Países diminutos, experiencias magníficas
Países diminutos, experiencias magníficas

Hay países tan diminutos que hasta se pueden recorrer a pie. Pero eso no quita que nos encontremos con un buen cúmulo de historia, cultura y atractivos turísticos. Algunos reciben muchos más visitantes que su población, otros están tan aislados que apenas llegan turistas. Conozcamos algunas de esas naciones en miniatura.

Mónaco

Con sus 2 km2 de superficie, el Principado de Mónaco es el país con salida al mar más pequeño del mundo y el segundo de menor tamaño. Glamur, lujo y Fórmula 1 suelen ir asociados a este territorio soberano, enclavado en la Riviera francesa, localizado entre el mar Mediterráneo y la parte baja de los Alpes. Se le conoce por su monarquía, la dinastía Grimaldi, originada en 1297 y cuyos sucesores han reinado hasta la actualidad. En 1956 Mónaco adquirió mayor notoriedad cuando el príncipe Rainiero se casó con la actriz Grace Kelly; desde entonces tragedias y escándalos no son ajenos a la familia real monegasca.

Tuvalu

Su población apenas alcanza los 12.000 habitantes. Además de ser uno de los países más pequeños, es el menos visitado del planeta; según la OMT, en 2016 solo 2.000 turistas disfrutaron de las idílicas playas de este archipiélago conformado por más de 114 islas. ¿A qué se debe esto? A su difícil acceso: se encuentra en el océano Pacífico, entre Australia y Hawái, y la única aerolínea que vuela hasta allí es Fiji Airways, dos veces por semana, desde Suva, capital de Fiji. Algunos expertos vaticinan que sería el primer país en quedar bajo el agua por los efectos del calentamiento global.

San Cristóbal y Nieves

La nación más pequeña de América se halla en el Caribe y la conforman dos islas, San Cristóbal y Nieves; ambas suman una superficie total de 261 km2. La auténtica experiencia isleña se complementa con playas de aguas turquesa, exuberantes montañas de bosques tropicales, volcanes inactivos, ruinas de su pasado colonial francés y británico y el encanto de sus principales urbes, Basseterre (la capital, en St. Kitts) y Charlestown (en Nevis). La escena culinaria es un mimo al paladar, ya sea durante la noche o para el almuerzo; en las playas encontrará lugares casuales con los mariscos más frescos a la parrilla.

Liechtenstein

Este diminuto principado sin salida al mar tiene una superficie de 160 km2 y se ubica íntegramente en los Alpes, entre Suiza y Austria. Su principal idioma es el alemán y se le considera un paraíso fiscal. No pertenece a la Unión Europea pero desde 2011 es parte del espacio de libre circulación europeo. También es uno de los pocos países sin ejército, abolido en 1868 debido a sus altos costos. Vaduz, su encantadora capital, alberga numerosos puntos de interés turístico, desde museos, castillos e iglesias hasta monumentos, frondosos bosques y sitios de exquisita gastronomía.

Ciudad del Vaticano

Ir a Roma y no visitar la Ciudad del Vaticano es para muchos un viaje inconcluso y mal aprovechado. El estado más pequeño del mundo –con 0,44 km2 de extensión y 932 habitantes– es famoso por la Santa Sede, máxima institución del catolicismo, desde donde ejerce su soberanía el Papa de turno. Para tener una idea de sus dimensiones físicas, las icónicas Basílica de San Pedro y la plaza de San Pedro ocupan el 22 % de la superficie. Los imperdibles Museos Vaticanos son el gran plato fuerte para los amantes del arte y la historia, con la Capilla Sixtina como la cereza del pastel.