En ocasiones, ante la imposibilidad de desplazarse hacia el destino soñado, el viajero decide programar sus vacaciones en destinos más próximos o alternativos. Ese es el caso de las playas artificiales, algunas de ellas en plena ciudad, pero igual de efectivas a la hora de luchar contra el calor y buscar momentos de diversión. Esta lista te dará una idea que nada es imposible en materia de turismo y ocio.
Ocean Dome, Miyazaki, Japón
Se le considera la playa artificial más grande del mundo, pero su espectacularidad va más allá de sus dimensiones de 300 metros de largo por 100 de ancho. Su gigantesca piscina simula el mar, con olas incluidas; su techo es corredizo y la temperatura y la humedad se controlan de manera automática. La diversión abarca también varios toboganes y un volcán artificial que cada hora da la impresión de entrar en erupción.
Nottingham Riviera, Nottingham, Reino Unido
Para la playa urbana más grande del Reino Unido se necesitaron más de 300 toneladas de arena. Esta aventura en pleno centro de la ciudad -en la histórica Plaza del Mercado- es un ambiente perfecto para que los ingleses se entrenen antes de viajar hasta las playas mediterráneas o para que les sirva de consuelo si no pueden hacerlo. Incluye juegos para niños, tumbonas, redes de voleibol, bares al aire libre y atracciones de feria.
Tropical Islands, Brandenburgo, Alemania
Situado en Brandenburgo, a 37 km de Berlín, es el parque tropical más grande de Europa. El complejo vacacional y de ocio posee una playa de arena blanca y cascadas, lagunas, una selva tropical con más 50.000 plantas y 600 especies. En la oferta de diversión y entretenimiento vinculada al proyecto también se encuentran restaurantes de varias especialidades, hoteles, un parque de atracciones, spa y otras amenidades.
París-Plage, París, Francia
Residentes y turistas disfrutan cada año de la playa artificial a lo largo del río Sena, una iniciativa gratuita que pretende acercar el litoral a la capital francesa y darle un toque más veraniego con actividades náuticas y culturales. Palmeras, sombrillas y tumbonas son tan normales aquí como las explanadas para practicar tai chi o jugar voleibol. También se practica vela y kayak. Y como estamos en una ciudad muy cultural, no faltan librerías populares y conciertos.
Islands Brygge, Copenhague, Dinamarca
El muelle de una antigua zona industrial se convierte en una animada playa donde los daneses se refrescan cada verano. A pesar de que las temperaturas no son como en el trópico, siempre habrá quien aproveche para darse un chapuzón. Está situada a cinco minutos en bicicleta de Radhuspladsen, la plaza del Ayuntamiento, en Copenhague, la capital. Tiene capacidad para 600 personas, quienes no dudan en hacer barbacoas y jugar voleibol.