No importa si la llamas tirolesa, tirolina o zipline, esta atracción es lo mejor para una buena dosis de adrenalina. No es tan arriesgada como el paracaidismo o el “base jumping”, pero te hará vivir una experiencia al límite, según la caída y la velocidad. Las hay para escoger y en numerosos destinos, como los que te proponemos en esta sección. Incluso, el crucero Royal Caribbean Allure cuenta con una a bordo. En República Dominicana existen varias tirolinas, entre las que sobresalen las de Samaná, Barahona y Punta Cana.
Simatai, China
Al imponente paisaje hay que agregarle las formidables vistas de la “Gran Muralla China”, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Una vez en el punto de partida, no hay vuelta atrás, la única forma de bajar es a toda velocidad (90 km/h) en el zipline, que se ha convertido en uno de los preferidos tanto para chinos como para viajeros de todo el planeta.
Alaska, Estados Unidos
Con una longitud de 1.625 metros y velocidad máxima de 100 km/h, esta excitante tirolina te tendrá casi dos minutos en constante diversión. Para llegar al punto de partida, hay que subir a una montaña de 400 metros de altura, desde donde los cruceros parecen juguetes flotantes. El viaje termina en la encantadora playa de Icy Strait.
Sun City, Sudáfrica
Si tienes planes de hacer un safari en África, piensa que después puedes seguir sumando emociones a tu viaje con la tirolina Zip 2000, que recorre 1.982 metros a una velocidad máxima de 160 km/h. Se inauguró en 2004 y se le considera la más grande del continente. Se localiza en Sun City, a dos horas de Johannesburgo.
Labadee, Haití
El pueblo es famoso por su terminal de cruceros de la compañía Royal Caribbean, que también construyó un zipline que va por encima del agua con una caída de 150 metros y velocidad máxima de 60 km/h. El inconfundible azul de la playa y la bahía domina la vista mientras nos deslizamos hasta la formación rocosa llamada Dragon’s Breath.
Taihape, Nueva Zelanda
“El zorro volador”, como se ha bautizado a esta atracción que se encuentra en Mokai Gravity Canyon, llega a alcanzar los 160 km/h. Mide un kilómetro de longitud y la caída es desde una elevación de 175 metros. La belleza del paisaje quita el aliento; durante el recorrido sobrevuela el río que forma el cañón.