Por Adrián R. Morales
Editor de Contenido Bohío
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La investigación educativa desempeña un papel esencial en el desarrollo y la mejora de los sistemas educativos en Latinoamérica. Al identificar problemas, desarrollar soluciones efectivas, optimizar la calidad educativa, generar conocimiento propio y fomentar la colaboración, este tipo de investigación tiene el potencial de impulsar un cambio positivo en la región.

Consciente de esta realidad, el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) celebra de manera periódica el Congreso Caribeño de Investigación Educativa (CCIE), que en su cuarta edición, realizada en octubre en Punta Cana –bajo el lema «Innovación para una educación de calidad»–, reunió a unos 400 expositores de 16 países de Iberoamérica.

Académicos de universidades de Colombia, España, Cuba, Puerto Rico, Ecuador, Brasil, Portugal, Costa Rica, México, Argentina, Perú, Panamá, Chile, Venezuela, Estados Unidos, Guadalupe y República Dominicana presentaron los resultados de sus investigaciones en nueve ejes temáticos: Prácticas innovadoras en los procesos de formación de formadores (27 ponencias); Procesos didácticos y de aprendizaje en las ciencias de la naturaleza (26); Procesos de orientación, inclusión y enseñanza en la escuela (27); Actividad física, deporte y salud en los ámbitos escolares (35); Tecnología de la información y comunicación en ámbitos educativos, Gestión, políticas y desarrollo educativo y Didáctica de la matemática educativa, con 27 ponencias cada una; además de los ejes Didáctica de la lengua y la literatura (24 ponencias), y Procesos didácticos de aprendizaje en las ciencias sociales (26 exposiciones).

Por cuarto año consecutivo, el congreso logró generar espacios de discusión y proliferación del conocimiento. En palabras de la rectora del ISFODOSU, Dra. Nurys del Carmen González, «es necesario un diálogo constante, compartir buenas prácticas y conocimiento, porque nuestra labor está llena de desafíos: formamos seres humanos para la vida, y eso es un compromiso permanentemente amenazado por los cambios sociales, económicos y políticos de nuestros países».

La cuarta versión del CCIE representa un hito en el compromiso del ISFODOSU con la investigación. A pesar de denominarse «caribeño», su alcance es mucho más amplio, y participan académicos y expertos del campo educativo de Iberoamérica. «A través del Congreso Caribeño de Investigación Educativa construimos puentes hacia la excelencia académica y la colaboración en el campo de la investigación entre nuestros países», puntualiza la rectora. 

Oradores de calibre

Entre los invitados especiales estuvieron la ministra de Deporte de Colombia, Astrid Bibiana Rodríguez, quien dictó la conferencia magistral Equidad de la mujer en la educación física, el deporte, la recreación y la actividad física en Colombia. En ella se refirió a la equidad de la mujer desde la investigación, las políticas públicas, los programas y los retos del sector. Además, socializó el proyecto Deporte por la Igualdad, con el cual el país suramericano se convirtió en el primero de América Latina en tener lineamientos de política pública para la equidad de género en el deporte.

La jornada de apertura del CCIE presentó dos conferencias magistrales, una sobre el impacto de la inteligencia artificial en la educación, a cargo del catedrático peruano Rafael Martínez Campoblanco, y otra sobre las tendencias y los retos internacionales en la formación permanente del profesorado para la investigación educativa, dictada por el catedrático Francisco Imbernón, de la Universidad de Barcelona, España.

En la jornada de clausura dictaron conferencias magistrales Francisco Javier Murillo, director de la Cátedra UNESCO en Educación para la Justicia Social de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), sobre cómo cambiar la escuela para lograr una sociedad más justa; y Oswaldo Lorenzo Quilmes, de la Universidad de Granada, España, cuyo tema versó sobre la interculturalidad en las aulas de educación obligatoria.

Un encuentro que se afianza y trasciende fronteras

Vladimir Figueroa, director de Investigación, reconoce que el congreso adquiere madurez y mayor alcance con cada edición. «El ISFODOSU siempre ha llevado a cabo eventos académicos. Anteriormente se denominaba Precongreso ISFODOSU-IDEICE. Al adquirir suficiente experiencia y mostrar avances en materia de investigación, nos independizamos del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE) y organizamos un evento académico con los más altos estándares».

En el congreso que patrocina ISFODOSU pueden participar los académicos que envíen trabajos de investigación que correspondan con los ejes temáticos. También pueden asistir oyentes. Los formatos aceptados son ponencias, conferencias magistrales y pósteres. El principal público objetivo lo conforman investigadores educativos, docentes y tomadores de decisiones.

