San Francisco de Macorís, capital de la provincia Duarte, está enclavada en el nordeste de República Dominicana, a orillas del río Jaya. Se le considera la tercera ciudad más importante del país y la octava más poblada. Su relevante papel en la historia dominicana viene dado por su activa participación en los ámbitos económico y social.
La zona fue terminal de ferrocarril y es actualmente el centro comercial del nordeste. Su actividad industrial gira en torno a renglones de vital importancia, como el cacao, el café, las frutas, el cultivo de maíz y arroz, y la producción agropecuaria. Pero sin dudas, lo que ha llamado la atención de viajeros nacionales y extranjeros para visitar estas tierras es el hecho de que esta zona convierte a República Dominicana en la capital mundial del cacao orgánico.
Al estar situada a unos 70 kilómetros de distancia del mar, San Francisco de Macorís no es un destino de sol y playa, como sucede con otras comunidades costeras, entre ellas Puerto Plata, Cabarete, Sosúa, Samaná y Sánchez… A pesar de eso, los esfuerzos de un nutrido grupo de hombres y mujeres ha hecho posible encontrar la manera de crear conciencia del potencial ecoturístico de la zona.
“El sendero del cacao”
Aquí se encuentra un proyecto único en su género en toda la geografía nacional, “El sendero del cacao”, concebido por una entidad que goza de gran reputación al ser la mayor exportadora de cacao del país, actividad que le ha valido varios premios relacionados con este importante rubro. Nos referimos al grupo Rizek Cacao, pionero en la exportación de cacao orgánico en República Dominicana.
“El sendero del cacao” nace con la finalidad de promover la cultura de este rubro y los productos que de él se derivan, a través de una excursión ecoturística en la que el visitante conoce los procesos que van desde la siembra de la planta hasta su transformación en chocolate. En el recorrido se explican las ventajas, los atributos y las funciones del cacao y sus derivados, y se hace énfasis en la estricta relación entre el grano y un chocolate de alta calidad.
En la entretenida excursión el turista puede sembrar su propia planta de cacao y conocer las razones por las cuales República Dominicana ofrece uno de los más finos del mundo. En la factoría los visitantes aprenden el proceso final para la realización de un exquisito chocolate.
Desde 2005 la hacienda La Esmeralda recibe turistas de todo el mundo, ávidos de aprender los secretos detrás de la fabricación de chocolate. En esta factoría también es posible que el visitante prepare su propio chocolate, una experiencia interactiva cargada de emoción. La tienda de suvenires cuenta con productos de delicias para todos. Entre las atracciones de la vieja casona que alberga la chocolatería es que en su segunda planta posee habitaciones y una cama en caoba centenaria que se afirma perteneció a Ramón Matías Mella, uno de los padres de la patria.
Hospedaje ecológico
Otro de los proyectos que da fama al territorio francomacorisano es el Rancho Don Lulú, de gran atractivo ecoturístico, belleza natural impresionante y ubicación geográfica envidiable, que lo han hecho merecedor de varios premios tanto en el país como en el extranjero. Enclavado en la falda de la reserva científica Loma Quita Espuela, se ha convertido en el proyecto ecoturístico de mayor empuje en la región.
Además del hospedaje en habitaciones individuales y múltiples, en Don Lulú recibirás servicio de desayuno, almuerzo y cena de comida típica local; una piscina con agua corriente te refrescará en los días calurosos, y el área de campamento te permitirá estar en contacto directo con la naturaleza. El lugar ofrece senderismo interpretativo con varias rutas emocionantes, como la “Ruta Pico Quita Espuela” (1.352 metros sobre el nivel del mar), “Ruta al Montesito Don Sorón”, “Sendero del bosque de cacao” y participación en actividades rurales de las fincas con los productores locales. A todo ello se suman las atenciones de primera de un personal entrenado para ofrecer al visitante servicios de primera calidad.
A solo 15 kilómetros de la ciudad de San Francisco de Macorís, Loma Quita Espuela es de fácil acceso por carretera y ofrece facilidades para la observación de aves, ya que alberga unas 58 especies. Existe un programa, en conjunto con el Vermont Center for Ecostudies, para la conservación del ave conocida como Zorzal de Bicknell (Bicknell Thrush), la cual durante el invierno emigra a este punto del país.
Por Franklin Santos
Director
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