La Fundación Domínico Alemana rindió homenaje a su fundadora y principal colaboradora, la exembajadora alemana Erika Van Almsick, por su trayectoria de 50 años de labor a favor del sector de la salud, en especial en el municipio Nigua, de la provincia de San Cristóbal.
Desde su llegada a República Dominicana en 1960, Erika Van Almsick ha estado involucrada en la asistencia y ayuda a los pobres, primero con un dispensario médico en La Esperilla, al que apoyaba económicamente desde el extranjero. Sus visitas pasaron de ser de esporádicas a sistemáticas desde 1978, para convertirse en una fuente de soporte importante para la comunidad de los enfermos de Hansen, que quedaron desprotegidos luego del huracán David en 1979.
A través de sus gestiones construyó la actual Policlínica Nuestra Señora de Las Mercedes, en Nigua, la cual atiende a unos 100 pacientes cada día. También funciona un programa de educación y salud, denominado Tía Erika, que ofrece a 50 niños y niñas los beneficios de educación, alimentación y cuidados médicos.
En el acto, la presidenta de la Fundación, Belkys Palacios, resaltó las cualidades de Van Almsick e hizo entrega de una bandeja de plata con un texto que pone de manifiesto la admiración y el agradecimiento de sus integrantes. Erika, quien vino al país acompañada de su hija Ursula Van Almsick y su nieto Dominic, agradeció emocionada el gesto de sus colaboradoras y dijo sentirse privilegiada de ser en parte dominicana.
La labor humanitaria de Van Almsick ha sido reconocida dos veces por el gobierno dominicano. La primera vez como embajadora alemana en 1966, cuando recibió la condecoración de Duarte Sánchez y Mella por sus obras de asistencia social, y la Orden Cristóbal Colón por sus 50 años de labor humanitaria.
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