Niños y adolescentes tienen derecho a ser protegidos contra toda forma de abuso, entre ellos, el sexual y su explotación comercial son un crimen y una violación severa de los Derechos de la Niñez. Se entiende por explotación sexual infantil la utilización de personas menores de 18 años en actividades de prostitución, pornografía o espectáculos sexuales a cambio de dinero, regalos o favores.

ninios-jugandoSuele ser frecuente la participación de personas adultas cercanas, que obtienen algún tipo de beneficio, ya sea informando, facilitando o encubriendo la explotación. Según María Jesús Conde, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en el país, se trata de una gravísima violación de los derechos de los niños y es considerada una forma moderna de esclavitud. En muchos países, incluidos República Dominicana, es uno de los peores delitos que pueden cometerse contra ellos. “Las consecuencias de la explotación sexual son terribles. Este tipo de sometimiento generan experiencias traumáticas en las personas menores de edad,violencia física, sexual y psicológica, vergüenza, estigma y discriminación. Además, la explotación sexual los expone a enfermedades de transmisión sexual, como el VIH o la sífilis, embarazos a temprana edad, abortos, distorsión de las relaciones afectivas o adicciones a drogas”, explica la experta. Turismo y explotación sexual Una de las formas más comunes en las que se presenta la explotación sexual infantil y adolescente, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), está asociada a la industria de los viajes y el turismo. Todavía no existen estimaciones confiables sobre el número de niños que podrían ser víctimas de explotación sexual en República Dominicana. “Sin embargo, es un hecho conocido que los explotadores sexuales aprovechan los destinos turísticos para dar rienda suelta a sus deseos. Cuando tenemos un destino turístico que no reconoce el problema ni toma medidas firmes para evitarlo, nos encontramos ante una situación ‘perfecta’ para la explotación sexual”, señala la representante de UNICEF. República Dominicana es uno de los destinos turísticos más importantes de Latinoamérica.

corte-abusoDurante 2013 ingresaron más de cuatro millones y medio de visitantes extranjeros al país y se espera que aumente en los próximos años. Esto implica grandes oportunidades de desarrollo, pero también algunos riesgos sobre los que hay que actuar de manera oportuna. Aunque queda bastante por hacer, el país ha reconocido la existencia del problema y tanto las autoridades como el sector privado están trabajando para proteger mejor a la infancia. En 2013 se dieron pasos importantes. El Ministerio de Turismo y la Asociación de Hoteles y Turismo (ASONAHORES) firmaron un acuerdo para prevenir la explotación sexual, con la asistencia técnica de UNICEF. En Puerto Plata, Samaná y Boca Chica se están organizando redes comunitarias para protegerlos. Además, la Procuraduría General de la Nación y Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR) están mejorando sus capacidades para perseguir el delito. Iniciativas de Unicef UNICEF promueve la adhesión de los operadores turísticos al Código de Conducta para la protección de la infancia contra la explotación sexual infantil.

La firma del Código es un acto de responsabilidad social corporativa, mediante el cual las empresas turísticas y de viajes se comprometen con el país y las comunidades en las que están presentes a desarrollar una política ética de protección a la infancia. Actualmente, 1.277 empresas en 52 países han firmado el Código de Conducta. Entre ellas hay14 empresas y organizaciones dominicanas, incluida la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes. Muchas otras grandes empresas turísticas internacionales establecidas en República Dominicana, como Meliá Hotels International,se han adherido al Código de Conducta para todos los países en los que operan. UNICEF apoya también a las autoridades nacionales en la prevención de la explotación sexual, la persecución de esos delitos y la protección de las víctimas. Un total de 328 miembros del CESTUR han participado en los cursos de formación sobre esta materia. Durante 2013, UNICEF y sus aliados capacitaron a 6.989 directivos de hoteles, empleados, proveedores, vendedores de playas y barqueros. Adicionalmente, más de 5.200 estudiantes de escuelas de Puerto Plata, Las Terrenas y Samaná fueron sensibilizados sobre los riesgos de la explotación sexual comercial y cómo protegerse. UNICEF también apoyó técnicamente al Congreso Nacional en el proceso de reforma del Código Penal para mejorar la definición de los delitos que conforman la explotación sexual de personas menores de 18 años. Compromiso con el Código de Conducta Quienes firman el Código de Conducta se comprometen a prevenir activamente la explotación sexual infantil tanto en sus instalaciones como en los lugares donde desarrollan su actividad económica. En particular, deben establecer una política corporativa ética en contra de la explotación sexual, formar al personal de sus empresas sobre lo qué es, cuáles son sus consecuencias y cómo prevenir esa forma de abuso. Deben introducir cláusulas contractuales con sus proveedores declarando su rechazo común. Las empresas signatarias se comprometen también a informar a sus clientes y a los agentes locales “clave” (como taxistas o servicios de actividades turísticas) sobre los contenidos de la política empresarial. Al finalizar el año, deben hacer un informe público sobre la implementación del Código en su empresa. Con medidas tan sencillas como estas, se contribuye enormemente a evitar la explotación sexual infantil. Para más información sobre el Código de Conducta se puede visitar la página web www.thecode.org.

Huésped de corazón UNICEF actualmente implementa el Programa “Huésped de Corazón” con el que financia parte de las actividades de protección a la infancia que desarrolla en las comunidades más pobres y excluidas de la República Dominicana en colaboración con el Gobierno y la sociedad civil. El programa es una alianza entre UNICEF y la industria del turismo y viajes para lograr que todos los niños de República Dominicana disfruten de sus derechos. Los clientes de las empresas turísticas asociadas pueden contribuir con el Programa de Protección UNICEF aportando una donación mínima de un dólar, mientras que las empresas se comprometen a contribuir con un monto anual mínimo. En ocasiones, los propios trabajadores de los hoteles se asocian al Programa de protección de UNICEF, a través de una nómina solidaria. Todos los recursos que se recaudan en República Dominicana son invertidos en la infancia del país y UNICEF rinde cuentas anualmente a sus donantes de la utilización de los fondos.

Señora-UNICEF