La seguridad ciudadana, que como derecho humano quizás no conste así en los ordenamientos jurídicos vigentes, se deriva del más fundamental de los derechos, que es el de la vida, como consta en el artículo tercero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Es una obligación de todo Estado que se precie de moderno, garantizar la seguridad de cada persona presente en el territorio nacional.
“Para prevenidos no hay acasos” – Baltasar Gracián
Así es, don Baltasar; para el que previene, muy pocas cosas le toman de sorpresa. Y por desgracia, en cuanto a seguridad ciudadana en nuestro otrora tranquilo país los acasos y las sorpresas han resultado desagradablemente abundantes e inquilinas perpetuas de las primeras planas de los diarios y prime time de los noticieros televisivos. El combate constante y efectivo contra el crimen es la única forma de garantizar nuestro derecho a la seguridad. La prevención del crimen se puede definir como toda actividad encaminada a reducir el riesgo de su comisión y uno de sus efectos más nefastos en la sociedad, el miedo al crimen. Nuestro artículo quiere sumarse a este combate y mostrar cómo la ciencia y la tecnología son herramientas que nuestras autoridades están obligadas a poner en ejecución antes de que la delincuencia acabe por arropar nuestras ciudades.
“Who are you?” – The Who
Ya que tenemos la capacidad de estar en varios sitios al mismo tiempo a través de una tecnología veterana, la videovigilancia, necesitamos saber a quién captamos con nuestras cámaras. Y es en este punto en que cedemos el bastón de mando a la biometría, disciplina que se encarga de la captura, análisis e interpretación de datos biológicos, como la huella digital que podemos utilizar como acceso a nuestro smartphone.
Los sistemas de reconocimiento facial son programas que fundamentados en una base de datos biométricos faciales (medidas de distancia, posición relativa y forma de ojos, nariz, pómulos y mentón) pueden identificar personas captadas en video. Basados en diversos algoritmos de medición, los avances en estos sistemas permiten la identificación de rostros en tercera dimensión, lo cual permite la identificación de perfil, una de sus antiguas debilidades, e incluso por el tono de piel. Una de las principales ventajas de este método de reconocimiento es que no necesita la cooperación del sujeto para la captación y análisis del rostro. Es de vital importancia la existencia de una base de datos de rostros con la que comparar los videos.
Ejemplos exitosos de la aplicación de esta tecnología es el sistema SmartGate, que verifica que el portador de un pasaporte dotado del chip e-passport sea el mismo que se encuentra en la imagen del documento. Departamentos de Policía como el de San Diego, Estados Unidos, hacen uso de esta tecnología de forma móvil, al dotar a sus agentes con dispositivos, tan sencillos como una tableta de uso civil, que hacen posible la identificación inmediata de los sujetos detenidos.
Predicción del crimen
Sin llegar a los extremos del film “Minority Report”, sistemas informáticos están haciendo posible la reducción de las tasas de crimen a través de la predicción del lugar, momento y tipo de crimen en base al análisis matemático de pasadas estadísticas criminales. De estos sistemas el más reconocido es el norteamericano PredPol, premiado por Time Magazine como uno de los Mejores 50 Inventos del año 2011. Este sistema, mediante la entrada de datos de tipo, lugar y fecha de comisión de crímenes anteriores, puede predecir la ocurrencia de futuros crímenes, su lugar y fecha, en áreas geográficas específicas y pasar esta información a los diferentes turnos que patrullan estas áreas.
“Si conoces al enemigo y a ti mismo, no deberás temer el resultado de 100 batallas” – El arte de la guerra, Sun Tzu
Hay crímenes que solo pueden prevenirse si se conoce la conducta anterior del criminal, en especial en lo concerniente a delitos sexuales y violencia de género, este último responsable de víctimas incontables en nuestro país. Debe ser un derecho de la ciudadanía conocer quién ha sido procesado y condenado por violencia sexual o de género, y con la accesibilidad a Internet esto es factible. Se propone pues la creación de una Base de Datos de Infractores Sexuales y Violencia de Género. La base debe ser nacional y actualizarse cada seis meses con foto reciente del infractor para mejor identificación.
“Quis custodiet ipsos custodes?” (“¿Quién vigilará a los vigilantes mismos?”) – Juvenal
Quienes tienen a su cargo la prevención y el combate de la delincuencia deben también ser objeto de vigilancia y escrutinio de sus acciones, y para esa labor también podemos echar mano de la tecnología. Una habilidad esencial que debe poseer todo departamento que se dedique a vigilar la actuación de la policía es tener la exacta ubicación de cada agente del cuerpo al menos durante su turno de servicio. Para esto puede la uniformada auxiliarse de los servicios de posicionamiento global, presente hasta en el más sencillo de los dispositivos telefónicos inteligentes y tabletas.
Una aplicación novedosa es la de Yardarm Technologies, que permite obtener la localización geográfica y los eventos relacionados con un arma de fuego en específico. A través de la incorporación al arma de un diminuto dispositivo que no altera en absoluto el funcionamiento de la misma, es posible saber en todo momento donde está el arma del agente y eventos como si el arma se encuentra desenfundada, si realizó disparos, la cantidad de disparos y la dirección de los mismos. Cada evento de estos genera una alarma al personal de supervisión de los agentes para movilizar la asistencia necesaria y/o reconstruir la escena de tiroteos.
“El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente” – Séneca
No solo arrojando más recursos económicos, personal y tecnología se garantiza una prevención efectiva y la salvaguarda de la seguridad ciudadana. Es responsabilidad principalmente de quienes detentan los poderes públicos, ejecutivo, legislativo y judicial y del liderazgo político, la creación de una gran Estrategia Nacional de Seguridad Ciudadana que no deje resquicio en que se pueda colar la impunidad y que no cambie con el color del partido que gobierne. De no existir esta voluntad, estas herramientas tecnológicas serán tan inútiles como cientos de improvisaciones del momento y palos a ciegas que se vienen sucediendo gestión tras gestión, cuyas consecuencias las paga solamente el ciudadano con la pérdida de sus bienes y hasta de su vida.
Por Milton Fernández
Ing. de Sistemas de Información
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