Con una inversión de RD$17 millones financiado por la Fundación Sendero Educativo que presiden los señores Karsten Windeler, Jurgen Hoppe, Juan Tomás Tavares y Frank Moya Pons, el Jardín Botánico Nacional “Dr. Rafael Ma. Moscoso” contará con el nuevo atractivo denominado: “El Sendero Educativo Taíno”

La noticia la suministró Ricardo García, director del Jardín Botánico Nacional, quien detalli que este sendero agregará valor a la institución desde el punto de vista educativo y como atractivo turístico; y que sentará las bases para las presentes y futuras generaciones.

La obra se construye gracias a la firma de acuerdo de cooperación entre el Jardín Botánico Nacional “Dr. Rafael Ma. Moscoso” y el Jardín Botánico y Museo de Berlín. La misma estará dirigida por la Fundación Sendero Educativo.

Karsten Windeler, presidente de la Fundación Sendero Educativo, dijo: “Por eso estamos aquí dando el primer picazo, aprovechando la ocasión y pidiendo apoyo de personas, empresas y entidades para el proyecto, quienes pueden aportar económicamente con materiales y plantas.”

Windeler, quien además es presidente del Consejo de Directores de Marítima Dominicana, S.A.S, precisó que el proyecto educará a la sociedad sobre el valor de la preservación del medioambiente y de la flora dominicana “para un mejor futuro del país”.

El Sendero Educativo Taíno tendrá aproximadamente 1.5 kilómetros de longitud y su importancia radica en que ampliará la oferta educativa dirigida al sector educativo y al turismo, adicionándole un espacio donde el visitante podrá disfrutar de la diversidad de la flora que encierra el Jardín Botánico.

Se construirá de acuerdo a estándares internacionales, especialmente europeo, habilitando espacios y con acceso a las diferentes áreas para personas con discapacidad.

Durante su recorrido, el visitante adquirirá conocimientos sobre la diversidad plantas, tales como el café, cacao, caña de azúcar, arroz, maíz, así como frutales indígenas como el mamey, guayaba, mamón, caimonì y algunos introducidos y ligados a la cotidianidad del país, como el mango, el coco de agua, el aguacate, los cítricos y el tamarindo.

En toda el área, el público tendrá acceso a los servicios baños, cafetería, casa del explorador, bohío taíno con un área de exposición y un museo.

El diseño de paisajismo estará bajo la supervisión del botánico Brígido Peguero, la doctora Susy Fuentes Bazán, los arquitectos Emilio Olivo y Rosa Julián, mientras que el diseño sanitario será responsabilidad del arquitecto Henry Pimentel.