Para beneficio de todos, estamos viviendo los días en los cuales ya se ha adoptado la positiva idea de que la productividad en el trabajo va de la mano con varios aspectos colaterales, como es el entorno en la oficina misma.
Definitivamente un adecuado ambiente físico contribuye con el estado de ánimo, entusiasmo y, hasta podríamos aseverar, que impulsa la generación de ideas y al pensamiento creativo. Una oficina bien lograda, desde el punto de vista del interiorismo, es una variable de mejora en cuanto al clima laboral se refiere.
Sin abandonar lo funcional llegó la hora de priorizar lo estético sin divorciarnos, claro está, de la comodidad. Estos cambios no tienen porqué implicar una gran inversión monetaria, por el contrario partamos siempre del principio “menos es más”. Ese espacio en el cual pasamos varias horas debe reflejar tranquilidad y energía a la vez.
La tendencia en cuanto a los escritorios es que sean simples, sin gavetas preferiblemente. Para fines de archivar existen mueblecitos auxiliares que, colocados a un lado, perfectamente cumplen con dicha necesidad.
Las mesas rectangulares, tope en cristal con patas o base en madera o en metal, son muy demandadas en la actualidad para ser empleadas como escritorio. Espectacular resulta el cristal transparente, esmerilado o negro.
Las sillas juegan también un papel protagónico desde el punto de vista ambiental. La inclinación a que el sillón principal sea en un color explosivamente llamativo cada vez toma más auge. Un sillón naranja, un verde turquesa o un rojo será sin lugar a dudas junto a usted el punto focal del todo.
Igualmente las sillas para visitas deben ser escogidas de manera tal que formen un conjunto novedoso de piezas que de improviso y por separado sean totalmente desiguales en estilo con respecto al sillón principal, pero que al encontrarse en el ambiente creado se hagan cómplices traduciéndose en un espacio interesante visualmente.
Sobre el escritorio una lámpara de mesa se encargará de matizar el ambiente, dando paso a la sensación de tranquilidad y confort. Vital resulta la elección del elemento adecuado para adornar las paredes sobre todo la que queda de fondo. Procure colocar una pintura, una lámina o un aplique cuya dimensión no provoque la impresión de que la pared lo está arropando. Nunca coloque un espejo detrás.
Si el espacio es bondadoso podemos pensar en adicionar una pequeña sala, preferiblemente de un solo sofá de línea simple y una mesa de centro un tanto larga y estrecha, recordando tomar en cuenta la preservación de una sintonía con el resto del mobiliario.
Al final, es hora de darle su papel a elementos complementarios como un revistero, una lámpara de piso y un portachaqueta o un lugar para posar las sombrillas o paraguas.
Convertir la oficina, ese segundo hogar, en un refugio en el cual realmente quiera estar porque se siente a gusto en ella y disfruta envolverse en “su look”, estamos seguros que minimizará su estrés sin importar “la carga de pendientes” que puedas tener.
Si se propone darle rienda a esos cambios que tienes en mente, solapa una correcta elección de los innumerables artículos mobiliarios que le ofrecen las tiendas hoy día, con lo que realmente quiera proyectar como profesional unido a lo que la empresa en sí quiere transmitir de acuerdo a su área de negocios.
Sea parte de esta revolución innovadora de las oficinas y sobre todo prepárese a disfrutarla.
Por Samantha Luna
Gerente de Mercadeo
Tiendas La Nacional
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