En este artículo comentamos sobre las ventajas y desventajas del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y la República Popular China, pues día a día crece el número de empresarios que se plantean la posibilidad de aprovechar el clima de inversión favorable en nuestro país.

Con estos nuevos acuerdos diplomáticos vendrán nuevas fuentes de financiamiento y programas de ayuda exterior para República Dominicana y los bancos chinos (principalmente el Banco de Desarrollo y el Banco Exim) podrán conceder créditos y garantías para nuevas inversiones. Las enormes oportunidades de negocios no abarcan solo el terreno comercial, también el financiero, tecnológico, turístico, de la construcción, educativo y energético, por lo que las personas físicas y/o empresas extranjeras que decidan venir a invertir
podrán contar con un acceso privilegiado a los mercados de la región.

Pero también es cierto que China es un inversor tardío en el Caribe y el mercado ya tiene operadores activos que establecieron relaciones hace años y conocen muy bien las sutilezas técnicas de la colaboración. De ahí que a los inversores chinos les resulte mucho más difícil dar el paso inicial, sobre todo en países donde las instituciones son débiles y la transparencia de información deja mucho que desear.

Los hábitos alimenticios de los consumidores chinos no favorecen la exportación de productos caribeños. Ciertos productos agrícolas de nuestra región, como los plátanos, la yuca, los aguacates y los frijoles, no son frecuentes en la dieta china. Aunque al consumidor medio de esa nación asiática no le interesan los productos básicos o agrícolas dominicanos, sí le interesan, por ejemplo, nuestros cigarros de calidad, que presentan un alto potencial para establecerse como productos de gama alta para los consumidores de élite.

Otro factor que juega a nuestro favor es el ron dominicano, que ha mostrado tendencias positivas en el consumo de licores extranjeros. Por otro lado, muchos productos fabricados en China han encontrado su nicho en República Dominicana, al tener buena relación precio-calidad. De hecho, las fábricas chinas producen en la actualidad diversas categorías del mismo producto para adaptarlo a las necesidades de todos los mercados. Estos productos chinos, desde ropa hasta juguetes, aparatos electrónicos o vehículos, ya saturan el mercado criollo.

Además del impacto directo en el mercado nacional, los productos chinos manufacturados compiten con la exportación dominicana a otros países e influyen en ella. Uno de los efectos más evidentes son las zonas francas dominicanas, donde el sector principal es el de fabricación de productos textiles. A pesar del acuerdo DR-CAFTA, el aumento del coste de la mano obra, la falta de economías de escala y, en algunos casos, las inconsistentes políticas en las fábricas de las zonas francas reducen sus ventajas al tener que competir con los fabricantes de China.

Cómo ser más visibles para el turista chino

El sector del turismo dominicano para los clientes chinos está aún muy subdesarrollado. En primer lugar, la distancia entre los dos países es considerable y hay otros destinos accesibles y cerca de China. Al no haber vuelos directos, los turistas chinos tienen que volar primero a Estados Unidos o a Europa y de allí a República Dominicana. Además de la distancia, la homogeneidad de los recursos turísticos en otras regiones mucho más próximas a China hace que aún sea más difícil competir, ya que las islas y playas cercanas disponen de una oferta gastronómica más rica y novedosa, y representaciones exóticas de ocio y entretenimiento.

Esto no es para tener una perspectiva pesimista del turismo chino. El principal problema es la escasa visibilidad de República Dominicana y el poco entendimiento que tiene el público general de China respecto al país. Por lo tanto, si queremos tener mayor presencia en el mercado turístico chino, debemos agudizar el ingenio.

Para empezar es necesario establecer qué clase de turismo queremos. Los turistas chinos de primer nivel buscan más que meras vivencias de ocio. Les interesa explorar lo desconocido y vivir experiencias exclusivas. Muchos podrían encontrar un gran atractivo en la belleza natural y el rico patrimonio cultural de República Dominicana. Una oferta bien planeada, con diversas opciones exclusivas, hará que surja el interés y crezca el flujo de viajeros.

Se debe mejorar el lado técnico del desarrollo turístico en cuanto a preparativos y recepción de turistas chinos. En comparación con el exceso de información que se obtiene fácilmente en China sobre las numerosas islas tropicales, la presentación y la publicidad de República Dominicana y del Caribe dejan mucho que desear. No hay ninguna página web oficial ni blog de viajes en idioma chino con orientaciones prácticas y confiables para viajar al país. El fácil acceso a este tipo de información sobre lugares de interés y actividades es de suma importancia.

Desde un punto de vista más positivo, el gobierno dominicano ya ha comenzado a trabajar para lograr esta clase de mejoras. En 2013 el país participó por primera vez en la Exposición Internacional de Turismo en Pekín, que se celebra cada año. El Ministerio de Turismo también participa en otros eventos turísticos regionales de Asia. Asimismo, organiza sesiones de capacitación para que las agencias de viajes locales aprendan, además del idioma, las costumbres de los turistas chinos.

El siguiente paso sería llevar a cabo un estudio integral de mercado y crear un plan de desarrollo. Con estos acuerdos diplomáticos bilaterales será mucho más fácil y rápido el desarrollo del turismo chino en el país. Al fin y al cabo, el Caribe es todavía un destino muy novedoso para estos viajeros, lo que significa que la competencia en la región es baja y representa un buen momento para que República Dominicana aproveche estas oportunidades.

Dr. Luis Miniño
Abogado Miniño & Salazar