Finlandia es 7 veces más grande en territorio que la RD y solo cuenta con la mitad de nuestra población. Su economía es de las más prosperas de Europa y su sociedad ostenta un “estado del bienestar”, una democracia muy viva y un bajísimo nivel de corrupción.
La RD, en cambio, está muy rezagada en comparación. Ya que Finnair, la línea aérea finlandesa, vuela a Punta Cana y Puerto Plata y que en Helsinki se celebran varios festivales de bachata debemos motivarnos a aprender porque el sistema educativo finlandés esta reputado entre los mejores del mundo.
Las diferencias entre los dos países en materia educativa se aprecian en los resultados de la acreditada prueba internacional PISA de la OCDE. Cada tres años la misma compara el nivel de logro en tres áreas de competencia de cerca de medio millón de adolescentes de 15 años.
Entre los 72 países evaluados en la prueba del 2015 los estudiantes finlandeses se colocaron en el quinto puesto en ciencias, el cuarto en lectura y el 12 en matemáticas, obteniendo las hembras mejores resultados que los varones. Mientras, la RD quedó en el quinto lugar con el puntaje más bajo en las tres pruebas, siendo el de matemáticas el puntaje más bajo entre todos los países.
“Desde hace años Finlandia parece haber encontrado la fórmula para obtener resultados educativos sobresalientes. Los niños finlandeses inician la educación formal a los 7 años, tienen jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, muy pocas tareas y no hacen exámenes. Y aunque su modelo ha demostrado ser un éxito, como lo prueba el estudio internacional PISA, el país no deja de innovar en su sistema educativo.”
“Hace un año, todos los centros de enseñanza del país nórdico introdujeron el método conocido como “aprendizaje de fenómenos”, mediante el cual las materias tradicionales son desplazadas por proyectos temáticos en los que los alumnos se apropian del proceso de aprendizaje. Parte de las reformas vienen impuestas por la adaptación a la era digital, en la que los niños ya no dependen de los libros para aprender. Pero tampoco de las aulas, al menos no como las conocemos ahora.”
En Finlandia fueron abolidas las escuelas privadas con el objetivo de elevar la calidad de las públicas. Pero la revolución en su sistema educativo se ha logrado introduciendo prácticas de sentido común y ambientes de aprendizaje holísticos que persiguen el logro de la equidad por encima de la excelencia.
A continuación se reproducen 10 razones que explican su éxito.
- Eliminación de las pruebas estandarizadas. Así los estudiantes no se enfocan en memorizar para pasar la prueba y los docentes se concentran más en lograr el aprendizaje. Los estudiantes son evaluados individualmente y cada docente escoge el método de evaluación.
- A todos los docentes se les exige tener un grado de maestría y su formación se lleva a cabo con gran rigurosidad en instituciones de excelencia. El director de la escuela es responsable del desempeño del docente, sin usar pruebas estandarizadas.
- El ambiente de aprendizaje enfatiza la cooperación en vez de la competencia. No hay sistemas basados en el mérito ni listas de las mejores escuelas o docentes.
- Para lograr un estudiante feliz en armonía con su ambiente de aprendizaje, la concentración se pone en lo básico: a) la educación debe ser un instrumento para balancear la desigualdad social, b) todos los estudiantes reciben comidas gratuitas, c) se facilita el acceso a los cuidados de salud, d) se provee consejería psicológica, y e) guía individualizada.
- Los niños comienzan la escuela a los 7 años –permitiendo que la infancia sea infancia– y la misma es obligatoria por solo 9 años o hasta la edad de los 16 años. Así los estudiantes se sienten más libres y no que están en una prisión.
- Se proveen opciones al título universitario tradicional para que los estudiantes puedan tener trabajo y desarrollar un propósito en su vida. Se ofrece un programa de educación secundaria superior que permite pasar una prueba de matriculación universitaria y otro vocacional que prepara para una carrera específica, pero que también permite la opción universitaria.
- Las escuelas comienzan las clases entre las 9 y las 9:45 a.m. y terminan entre las 2 y las 2:45 p.m. La duración de las clases es más larga pero también lo son los recesos.
- La instrucción es consistente al provenir de un mismo docente, a quien se tiene hasta por seis años, lo que permite desarrollar una relación de mentor o familiar que genera confianza y ambos individuos se tienen respeto y el docente así conoce mejor el estilo de aprendizaje del estudiante.
- Una atmosfera mas relajada con menos estrés, menos regimentación y mas cuidado personal. Hay espacios de entre 15 y 20 minutos en los que el estudiante se puede parar y desperezar, respirar aire fresco y relajarse.
- Los estudiantes finlandeses tienen las más cortas tareas que hacer en el hogar y el trabajo por fuera de la escuela menor del mundo. Solo gastan una media hora en la noche haciendo las tareas de la escuela.
La educación finlandesa exhibe algunas características comunes de los mejores sistemas educativos del mundo. Un experto de la OECD nos dice: «En Finlandia, Japón, Singapur, Shanghái y Hong Kong, tanto los alumnos, como los padres, y los profesores y la sociedad en general comparten la creencia de que todos los estudiantes son capaces de lograr muy buenos resultados». “Los sistemas educativos con mejores resultados en PISA tienden a priorizar sistemáticamente la calidad de los profesores por encima del tamaño de los grupos.”
Al ser tan diferente al sistema nuestro, no debe sorprender que el perfil del sistema educativo finlandés nos parezca muy difícil de copiar. Ahora en que la coyuntura de nuestro sistema educativo exige mejorar la calidad de la docencia con el modelo que tenemos, embarcarse en cambiar el modelo parecería un propósito suicida. De hecho, algunos críticos han señalado que cada país debe desarrollar su propio sistema, aunque experimente con algunas de las medidas finlandesas.
De cualquier modo, lo que parece recomendable es explorar ese sistema y tratar de acercarnos más a los finlandeses.
El énfasis que ellos ponen en que los alumnos se relajen en las escuelas es una señal de que su temperamento puede coligar muy bien con el tropical de nosotros. Deberíamos también fijarnos en su afán por promover la igualdad social, aunque políticamente parecería imposible abolir las escuelas privadas aquí con ese fin.
Por lo menos hay que estimular a Finnair para que múltiple sus vuelos a nuestro país en espera de que por osmosis se nos pegue algo. Ya a ellos se les pegó la bachata…