Figueroa –ideólogo del evento– está convencido de que para mantener la relevancia del encuentro, a medida que evoluciona el panorama educativo y tecnológico en el Caribe es fundamental «incrementar la participación internacional y lograr más indexaciones del libro de actas del congreso». 

Por sus características, puntualiza Figueroa, «es un congreso llamado a convertirse en un punto de convergencia de la comunicación científica en el Caribe. La apuesta institucional del ISFODOSU ha sido el gran motor que lo impulsa como uno de los más relevantes congresos de investigación educativa en la región».

Investigación de vanguardia

Andrea Paz, vicerrectora de Investigación y Postgrado, identifica dos formas que contribuyen al posicionamiento del congreso y al avance de la investigación educativa en el Caribe y más allá. «Una de ellas es conectando investigadores talentosos, ya que las conferencias reúnen a personas con ideas afines, pero también a mentes divergentes. Es como un experimento intelectual de fusión».

La maestra señala que este choque de perspectivas «da lugar a avances y nuevas direcciones de investigación que, en el caso del Caribe, pueden poner en el escenario internacional nuestras necesidades de investigación, que no son las prioridades de los países desarrollados». 

Según Paz, el CCIE se traduce en inspiración y motivación, pues asistir a una conferencia imprime energía a los investigadores. «Escuchar a colegas apasionados hablar de sus proyectos o asistir a charlas inspiradoras puede encender nuevas chispas creativas. Las conferencias pueden ayudar a mantener la motivación y el entusiasmo, algo esencial en la investigación de vanguardia».

Un congreso de investigación educativa deja un legado significativo en la comunidad educativa al promover la investigación, el intercambio de conocimientos, la innovación, el desarrollo profesional y la mejora de la educación en la región. También puede tener un impacto en la toma de decisiones y en la formulación de políticas educativas.

Inversión sostenible, calidad, innovación

La variedad de instituciones académicas y de países representados, junto con la cantidad y calidad de las ponencias expuestas, fue satisfactoria en gran medida, considera David Capellán, director de Desarrollo Profesoral del ISFODOSU. «Podríamos extraer lecciones importantes de cada eje temático; sin embargo, a modo de resumen, puedo señalar que la inversión sostenible en educación es esencial para el desarrollo a largo plazo. La falta de recursos adecuados puede obstaculizar la calidad de la educación. Políticas que promuevan la asignación de fondos suficientes y eficientes para la educación, junto con la transparencia en el uso de estos recursos, son cruciales para garantizar un sistema educativo sólido y equitativo».

Otro punto que destaca Capellán es que las políticas educativas deben ser inclusivas y equitativas. «Esto implica garantizar el acceso a una educación de calidad para todos, independientemente de origen socioeconómico, género, etnia o discapacidad. Las políticas que promuevan la inclusión y la equidad son esenciales para reducir las brechas educativas y permitir que cada estudiante alcance su máximo potencial».

Publicaciones de excelencia 

La actividad editorial del ISFODOSU forma parte de su estrategia y es coherente con su misión de «ser el referente en la formación de profesionales de la educación», lo que le compromete a buscar soluciones a los problemas educativos a través de la investigación científica. Los asistentes al congreso comprobaron de primera mano la calidad del catálogo editorial del Instituto, a través de la exposición de numerosos ejemplares impresos (también están disponibles en la plataforma digital publicaciones.isfodosu.edu.do, a la que se puede acceder de manera gratuita). 

Para Miguelina Crespo, encargada de Publicaciones, eventos como el CCIE contribuyen a la divulgación y exposición de los productos editoriales del ISFODOSU. «El congreso es una oportunidad para que se conozca la calidad de los contenidos que se editan en la institución y por el poder multiplicador del evento en sí, ya que, al acudir un público diverso, el catálogo puede llegar a horizontes internacionales».

El público tuvo acceso a la Revista Caribeña de Investigación Educativa (RECIE), la Colección Clásicos Dominicanos (series Narrativa y Ensayo), así como a recientes publicaciones puestas en circulación en la pasada Feria Internacional del Libro de Santo Domingo: El crisol y la criba. Relatos de aprendizaje (del profesor Manuel Matos Moquete, Premio Nacional de Literatura), y los catálogos de peces arrecifales del Acuario Nacional y de aves del Zoológico Nacional, ambos como fruto de la maestría en Biología orientada a la Enseñanza y la Investigación (en titulación conjunta entre el ISFODOSU y la Universidad ISA).