El turismo de observación de la fauna y la flora es uno de los segmentos turísticos más importantes de África, según un nuevo estudio de la OMT difundido con ocasión del “Día Mundial de la Vida Silvestre”. Teniendo en cuenta el potencial del turismo para impulsar el crecimiento inclusivo en el continente, la caza furtiva y el comercio ilícito de especies silvestres plantean una seria amenaza para el futuro desarrollo socioeconómico de África.
En apoyo de los esfuerzos internacionales por abordar el problema de la caza furtiva, que ha alcanzado dimensiones sin precedentes, y reforzar el papel del turismo frente a los delitos contra la vida silvestre, la OMT está encabezando la tarea de profundizar en el conocimiento del valor económico de la observación de la vida silvestre en África. “Hacia la medición del valor económico del turismo de observación de la vida silvestre en África” (Towards Measuring the Economic Value of Wildlife Watching Tourism in Africa) ofrece una primera panorámica de este segmento, su impacto económico y la participación actual del turismo en la lucha contra la
caza furtiva.
“La caza furtiva no solo está destruyendo ecosistemas de gran valor, sino que plantea también una seria amenaza para el desarrollo socioeconómico. La pérdida de biodiversidad está directamente vinculada con la pérdida de oportunidades de desarrollo en el sector turístico africano, que proporciona un medio de subsistencia a millones de personas”, afirmó el secretario general de la OMT, Taleb Rifai, en su mensaje para el “Día Mundial de la Vida Silvestre”.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, señaló que el comercio ilegal de fauna y flora silvestres socava el estado de derecho “y representa una amenaza para la seguridad nacional, degrada los ecosistemas y constituye un obstáculo importante para los esfuerzos de las comunidades rurales y los pueblos indígenas que luchan por gestionar de manera sostenible sus recursos naturales”.
Según se ha constatado, la observación de especies silvestres representa el 80% del total de las ventas anuales de viajes a África, con el safari como su producto más popular. Los animales más amenazados por la caza furtiva, como los elefantes y los rinocerontes, son algunos de los más apreciados en los circuitos de observación de la fauna y la flora.
El estudio ofrece nuevas constataciones sobre la significación económica de este tipo de turismo. Además de generar unos ingresos cruciales para las áreas protegidas, a través del pago de entradas, un circuito típico de observación de especies cuesta unos 433 dólares y genera otros 55 dólares diarios por persona en gastos de bolsillo. Los circuitos a menudo incluyen servicios que se contratan a escala local, como el alojamiento, el transporte, los guías y los espectáculos culturales, todo lo cual crea importantes oportunidades de empleo para la población.
Las autoridades turísticas participan en escasa medida en los esfuerzos contra la caza furtiva y su intervención podría mejorar, según indica el documento. En torno al 50% de los operadores turísticos involucrados están financiando iniciativas contra la caza furtiva o participando en proyectos de conservación de la naturaleza, pero solo unos pocos hasta la fecha informan de manera proactiva e implican a sus clientes en el tema.
“Dada su importancia económica, el sector turístico puede y debe desempeñar un papel clave en la sensibilización entre los responsables públicos y los turistas de los efectos devastadores de los delitos contra la vida silvestre, y ayudar a financiar iniciativas para combatirlos. La OMT sigue claramente comprometida con la movilización de la comunidad turística internacional en esta cuestión de crucial importancia, que exige una acción inmediata”, agregó Rifai.
Para impulsar el conocimiento de la importancia económica de la observación de la vida silvestre y su potencial de contribuir de manera directa a los esfuerzos de conservación, el documento recomienda a las autoridades nacionales responsables del turismo una serie de medidas, entre ellas una mayor intervención en iniciativas contra la caza furtiva, la integración y la evaluación sistemáticas de los datos disponibles, y la capacitación institucional para poder efectuar un seguimiento más coherente de los visitantes de las áreas protegidas y de los ingresos que generan.
“Hacia la medición del valor económico del turismo de observación de la vida silvestre en África” (Towards Measuring the Economic Value of Wildlife Watching Tourism in Africa) parte de una encuesta realizada entre 48 autoridades africanas de turismo y conservación de 31 países, así como de 145 operadores turísticos internacionales y radicados en África. La encuesta se completó con estadísticas disponibles, el estudio de casos reales y entrevistas en profundidad a representantes de gobiernos y de organizaciones internacionales.