ha nutrido de las virtudes observadas en colegas y mentores a lo largo de su carrera, a quienes agradeció por haber modelado en él una forma de liderazgo más humana, empática y reflexiva. «No gestionamos instituciones, procesos ni personas; gestionamos emociones», afirmó con énfasis, y esa frase resume el núcleo filosófico del texto.
El liderazgo como experiencia humana
Durante la presentación, la rectora de ISFODOSU, doctora Nurys González Durán, destacó la relevancia del libro como una contribución que invita a repensar los modelos de liderazgo en el ámbito educativo. Subrayó que la gestión institucional requiere no solo de conocimientos técnicos, sino también de una comprensión profunda de la dimensión emocional que guía las decisiones y las relaciones humanas.
En palabras de la rectora, Gestión y liderazgo desde las emociones representa una propuesta innovadora que reivindica la importancia de la inteligencia emocional en la dirección de los centros educativos. La obra ofrece, a su juicio, herramientas concretas para fortalecer la comunicación, resolver conflictos y motivar a los equipos de trabajo, al tiempo que fomenta una cultura de respeto y colaboración dentro de las comunidades escolares.
La rectora resaltó, además, el aporte del autor al desarrollar lo que denomina el “Algoritmo dinámico del liderazgo emocional”, que reúne siete dimensiones esenciales: conocerse, conocer, comprometer, acompañar, involucrar, motivar y reconocer. «A través de ese modelo, Galán brinda una guía útil para quienes aspiran a ejercer una gestión educativa más humana y eficiente».
González Durán señaló que el libro constituye una herramienta valiosa para consolidar ambientes laborales colaborativos y emocionalmente saludables. «Desde el ISFODOSU reafirmamos nuestro compromiso con la excelencia y la formación de líderes capaces de transformar la educación desde el corazón y con la razón», concluyó.


Gestión emocional, una urgencia para la educación actual
El prologuista, el doctor Miguel J. Escala, una de las figuras más influyentes en la educación superior en República Dominicana, precisó que comprender y aplicar las ideas de Gestión y liderazgo desde las emociones requiere contextualizar el momento actual de la educación, marcado por nuevas demandas sociales y por la necesidad de resultados sostenidos. Destacó que la sociedad ya no se limita a reclamar mayor presupuesto, sino que exige calidad, seguimiento y rendición de cuentas. «En ese escenario, los gestores educativos deben integrar la dimensión emocional a la planificación y la toma de decisiones, si aspiran a transformar las escuelas en espacios de aprendizaje efectivo y convivencia sana», expuso.
De acuerdo con el prologuista, esta obra responde a las urgencias del presente, al ofrecer un enfoque que combina teoría, práctica y herramientas concretas sustentadas en la mente, el corazón y la voluntad. «Las respuestas que requiere nuestro sistema educativo ameritan poner a funcionar las mejores conceptualizaciones, las más fuertes ansias y las más comprometedoras ganas», afirmó Escala, y consideró que Galán aporta un modelo integral y aplicable para directores, docentes, familias y estudiantes comprometidos con la transformación de la escuela.
El académico subrayó la relevancia de este enfoque al vincular la gestión educativa con las ciencias emocionales, un campo poco explorado en el liderazgo escolar dominicano. En sus palabras, esta perspectiva promueve una reflexión necesaria: entender que dirigir no se reduce a planificar, sino a inspirar. Por eso afirma que el libro constituye «una guía para liderar con empatía, valentía y visión».
El acto de lanzamiento, celebrado en un ambiente de entusiasmo y reflexión, fue también un testimonio del vínculo entre experiencia y conocimiento, entre gestión y sensibilidad. Las intervenciones recordaron que las escuelas no son estructuras inertes, sino comunidades donde conviven emociones, aspiraciones y conflictos. En ellas, el liderazgo emocional no es un adorno teórico, sino una competencia esencial para el éxito institucional y la formación integral de los estudiantes.


Un modelo para transformar la cultura educativa
El libro de Galán propone un enfoque que desafía las prácticas tradicionales de la gestión educativa. A diferencia de los manuales centrados en procedimientos y normativas, esta obra privilegia la dimensión emocional como fuente de sentido y eficacia. Su tesis fundamental sostiene que el liderazgo se legitima cuando el gestor comprende y maneja sus propias emociones, y logra reconocer las de los demás para construir ambientes de respeto, colaboración y entusiasmo.
El autor examina el liderazgo emocional desde la autoconciencia, la empatía, la motivación, la comunicación asertiva y la autorregulación. Cada uno de estos elementos se presenta con ejemplos, recomendaciones y casos que ilustran su aplicación práctica en el aula y en la gestión institucional. En uno de los capítulos más relevantes, Galán aborda la resolución de conflictos, tema que considera inevitable en toda comunidad escolar. Señala que los desacuerdos pueden convertirse en oportunidades de aprendizaje cuando se abordan desde la comprensión y el respeto mutuo. Propone sustituir la lógica punitiva por la mediación emocional, y sustituir la imposición por el diálogo que busca acuerdos sostenibles.
El texto también resalta la importancia del entusiasmo como energía transformadora en el liderazgo. El autor afirma que una directora o un director entusiasta genera un efecto multiplicador en su entorno: el compromiso, la creatividad y la motivación se expanden en los equipos cuando la autoridad se ejerce con alegría y convicción. En esa línea, recomienda enseñar con el ejemplo, mantener la coherencia entre el discurso y la acción, y cultivar la confianza como valor institucional.
La comunicación ocupa un lugar central en su propuesta. Galán sostiene que la forma de comunicar define la calidad de las relaciones dentro de una institución. La transparencia, la claridad y el respeto son, según explica, los pilares de la gestión emocional. Recomienda abrir espacios permanentes de diálogo, encuestas de clima laboral y mecanismos accesibles para recoger inquietudes o sugerencias. «Una gestión que escucha genera pertenencia y compromiso», enfatiza el autor
La obra dedica también un espacio al autocuidado de quienes lideran. Reconoce que la gestión escolar implica tensiones y cargas emocionales que pueden afectar el bienestar personal. Por ello, invita a las instituciones a crear programas de acompañamiento psicológico y espacios para el descanso, como parte de una cultura que valore la salud emocional de su personal. «No se puede guiar con serenidad si el propio líder vive bajo el peso del agotamiento», advierte el autor.


Una apuesta por humanizar la gestión educativa
Gestión y liderazgo desde las emociones concluye con una reflexión sobre el papel transformador de la educación cuando se orienta por la sensibilidad y el respeto. Galán afirma que no es posible aspirar a cambios profundos si no se reconoce la centralidad de las emociones en el aprendizaje y en la convivencia. En su visión, el liderazgo emocional es un acto de servicio que se sostiene en la humildad, la coherencia y la voluntad de construir comunidades educativas más humanas.
En un tiempo en que los sistemas escolares enfrentan desafíos de adaptación, desigualdad y desgaste emocional, la propuesta de Galán adquiere un valor especial. Su libro convoca a una reflexión ética sobre el papel del líder en la escuela y reivindica la educación como un espacio de encuentro, y la gestión como un ejercicio de sensibilidad.
Al presentar esta obra, ISFODOSU reafirma su compromiso con una formación docente que trasciende los límites técnicos y abraza una visión integral del liderazgo. La invitación final del autor resume la esencia de su mensaje: «Gestionar desde las emociones es construir desde lo humano». En ese gesto, sencillo en apariencia, se encuentra quizás la clave para alcanzar escuelas más justas, solidarias y emocionalmente saludables.