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La rutina, definida generalmente como un «acto repetitivo», tiene distintas características dependiendo el ángulo desde cual se enfoque y semana tras semana, lo que puede parecer un ciclo de actividades aburridas o automatizadas en nuestros consumidores, pudiera en cambio esconder grandes oportunidades para nuestras marcas o productos.

En la República Dominicana no madrugamos. De hecho el 79% de nosotros se levanta después de las 6:00 a. m., hora que pareciera bastante madrugadora, pero comparada con el resto de Centroamérica es super tarde, pues en esos países la hora de levantarse para más del 40% de sus habitantes es a las 5:00 a. m.

wanda01Esto efectivamente lo podemos constatar cuando estamos en dirección hacia nuestros trabajos, pues el tránsito es un caos y los congestionamientos interminables. Todos salimos al mismo tiempo. Sin embargo, también tenemos el mayor porcentaje en la región (30%) de personas que salen de sus trabajos después de las 7:00 p. m.

Nuestros relajados hábitos nos han apartado lo suficiente del resto de los países de la región como para ser considerados únicos. Al parecer nuestro comportamiento general es muy «caribeño», término que se utiliza en numerosas ocasiones para definirnos, o más bien etiquetarnos, y que se resume en una forma de llevar la vida más relajada de la cuenta (no sabemos exactamente quien define la cuenta).

Por ejemplo, el 30% de los dominicanos se duerme después de las 12 de la noche, contrastando bastante con el apenas 10% que hace lo mismo en Centroamérica. Esto nos arroja varias hipótesis:

  • 1. La programación de televisión es muy buena y adictiva (asumiendo que tenemos energía eléctrica).
  • 2. Sufrimos de insomnio colectivo.
  • 3. Somos hiperactivos.
  • 4. Ninguna de las anteriores.

Al final la número 4 parece ser la más acertada porque de hecho, dormimos en promedio 7,4 horas de 7,6 que duerme la media en la región, con lo cual, estamos dentro de los parámetros normales de sueño en nuestras sociedades. No dormimos más, simplemente nos acostamos y levantamos más tarde.

Entonces, ¿dónde realmente somos diferentes? No cabe duda que los hábitos son el resultado de influenciadores intrínsecos y extrínsecos. Es decir, no solo son creados por nuestros propios deseos, aprendizajes y actitudes, sino que también son moldeados por el entorno que nos rodea.

En nuestro caso particular, nuestra rutina se ve influenciada por del tipo de sociedad en la que participamos. Para la mayoría de los dominicanos, ir a almorzar a su casa en una semana habitual es imposible. Los traslados son largos y costosos, el transporte público caótico, el tiempo que nos asignan para ir a almorzar es limitado; esto sumado a semejante sol y congestionamiento nos hace fácilmente quedarnos en nuestro lugar de trabajo.

wanda02Situación similar sucede con el desayuno. Más de la mitad de nosotros se alimenta en la mañana fuera de la casa, lo que supone una ágil dinámica matutina, donde la prioridad es el aseo personal y no la alimentación. Lo importante es estar listos y salir a tiempo.

Esto ha generado como consecuencia que la cena se haya convertido en el verdadero espacio para compartir en familia. Allí no solo se repasan las incidencias del día, sino que se genera una dinámica distinta, en la que toda la familia participa activamente. Ya no es solo la cena. Es una franja horaria en la que juegan papeles de igual importancia comer, hacer las tareas del siguiente día, ver las noticias o las novelas del momento, compartir experiencias para retroalimentarse mutuamente y por último prepararse para las actividades del día siguiente.

Aunque pueda parecer «rutinario», la interacción nocturna de los miembros de la familia es, en el caso de República Dominicana, lo que nos hace más relajados. Al parecer y sin profundizar tanto como nos lo permitiría una etnografía, al dominicano promedio le gusta compartir en familia en la noche y desde mi punto de vista es lo que nos hace diferentes. Pero visto desde un enfoque comercial, es el momento idóneo de cada jornada para que nuestras marcas se hagan un lugar.

El día a día nos consume, por lo que lejos de nuestra prioridad diurna está interiorizar, analizar, descubrir. Esto es cosa de la noche. Es por ello que debemos desarrollar ingeniosas maneras de ser parte de ese ritual, que más que una rutina, es el escenario ideal para lograr que efectivamente el consumidor nos descubra, nos conozca, nos pruebe y nos adore.

La noche en los hogares dominicanos es un foro crítico en el que todo lo que sea relevante tiene que trascender; un foro que personalmente pienso ha sido poco explotado. Les invito a, observar y desarrollar fórmulas exitosas que permitan a nuestras marcas ser parte de ese ritual familiar y efectivamente, alejarse de la rutina.

wandaPor Wanda Montero
Gerente General

Dichter & Neira República Dominicana
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