El deseo de exhibir obras artísticas a un costo moderado en Nueva York crea en 2007 la necesidad de formar espacios de arte, los “pop up”. Una exposición emergente o pop up es un evento de arte temporal, menos formal que una galería o un museo. Permiten una experiencia más inmersa para el visitante, a diferencia de la mayoría de los museos tradicionales, y animan al espectador a interactuar con la obra de arte, lo cual fomenta el uso de la imaginación y creatividad.
En la última década han ganado popularidad, que en gran parte se debe al impacto causado en las redes sociales. Los pop up han llegado a tener tanto éxito que evolucionaron no solo a ser usados por artistas sino también por diferentes industrias dentro del mundo de los negocios.
Crear este tipo de experiencias significa organizar exposiciones temporales que se ejecutan por un tiempo limitado –por lo general de tres días a tres meses–, en un espacio no tradicional como una tienda, almacén o lote baldío. A pesar de su aparente fragilidad, implicada por la imagen de “aparecer”, como si salieran de la nada, la mayoría de las exposiciones emergentes tienen una intención comercial.
Una exposición emergente (pop up) también se puede utilizar para saber si un artista o producto en particular generará una audiencia o ventas. Por ejemplo, la famosa socialité e influencer Kyle Jenner abrió un pop up con su línea de maquillaje y causó frenesí entre sus seguidores; a partir de esta experiencia Kyle Comestics se encuentra a la venta no solo en su página oficial de internet, también en la tienda física de Ulta Beauty y en máquinas de ventas en puntos estratégicos de Estados Unidos.
Los más exitosos pop up crean experiencias y lugares mágicos donde más que nada los milenials van en busca del espacio perfecto para una selfie. Vivimos en un tiempo donde la mayoría busca ver y automáticamente compartir. No pueden desligarse las redes sociales del éxito directo de este espacio de arte. Muchas de estas ventanas emergentes también generan conversaciones y debates sobre temas socialmente relevantes.
Casos de estudio
The Ice Cream Museum (MOIC) es un caso de estudio dentro de los pop up; se basa en instalaciones de arte interactivas, donde los visitantes pueden darse un chapuzón en una piscina llena de chispas multicolores y tomar selfies con esculturas de paletas gigantes. Es un lugar para vivir tus sueños de Instagram y tomar fotos para las redes sociales. El MOIC abrió sus puertas por primera vez durante 45 días en Nueva York en 2016 antes de dirigirse a Los Ángeles, San Francisco, Miami Beach (cada uno por un tiempo limitado) y hoy posee dos locales fijos, en San Francisco (California) y Nueva York, aparte de disponer de una línea de helados para Target, una línea de maquillaje en colaboración con Sephora y su propia línea de productos MOIC.
Otros pop up que han tenido éxito son Happy Place, 29 Rooms, CandyTopia y Rosé Mansion, y marcas como Adidas, YSL, Armani, Fendi, entre otras, han creado sus propias experiencias a la hora de lanzar nuevos productos.
En el plano local el Ministerio de Turismo presentó en 2019 su propio concepto bajo el nombre de “Fun House Pop up” en el céntrico Chelsea Market de Nueva York y jugó con las palabras POP para dar a conocer e invitar al público extranjero a Puerto Plata, conocida por la abreviatura POP; para ello utilizó el lema oficial del ministerio “Puerto Plata lo tiene todo”.
Los pop up y los milenials
¿Por qué los pop up han generado tanto revuelo? Porque la mayor población de compradores y consumidores en la actualidad son milenials que están sumergidos en las redes sociales y buscan compartir experiencias inolvidables en ellas; el 72 % de ese segmento reporta haber comprado ropa, productos de belleza o visitado un lugar a partir de recomendaciones en Instagram.
Entonces a la hora de crear un pop up lo mejor es crear una experiencia. Doug Stephens, fundador de The Retail Prophet, se centró en la importancia de las experiencias e historias en Voices, la innovadora conferencia de la industria de la moda celebrada por The Business of Fashion: “Las tiendas no pueden ser solo sobre la distribución de productos. Deben ser sobre la distribución de experiencias: menos tiendas, más historias”.
Más que nunca la célebre cita de Maya Angelou describe la actualidad y lo que han venido a brindar los pop up: “La gente puede no recordar exactamente lo que hiciste o le dijiste, pero siempre recordarán cómo los hiciste sentir”.
Por Massiel Caraballo
Ig: @massielcc