Me siento agradecida con la vida por permitirme una vez más presenciar la toma de posesión de un presidente de mi país, que vino al mundo un año después de nuestra incursión en esta hermosa actividad humana que llamamos turismo, y bendecida por Dios, porque puedo expresarle una sincera congratulación a Luis Abinader por la victoria alcanzada en la pasada contienda electoral.
Señor presidente, usted está en mi cofre de oración para que Dios me lo bendiga y le dé luz y discernimiento para torear las vicisitudes que conlleva cargar sobre sus hombros la placa 001 del Estado. A través de los años, la experiencia me ha enseñado que con los cambios vienen resultados positivos y negativos, pero los mismos son parte del ciclo de vida de una sociedad.
En estos momentos, en que nos enfrentamos a una pandemia universal, la República Dominicana renace con un batallón de profesionales jóvenes que la contrapone otorgándole una ventaja competitiva ante otras naciones.
Es oportuno agradecer al expresidente Danilo Medina, porque priorizó al sector turismo reconociéndolo como la “locomotora” para el desarrollo y junto al sector privado logramos alcanzar cifras récords de llegadas de visitantes al país bajo su mandato.
Ahora llegó el momento de volver a encender las luces y trabajar duro para poder anunciar a los viajeros del mundo que bajo este burén caribeño hay un pueblo bueno, hospitalario, sano y “vacunado” que espera por ellos.
Bendiciones para todos