Filippo Chiaramida no habla de levantar edificios, sino de crear comunidad. Cuando fundó Grupo Domis en 2006, lo hizo con la convicción de que era posible construir hogares con sentido, desarrollos urbanos que respetaran el entorno natural y fortalecieran la vida local. «Queríamos los espacios que desearíamos para nuestras propias familias y las futuras generaciones», afirma. Así nació esta empresa que hoy se proyecta como una de las grandes impulsoras del crecimiento ordenado y sostenible en Dominicus Bayahíbe.
La elección del lugar no fue casual. Dominicus ofrecía, según Chiaramida, una autenticidad difícil de encontrar: cercanía a la playa Bandera Azul, tranquilidad, gente cálida y una ubicación privilegiada. Todo eso convirtió a este «pueblito encantador» en el escenario ideal para una apuesta a largo plazo.
Al principio los retos eran evidentes: falta de infraestructura, dudas por parte de los inversionistas y poco posicionamiento del destino. Pero la estrategia fue clara desde el primer día: construir con estándares elevados, generar confianza y mantener el compromiso más allá de la venta. Esa fórmula convirtió a Domis en un nombre sólido dentro del desarrollo turístico residencial del este dominicano.

Arquitectura consciente y crecimiento con responsabilidad
Hoy, Grupo Domis desarrolla dos grandes complejos: Estrella Garden Village, ubicado en el centro de Dominicus Americanus, y Emerald Cove, con acceso directo a la playa. Ambos proyectos incorporan principios de diseño funcional, materiales de bajo mantenimiento, vegetación autóctona y una integración visual con el entorno. «Nos enfocamos en desarrollar proyectos que sean sostenibles no solo en lo ambiental, sino también en lo social y económico», señala su fundador.
El compromiso con la calidad se traduce en detalles técnicos. Normas antisísmicas, alianzas con firmas europeas como Antalia Cocinas e Art Ceram, y materiales importados desde Italia elevan el estándar constructivo de los proyectos. Además, se ha incorporado a Tuscania como proveedor de revestimientos, con lo que se busca unir estética, durabilidad y adaptación al clima caribeño.
Para Chiaramida, el crecimiento de Domis no puede desligarse del bienestar colectivo. Se eligen terrenos con criterio ambiental, se protegen áreas verdes y se crean servicios pensados para residentes y turistas por igual: senderos, espacios comunes y zonas comerciales que suman valor sin saturar
el entorno.
La certificación Bandera Azul que ostenta la playa Dominicus también ha jugado un papel clave en la valorización del destino. «Ha sido un sello de confianza que ha influido directamente en la decisión de compra de muchos inversionistas», expresa Chiaramida.
Más que viviendas: comunidad, servicio y legado
Domis no se limita a construir. También gestiona el mantenimiento integral y el alquiler de las propiedades que desarrolla, lo cual representa un valor añadido para los clientes, muchos de los cuales no residen todo el año. «Cuidamos la propiedad como si fuera nuestra», afirma su fundador, al tiempo que subraya la importancia del servicio posventa para generar vínculos duraderos con los compradores.
En los últimos dos años el perfil del cliente ha evolucionado. Hoy, el inversionista busca propósito y calidad de vida. Familias jóvenes, trabajadores remotos y personas interesadas en experiencias auténticas están redefiniendo
el turismo residencial. En palabras de Chiaramida: «El lujo ahora se mide más en experiencias, sostenibilidad y comunidad que en metros cuadrados».
Además del desarrollo inmobiliario, Domis ha impulsado restaurantes, tiendas, bares y clubes de playa que dinamizan la zona y fortalecen su identidad. Iniciativas como Esmeralda Beach Club o Terracita de Eco complementan la oferta residencial y transforman los proyectos en comunidades vivas. La reciente alianza con La Estancia Golf & Country Club refuerza esta visión integral, en la que lo urbano, lo gastronómico y lo comercial se entrelazan de manera natural.
La empresa apuesta por modelos de administración comunitaria participativos y profesionales, con normativas claras, estrategias de valorización continua y herramientas tecnológicas que faciliten la gestión transparente. «Aspiramos a
lograr la aprobación de un master plan que garantice un desarrollo ordenado, sostenible y coherente», explica.
Si bien por ahora el enfoque de expansión se mantiene en Dominicus y zonas cercanas como La Estancia Golf & Country Club, Chiaramida no descarta futuras proyecciones. La prioridad es seguir creciendo con impacto, no por volumen.
La pandemia transformó el turismo, y Domis lo entendió pronto. Sus desarrollos incorporan elementos que fomentan
el bienestar, la conexión con la comunidad y la valorización del entorno. Desde el ornato vial hasta la creación de estacionamientos, el impulso a un colegio o la mejora de la playa pública, el compromiso con el territorio es palpable.
«Queremos que se nos recuerde no solo por lo que hicimos, sino por cómo lo hicimos: con responsabilidad, pasión y un profundo respeto por esta tierra que nos inspira todos los días», concluye Filippo Chiaramida. Y en ese mensaje está resumido el legado que Grupo Domis aspira a dejar en Dominicus, Bayahíbe, y en el turismo dominicano.
Sadam Morales González
Redactor





