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El turismo dominicano debe ser considerado como un asunto de prioridad nacional para que el país recupere los niveles de competitividad que ha ido perdiendo en los últimos tres años.

Así lo solicitó al presidente de la República, Leonel Fernández, Elizabeth Tovar, presidenta de la Asociación Dominicana de Operadores de Turismo Receptivo de República Dominicana (OPETUR).

La entidad es la encargada de dar servicio directo a más del 90% de los visitantes que ingresan al país cada año. Al exponer las causas que han influido en la pérdida de competitividad de la industria, Tovar explicó que “como Asociación hemos obtenido informaciones de gran relevancia para determinar las distintas razones que han hecho mermar el volumen de pasajeros que escogen a República Dominicana como destino para vacacionar”.

tovarEntre esas causas citadas figuran: la falta de un proyecto país que pueda determinar las necesidades del sector turismo para los próximos 10 años; un marco legal que regule la industria y establezca sanciones para los que no se acojan al mismo; la redefinición de los mercados, “que nos permitirá acceder en forma organizada y permanente a la captura de nuevos nichos, que no sea sólo el de sol y playa”.

Tovar también se refirió a la carencia de una estructura gubernamental que regule el sector en cuanto a sus actuaciones. “En este momento se han expedido licencias a empresas que no han cumplido con los requerimientos necesarios en el propio Ministerio de Turismo, incluidas las llamadas “temporales” que va en contra de toda normativa existente en dicho Ministerio”.

Para la presidenta de OPETUR es fundamental una mejor preparación de los guías nacionales, quienes carecen de una carrera universitaria como se exige en los países que compiten directamente con República Dominicana. Otro de los aspectos que hace mella en la competitividad es la carencia de una línea aérea oficial que permita hacer paquetes turísticos con interés nacional.

Opetur2“Atenta, además, el excesivo recargo de los servicios turísticos, debido a presiones fiscales que provienen de diversas instituciones del Estado, como el aumento a las licencias matrimoniales por la Junta Central Electoral, el excesivo recargo de impuestos al combustible Avtur, y el aumento a éste por la indexación aplicada por Industria y Comercio, la persecución de la DGII a las empresas que pagan sus impuestos y el aumento exponencial en lo que el gobierno llama ‘comercio no organizado’, el excesivo recargo de impuestos a los boletos aéreos por la Junta de Aviación Civil, la falta de higiene y de seguridad en las zonas turísticas, la ausencia de casetas de información en nuestros polos y en las autopistas más importantes del país, la falta de señalización y el exceso de contaminación visual en las carreteras”, explicó Tovar.

Entrevistada por Bohío Internacional sobre lo que se necesita para materializarse la construcción de un centro de convenciones en la capital dominicana, la presidenta de OPETUR citó dos aspectos: voluntad política y unidad en el sector turístico. “Ya no podemos seguir esperando por este centro de convenciones. Hemos perdido grandes oportunidades de desarrollo al ser uno de los pocos países que no tienen esta facilidad, a pesar de ser el destino número uno en el Caribe. El centro de convenciones sería un revitalizador de la ciudad de Santo Domingo y una punta de lanza para captar el turismo más productivo”.

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A pesar de la pérdida de competitividad en el sector, República Dominicana sigue siendo invariablemente el destino número uno del Caribe. ¿Cómo es esto posible? Según Tovar, la pérdida de competitividad “está logrando hacernos más vulnerables a la competencia, y eso ha hecho que tengamos que bajar las tarifas de los hoteles y servicios para poder atraer al turista.

Las correcciones de tarifas bajan la calidad de los servicios y reducen la ganancia por pasajero. República Dominicana sigue siendo el destino número uno del Caribe, ya que debido a sus leyes de incentivo, la inversión turística pudo aventajar a todos los otros destinos, y por lo tanto hoy tenemos muchas más habitaciones, aeropuertos internacionales y turoperadores vendiendo el destino, más que cualquiera de nuestros competidores”. La pérdida de competitividad, señala, nos preocupa porque hoy el flujo de pasajeros crece por debajo de lo que está creciendo en otros destinos y los márgenes de ganancia se han reducido”.