Los integrantes del reconocido programa “Un techo para mi país”, una ONG con presencia en 19 países, no paran de trabajar. Su filosofía persigue erradicar la extrema pobreza de nuestro continente a través de un modelo de intervención social.
Un techo para mi país (UTPMP) nació en Chile en 1997. Después de concluir la construcción de una capilla en el pueblo de Curanilahue, un grupo de jóvenes universitarios apoyados por Felipe Berríos S.J. sintió la necesidad de denunciar la situación de extrema pobreza en que viven millones de personas en asentamientos precarios. Se lanzaron así a una cruzada para levantar viviendas de emergencia y llevar a cabo planes de habilitación social. Solo quedaba convocar a toda la sociedad y dar a conocer que la falta de oportunidades y las condiciones en que viven más de 200 millones de latinoamericanos representan una injusticia que nos involucra y compromete a todos.
En 2001 UTPMP comenzó su expansión por Latinoamérica y desde 2005 recibe apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En agosto de 2009 se consolida en República Dominicana, donde involucra a jóvenes con un ideal común: trabajar por las familias que viven en condiciones de pobreza.
Las cifras hablan por sí solas de la labor en el país durante los últimos tres años. Según Berliot Bolaños, gerente general de UTPMP, se han construido 357 viviendas en diversas localidades, entre ellas Herrera, Villa Mella, Santiago, San Francisco, San Cristóbal, Bahoruco, Pantoja, Hato Mayor, Haina, San Pedro de Macorís y Manoguayabo. “A la iniciativa se han sumado grandes empresas como patrocinadores socios, más de mil jóvenes voluntarios se han involucrado, y se ha logrado articular un excelente equipo de voluntarios y un equipo permanente de distintas universidades, en algunas de las cuales –UASD y UNPHU– se ha llegado a acuerdos”, añade.
Sin dudas, una de las iniciativas más loables fue apoyar el plan de emergencia de Haití tras el terremoto de 2010, en temas logísticos y voluntariado, con los que se logró construir más de 1.500 viviendas. Unos 600 voluntarios dominicanos participan en la implementación de “Un techo para mi país” en Haití.
La labor de UTPMP es posible gracias a donaciones corporativas que aportan dinero y materiales para la construcción de viviendas de emergencia, implementación de planes de habilitación social y otras actividades de alcance local o regional. “Los convenios de servicios Probono suponen alianzas con empresas que prestan servicios en diferentes materias, como publicidad, asesoría jurídica y contabilidad. Los eventos también son otra fuente de aportación: Cinetechos, conciertos yexposiciones, organizados por la fundación o por terceros a beneficios de la misma”, explica José Julián Sevilla, director social, y agrega que las donaciones particulares no faltan, ya sean a través del plan de socios o donaciones puntuales.
Para hacer más eficaz y transparente la gestión comercial, dice Sevilla, los estados financieros son auditados por las más prestigiosas entidades de auditoría en República Dominicana, al igual que sucede en los otros países donde opera UTPMP, “lo que garantiza y asegura a nuestros socios el correcto uso de los recursos y el cumplimiento de las más exigentes normas internacionales de contabilidad (IFRS)”.
La fundación realiza varias visitas al asentamiento antes de seleccionar a las familias beneficiarias. Durante estas visitas se aplica una encuesta a los interesados en participar en el proyecto, analizando diversos criterios sobre las características socioeconómicas –ingresos, tamaño de la familia y composición, condiciones de salud, acceso a redes sociales–, así como del estado de la vivienda.
El modelo de intervención realizado por UTPMP consta de tres etapas. “La construcción de viviendas es la primera, seguida de la habilitación social y, por último, el desarrollo de comunidades sustentables. Es la segunda etapa la que realmente hace funcionar el corazón de la organización. Con los planes de habilitación social se busca disminuir el nivel de vulnerabilidad y exclusión social que tienen las familias que viven en extrema pobreza. Nos enfocamos en movilizar los capitales físicos, humanos y sociales que cada uno de ellos tiene. Esto se realiza a través de la conformación de mesas de trabajo, una reunión periódica entre pobladores de los asentamientos, voluntarios y otras instituciones, quienes se organizan para trabajar en las problemáticas de la comunidad”, puntualiza Bolaños. Actualmente el equipo dominicano enfoca su trabajo en la implementación de esta segunda etapa para 2013.
Los jóvenes interesados en sumarse a las filas de voluntarios pueden inscribirse a través de la página web www.untechoparamipais.org/rd. Para donaciones monetarias cualquier lector puede utilizar la cuenta 9013715 del Scotiabank a nombre de “Un techo para mi país”.
UTPMP opera en 19 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela. En estas naciones miles de voluntarios y comunidades luchan por un continente más justo.