República Dominicana cuenta con todas las condiciones para desarrollar un turismo de multidestino de lujo, que muy difícilmente pueden hacer otros competidores, porque en el país se pueden ofertar paquetes o circuitos que incluyan la zona colonial, con toda su riqueza cultural, así como zonas de montaña, playas y exuberantes espacios naturales. Así lo expresó Polibio Schiffino durante su participación en la jornada inaugural de FODATUR 2013, donde definió el turismo de lujo como esencial para la diversificación del producto turístico dominicano.

Sin embargo, explicó que la concepción de turismo de lujo necesariamente no está familiarizada con majestuosas instalaciones de elementos costosos y sofisticados, como localizadas en las grandes metrópolis y capitales del mundo.

“La definición de lujo que quiero compartir y con la que más me he identificado es aquella que brinda al visitante un experiencia inolvidable que lo hace alardear cuando la vive, y tiene una historia extraordinaria que contar cuando regresa a su casa”, precisó Schiffino.

Esas historias –a juicio de Schiffino- no están cerradas a lo que tradicionalmente es lujo, sino que actualmente es mucho más amplia, porque tiene que ver con los gustos, preferencias y excentricidades de quienes se deciden a tener ese tipo de experiencias.

Las buenas experiencias se pueden encontrar en agroturismo, en turismo de montaña, de aventura y en el sol, la playa y en un campo de golf, explicó. “Podemos decir que el turismo de lujo ha evolucionado a un abanico más amplio de experiencias únicas e inolvidables donde el trato de la persona resulta su elemento esencial y diferenciador. Es ahí donde entra en juego la capacidad innovadora de los prestadores de servicios que dictan el camino de esta tendencia”, indicó el experto en turismo.

A su juicio, el turismo de lujo tiene la conveniencia de que trae un visitante de mayor poder adquisitivo con lo que la operación hotelera podrá hacer mejor frente a sus compromisos y obligaciones, pudiendo mantener en mejor estado físico sus instalaciones.

Igualmente, aclaró,  que aunque el turismo de lujo implica un menor volumen de visitantes que el tradicional, este requiere un mayor número de empleados por visitante debido al alto nivel de personalización y atención al cliente. Schiffino aseguró que la propuesta de lujo en el país ha ido en evolución y cada vez más tiene un mayor espacio, lo que ha hecho que grupos hoteleros tradicionales la hayan incorporado.

Puso como ejemplo de esta tendencia a Viva Resort, que ha incorporado Sublime Samaná, Grupo Punta Cana  con Tortuga Bay, Gran Ventana con Casa Colonial. También, Small Luxury Hotels of the World franquicia con más de cinco propiedades en el país, y es probable que ninguna otra marca o franquicia tenga igual o parecido número de hoteles pertenecientes a distintos propietarios.

Para Schiffino la evolución y el desarrollo del turismo de lujo en República Dominicana presenta una seria de oportunidades o retos, tanto a lo interno como lo externo.

Entiende que a nivel interno se requiere una alto nivel de capacitación de “nuestros recursos humanos para satisfacer de manera adecuada los requerimientos de un visitante de alta gama, más exigente que el tradicional”. Además, una adecuada infraestructura de comunicación terrestre y aérea para poder conectar los destinos que hay en el país facilitando la práctica del multidestino.

“República Dominicana cuenta con todas las condiciones para realizar un turismo de multidestino de lujo, que muy difícilmente pueden hacer nuestros competidores, se pueden desarrollar paquetes o circuitos que incluyan visitar la zona colonial con toda su riqueza cultural, así como zonas montañosas, de playas y de exuberantes espacios naturales”, expresó.

Schiffino reconoció el apoyo dado por el ministerio de turismo en el posicionamiento de este segmento del turismo a través de la participación en ferias especializadas como (ILTM) International Luxury Travel Market, así como patrocinando publicaciones en medios escritos destinados al turista de alta gama.

Schiffino es vicepresidente del Clúster Turístico de Barahona y propietario de Casa Bonita, complejo hotelero que incluye un hotel boutique concebido para ser un referente mundial en turismo sostenible. Asimismo, es miembro del Consejo de Directores de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES), donde ostenta el cargo de Tesorero.