Paola Rainieri soñaba con ser veterinaria. Al pasar el tiempo descubrió que no le agradaba ver sangre y supo que esa no era la carrera que debía elegir; sin embargo, su amor por los animales y la naturaleza nunca decreció.
Se graduó en Comunicación en Simmons College, en Boston, Massachusetts. Años después matriculó el Programa de Dirección de Marketing de Barna. Y no es secreto que lleva en sus venas la pasión por el turismo, pues al fin y al cabo es una Rainieri. “Quizás por mi personalidad escogí una carrera de intensa relación interpersonal, la cual, además, no me limitaba a un sector específico, y me permitía ejercer dentro o fuera del Grupo Puntacana”, nos confiesa en entrevista exclusiva para los lectores de Bohío.
Más que seguir los pasos de sus padres –Frank Rainieri y Haydée Kuret–, Paola tuvo la oportunidad de ejercer la carrera que eligió dentro del marco de una empresa familiar, parte fundamental de su vida, una compañía en continuo desarrollo. “Contribuir con ese sueño de vida es una experiencia muy gratificante”, enfatiza.
¿Cómo transcurrió tu infancia?
Atesoro mis recuerdos de infancia en Punta Cana. Esos primeros años pasábamos largas temporadas en Punta Cana Club, donde tenía una tortuga de mascota, montaba a caballo, los caminos estaban marcados con caracoles y los baños de playa eran interminables. No creo que se pueda pedir más.
¿En qué crees que radica el éxito continuado del Grupo Puntacana?
El éxito del Grupo Puntacana, y en mi opinión de cualquier empresa, radica en el trabajo, la perseverancia y la pasión por lo que hacemos. No hay barita mágica para alcanzar el éxito.
¿Cómo debe ser el ejecutivo en la industria de la hospitalidad?
Debe tener liderazgo y vocación de servicio para crear una cultura de servicio dentro de la empresa. Debe ser organizado, proactivo y desarrollar un pensamiento analítico y una visión a futuro.
¿Qué implicaciones tendría para el país el desarrollo en Baní de una zona turística como la de Punta Cana?
Prefiero no hacer comparaciones entre Puntacana y Corbanitos porque son proyectos muy diferentes, con condiciones distintas. Lo importante es que el Sur tendrá una nueva fuente de sustento, de creación de trabajos, de riqueza y educación. Este nuevo proyecto tendrá un impacto directo en la vida de muchos dominicanos, en un área de mucha pobreza, y esto es precisamente lo que más nos entusiasma.
¿Qué importancia le otorga el Grupo al tema medioambiental y de sostenibilidad?
Es un tema vital para Grupo Puntacana, así como el tema educación. Creemos en el desarrollo sostenible, que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos de las siguientes generaciones. Durante los últimos 45 años hemos sido pioneros del turismo sustentable, tanto en prácticas medioambientales como en nuestra colaboración con el desarrollo de las comunidades cercanas, como Verón.
La Fundación Ecológica Puntacana y la Fundación Puntacana son los instrumentos que sirven para proteger y restaurar los recursos naturales de la región (flora y fauna), proveer trabajos, oportunidades de educación y una mejor calidad de vida para los habitantes de las comunidades cercanas. Confiamos en que estas oportunidades pueden romper los círculos de pobreza y ofrecerles una vida más digna.
¿En qué iniciativas de acción social te has involucrado?
Haces labor social por vocación o convicción. Mis padres y abuelos han sido grandes ejemplos de la satisfacción que recibes al involucrarte en iniciativas sociales que contribuyan a mejorar la calidad de vida de quienes te rodean. Recuerdo que siendo pequeña visitaba junto a mi abuela paterna a niños con tuberculosis, una causa por la cual ella luchó siempre. Mi abuela materna cosía ropa para las niñas de un orfanato en Puerto Plata, con el cual contribuía a través la Sociedad Benéfica Amor y Paz. Ambas fueron grandes ejemplos de amor.
En 1979, cuando el huracán David arrasó con la región sur del país, mis padres organizaron en casa un pequeño almacén de provisiones que con la ayuda de los vecinos se empacaban y se llevaban en camión a las zonas más impactadas. Con apenas seis años fui empacadora de alimentos y acompañé a mis padres y vecinos cada sábado en ese camión. Esos rostros llenos de agradecimiento marcaron mi vida, y comprendí la importancia de la responsabilidad social. Hay muchas formas de participar en iniciativas de acción social, y escoges aquellas plataformas desde las cuales puedas aportar un granito de arena. Ser misericordiosos es un deber, y debemos dar hasta donde duela.
¿Qué significa el ejemplo de tus emprendedores padres para ti y tus hermanos?
Son nuestro orgullo y parámetro.
¿Cómo has logrado conjugar la maternidad con tus funciones laborales?
Dicen que la necesidad es la madre de todas las cosas, y como toda madre que trabaja, que es la gran mayoría, hago mi mejor esfuerzo por mantener un balance: cuando estoy trabajando doy el todo, y cuando estoy con mis hijos, hago lo mismo.
¿Cómo ha cambiado tu vida la maternidad?
La maternidad te completa, te hace un mejor ser humano: menos egoísta, más paciente y amorosa.
Incrementa la capacidad de sentir el dolor ajeno y de solidarizarte.
¿Cómo te visualizas de aquí a cinco años?
No veo que mi vida vaya a cambiar drásticamente en los próximos cinco años. Sin embargo, en este momento la balanza se inclina hacia la familia y es a ellos a quienes quiero dedicar más tiempo. Dentro del Grupo Puntacana tenemos muchos y diversos planes de expansión y desarrollo a corto y mediano plazo. Ser parte del equipo de trabajo del Grupo es siempre un reto que asumo con entusiasmo y dedicación.
¿Qué paisajes de República Dominicana roban tu aliento, además de Punta Cana?
Cada cosa tiene su propio encanto. Los Corbanitos ofrece un paisaje memorable de playas hermosas y montañas de fondo. Barahona es nuestra Costa Amalfitana, y la carretera tiene vistas de ensueño. Cabarete, con sus interminables kilómetros de playa, es una joya para quienes la caminan y disfrutan viendo a los kitesurfers y surfistas.
¿Qué atrayente destino del mundo tienes en agenda para visitar por primera vez?
Tenemos planificado un viaje al D.F. y Cancún, en México. Estando dentro del sector hotelero es increíble e imperdonable que no haya podido visitar Cancún antes.
Cuando viajas, ¿qué tipo de turista eres?
Soy observadora. Aunque descanso físicamente, la mente continúa trabajando. Me la paso tomando fotos de lo que me llama la atención y enviando correos con notas de ideas que surgen, mejoras que podría aplicar, etcétera. De hecho, así nació la idea de hacer la pared verde del edificio de oficinas del Grupo Puntacana en Santo Domingo.
¿Cómo es Paola Rainieri de Díaz en la cocina?
Cocinar es una actividad que integra a la familia, y que disfruto en el papel de “Sous-Chef” de mi esposo.
