Neiba, ciudad cabecera de la provincia de Bahoruco, es parte de lo que en República Dominicana se denomina el “sur profundo”. Situada en las proximidades de la Sierra de Bahoruco y a ocho kilómetros del Lago Enriquillo, es famosa, sobre todo, por sus uvas.
Esta localidad es la única en el mundo donde se registran dos vendimias al año, en julio y en diciembre. Existen aquí 23 variedades de uvas, una original de nuestro país y 22 provenientes de Italia, España y Chile, que se han adaptado muy bien a nuestro clima y al suelo de la zona.
En los últimos años enólogos y administradores de bodegas de vino de Italia han llegado hasta nuestra geografía para ofrecer asistencia técnica en cuanto a siembra y mejora de cepas y procesamiento de la uva para fabricar vino, entre otros temas relacionados con el mundo vitivinícola.
Pero esta zona es mucho más que viñedos. La Villa de Neiba, fundada en 1735 por los españoles, ha crecido grandemente en los últimos 50 años. Antes de la conquista, Bahoruco pertenecía al cacicazgo de Jaragua. Durante la colonia sus lomas fueron refugio de negros cimarrones que huían de la esclavitud. El 13 de marzo de 1844 tiene lugar en este escenario, en la Fuente del Rodeo, el primer encuentro entre las fuerzas haitianas pertenecientes al ejército que entraba rumbo a Neiba y las milicias dominicanas comandadas por Fernando Taveras.
Neiba fue ocupada el 19 de diciembre de 1855 por el ejército haitiano, y dos días más tarde, en las cercanías de la villa, en Cambronal, el general Francisco Sosa y sus hombres obtuvieron una contundente victoria sobre los invasores.
Lago Enriquillo
Ubicado entre las sierras de Neiba y de Bahoruco, el lago Enriquillo es una de las mayores atracciones del “sur profundo”, a pesar de su desenfrenado crecimiento, que ha desplazado a más de diez mil familias. Con una superficie de 26.500 hectáreas y unos 40 metros por debajo del nivel del mar, el Parque Nacional Lago Enriquillo posee una vegetación semiárida de bosque seco, aguas muy saladas y manantiales. En sus inmediaciones abundan las plantaciones de coco, mango y guineo.
Es una de las áreas protegidas del país y el mayor lago en el Caribe insular. La belleza de los recursos naturales de esta zona constituye un atractivo turístico que el viajero no debe dejar de visitar. Uno de los puntos de mayor interés es la “Azufrada”, famosa por su piscina natural de agua con alto contenido de azufre a la que se le atribuye propiedades curativas.
En los “Borbollones”, otro atractivo impresionante y a la vez sensible, se pasean los cocodrilos de diferentes edades y aves acuáticas. El lago Enriquillo es el único hábitat del Cocodrilo americano (Cocodrylus acutus). Para quienes gustan de observar aves, la bahía de Boca de Cachón ofrece un espectáculo de flamencos, cucharetas y varias especies de garzas.
Los arrecifes de Postrer Río, un mirador natural al borde de la carretera, nos regala una vista panorámica del lago. El balneario “Las Marías”, un manantial de aguas cristalinas que brota en la misma orilla de la carretera, invita a un chapuzón, sobre todo en estos meses de intenso verano.
El nombre del lago hace honor al cacique taíno Enriquillo, “Libertador de Quisqueya”, quien se sublevó contra los españoles en esa zona. Según los historiadores, fue esposo de Mencía, hija de la princesa Higuemota, quien fuera nieta de la reina taína Anacaona y el cacique Caonabo.
El Parque Nacional Lago Enriquillo y los parques nacionales Jaragua y Sierra de Bahoruco constituyen la zona de reserva de biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el 6 de noviembre de 2002. El lago fue declarado como sitio modelo de la Convención para la Conservación de los Humedales (RAMSAR), de la que República Dominicana es uno de los países signatarios.
Por Franz B. Comarazamy
Periodista
fcomarazamy@gmail.com