La asombrosa ciudad de Las Vegas, en el estado de Nevada, representa para el turista aventurero un destino obligatorio.
Pasar unos días en esta fascinante urbe significa dejar que la adrenalina haga de las suyas ante la magia, el derroche de opciones de entretenimiento y los excitantes ambientes.
Pasar unos días en esta fascinante urbe significa dejar que la adrenalina haga de las suyas ante la magia, el derroche de opciones de entretenimiento y los excitantes ambientes.
Esta ciudad, la más vibrante del estado, además de ser albergue de gran cantidad de casinos –disponibles en su mayoría en los grandes y famosos hoteles–, ofrece un sinnúmero de actividades que la convierten en destino vacacional para todas las edades y donde es posible crear recuerdos gratos y memorables que han ido diluyendo aquel famoso lema de: “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”.
Más que la ciudad del pecado
Dos conceptos la definen con fidelidad: entretenimiento y diversión. Estos calificativos han tenido la capacidad de mantenerse en el tiempo y alcanzan tal magnitud, que van en consonancia con las exigencias de los más de 37 millones de turistas que la visitan cada año. En 2011 la visitaron 38,9 millones, de los que alrededor de 6,5 millones eran extranjeros. De cumplirse las previsiones, 2012 se convertirá en el nuevo año récord de visitas, al superar la barrera de los 40 millones. Ello es un ejemplo de cómo la ciudad ha ido reorientando su propuesta hacia opciones más sanas, universales y familiares, al conjugar otros factores que se escapan del juego, el alcohol, las bodas al vapor y el desenfreno.
Hoy Las Vegas se presta para el esparcimiento de grandes y chicos. Uno de sus encantos más relevantes es El Strip, hechizante vía de cinco kilómetros y con actividad las 24 horas, considerada como la arteria principal de la ciudad. Esta avenida, transitada y fotografiada hasta la saciedad, reúne variadas atracciones de renombre mundial, además de poseer el importante centro comercial Fashion Show Mall.
La calle Fremont, segunda en relevancia, seduce al turista con una asombrosa mezcla, ya que en ella confluyen la zona antigua de la ciudad y el moderno espectáculo Fremont Street Experience, que sincroniza luces y sonidos. La pantalla situada en la bóveda tiene más de 12 millones de bombillas LED y 220 altavoces. En ella se representan por las noches diversas escenas que evocan a Las Vegas.
No se escapan a la seducción de esta inigualable ciudad los viajeros que quieren explorarla y anotarla en su bitácora de atracos placenteros. A veces escatimamos recursos pensando que es un destino caro y se aleja de la premisa “bueno, bonito y barato”. Vivir Las Vegas puede parecer una excesiva suma de dinero desde el arribo hasta la partida; sin embargo, existen otras maneras de adentrarse en esta experiencia y disfrutarla al máximo sin que el factor económico represente un dolor de cabeza.
Es posible pernoctar en hoteles de lujo que tienen habitaciones con precios asequibles y se ajustan a las comodidades requeridas para el descanso y la reposición energética del cuerpo. Ir de compras por artículos de reconocidas marcas no es problema, y menos cuando el acceso a los Premium Outlets cuesta cinco dólares en un ómnibus que se toma en El Strip y se encarga de llevarnos y traernos.
Presenciar chorros de agua iluminados que se elevan a más de 50 metros al compás de melodías de Elton John, Whitney Houston, Bocelli, Pavarotti y otros grandes artistas, es una vivencia que sólo las fuentes del emblemático hotel Bellagio nos regalan. Una atractiva opción de Las Vegas es la montaña rusa Manhattan Express, en el hotel New York New York, que a pesar de no tener las mismas dimensiones que las de otros parques temáticos, el simple hecho de fluir entre edificios hace que la sensación de altura se agudice.
Cuando de probar suerte se trata, las máquinas tragamonedas son la mejor propuesta, pues brindan la facilidad de jugar hasta el cansancio, incluso protegiendo el bolsillo, ya que las hay de distintas denominaciones y podemos elegir la que más nos convenga. Entre las bondades sin costo alguno figuran las funciones pirotécnicas de piratas y acróbatas frente al hotel Treasure Island y los espectáculos del hotel Circus Circus. Otro programa que entra en el abanico de opciones es la exhibición de los leones en el MGM Grand. Un grueso cristal separa a las fieras de los espectadores.
Atracciones naturales
También tienen su público las atracciones naturales, con ofertas tentadoras cuando disfrutar al aire libre lidera los gustos del viajero. Entre las propuestas están el Gran Cañón del Colorado, finalista de las maravillas naturales del mundo y al que se puede acceder a través de excursiones en avioneta o helicóptero; la Presa Hoover, sorprendente construcción del siglo XX y que se encuentra en la lista de las de mayores dimensiones del mundo; el Valle de Fuego, fascinante ambiente del período cretáceo, bautizado así por el aspecto rojizo de sus rocas, un sitio ideal para quienes disfruten el senderismo y acampar, pues aquí podrá emprender un viaje en el tiempo a través de los petroglifos y pictografías indígenas que se conservan en los montículos fosilizados. Sus peculiares características geológicas le dan a esta región una apariencia casi extraterrestre, por lo que ha sido escenario para varias filmaciones de Hollywood, como la serie televisiva “StarTrek”. En la lista de lugares a visitar no deben faltar el lago Mead y el Red Rock Canyon.
De 1940 al siglo XXI
Cuentan que el origen de Las Vegas data de los años cuarenta cuando el conocido gánster Bugsy Siegel se dio a la tarea de cumplir su sueño de construir un oasis de juegos de apuestas en medio del desierto de Mojave en el sur del estado de Nevada. En 1946 erigió un lujoso complejo hotelero al que llamó Flamingo. Falleció al año siguiente pero su legado de lujosos hoteles y casinos continuó por muchas más décadas y hoy es uno de los grandes destinos turísticos del mundo.
Sus hoteles destacan entre los más grandes de Estados Unidos, y todos juntos suman unas 130.000 habitaciones. En la cartera de ofertas de alojamiento están los temáticos: Paris, New York New York, The Venetian y Luxor, que contienen en su infraestructura réplicas, en menor proporción, de reconocidos íconos como la torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, la Capilla Sixtina y una pirámide egipcia, respectivamente. El Flamingo, el hotel de lujo más antiguo, fue el escenario en 1960 de la versión original de “Ocean’s Eleven”; el Bellagio, de los más caros de la ciudad, y el MGM Grand, por mencionar algunos, están dirigidos a un público de gustos más exigentes.
La gastronomía, aspecto fundamental de cualquier destino, no es menos importante en Las Vegas, que es reconocida por su amplia variedad de comidas y opciones, así como por sus grandes porciones en sus establecimientos estilo “todo incluido”. En la ciudad abundan los restaurantes de excelente categoría, además de los que se encuentran en los hoteles.
No desestimes la oportunidad de viajar a esta ciudad que no duerme y de sumarte a su trepidante ritmo. Atrévete a vivir la pulsátil experiencia y no permitas que te cuenten la maravillosa sensación de dejarse envolver por sus idílicos paisajes urbanos y naturales. Y no olvides hacerte una foto en uno de los carteles lumínicos más famosos de la historia: “Welcome to Fabulous Las Vegas”, de la diseñadora Betty Willis erigido en 1959.
Por Franz B. Comarazamy
Periodista y odontólogo
fcomarazamy@gmail.com
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