Con frecuencia se usa el concepto de Viaje 3.0 o Turista 3.0 para referirse al viajero que gestiona sus planes y opciones de viajes valiéndose solo de las tecnologías móviles. Y sin intención de entrar en esta modalidad, la experimenté al 100% en un circuito que realicé por tres países y ocho ciudades de Europa: Italia (Roma, Florencia y Pisa), Suiza (Berna, Engelberg, Zúrich y Ginebra) y Austria (Viena y Salzburgo).

Traslado intercontinental

Como dice la sabiduría popular: lo primero es lo primero. Para la compra de boletos internacionales existe Skyscanner. La principal ventaja de esta aplicación es que permite obtener un precio competitivo mediante la combinación de las ciudades de los países a visitar. Viajé desde República Dominicana a Suiza, y la combinación más competitiva sugerida fue Punta Cana – Zúrich. Como resido en Santo Domingo, el aeropuerto más cercano es el de la ciudad, pero la diferencia de precio de irme por esta vía rondaba los 800 dólares.

¿Y el hospedaje?

Como se trataba de un viaje con un presupuesto limitado, en mi búsqueda los criterios a tomar en cuenta siempre fueron precio-ubicación-servicios básicos. A pesar de utilizar varios buscadores, en todo momento reinaron Booking y Hostelword en cuanto a precios y mayor información de los establecimientos. Para la estancia en Viena, Austria, mi reserva fue en Airbnb, ya que en esta ocasión viajaba acompañada de una pareja de amigos, y preferimos un lugar donde estuviéramos los tres sin pagar habitación extra.

Moviéndome por Europa

Una de las facilidades de viajar dentro del continente europeo es la conectividad gracias a diversos sistemas de transporte. Como la estancia en cada lugar era muy breve, opté por avión y por líneas low cost. Para referencia de los precios me guiaba de Expedia y Skyscanner pero compré los boletos directamente en la web de cada aerolínea (Vueling, easyJet). Por supuesto, hay que moverse en tren también, algo que hice en Italia, desde Roma hasta Florencia y Pisa. Este viaje lo hice en un solo día y en trenes de alta velocidad. Para la compra de los billetes de Trenitalia me auxilié de su página web (Italiatren.com).

El bus turístico de Viena lo reserve vía una página web de descuento. La primera reserva fue en la web GetYourGuide.es, pero luego por sugerencia de una amiga lo obtuve cinco euros más económico en Daily Deal. En Terravision contraté el traslado desde el Aeropuerto de Roma-Fiumicino hasta el centro de la ciudad, al igual que el regreso.

Siempre ubicada

Gracias a Google Maps podía calcular las distancias de los lugares que visitaría desde el hospedaje elegido. Para movilizarme en algunos transportes internos aprovechaba la conexión en Google Maps para saber cómo llegar a mis destinos. Al no tener internet permanentemente, una vez trazadas mis rutas les hacía un screenshot y las guardaba en mi teléfono, mi gran amigo durante este viaje.

Para esta idílica aventura no consulté ninguna agencia de viaje, por lo que sería irresponsable asegurar que a mi manera fue mejor o más económica. Pero sí puedo afirmar que ninguna de las reservas realizadas resultó conflictiva y que haber planificado cada detalle por mi propia cuenta contribuyó a que mi seguridad como viajera se fortaleciera. Ser un turista o viajero 3.0 aporta al enriquecimiento cultural mediante la búsqueda de información constante que se experimenta durante la planificación y el desarrollo del viaje, además de que tu fuente de consulta lo representa en un 80% las opiniones de otros viajeros con intereses afines.

Cristina Rosario

cristina@lacotica.com
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