El trauma de perder una extremidad es hoy menos agravante gracias al desarrollo tecnológico de las artificiales que no sólo sustituyen brazos o piernas, sino que brindan ventajas al usarlas.
A lo mejor haya escuchado hablar de Kelly Bruno. Es una reconocida corredora y atleta que ha roto varias marcas mundiales. La imagen de Bruno fue popularizada por su participación en el programa de ‘reality’ estadounidense Survivor, en su versión en Nicaragua. O quizá le sea familiar el nombre Oscar Pistorius, un velocista sudafricano capaz de correr 100 metros en 10” 91/100. Bruno y Pistorius tienen más en común que el atletismo: ambos son amputados; Bruno perdió una pierna, Pistorius no tiene ninguna. Hace unos años, éste último por poco pierde su sueño de competir en las calificaciones para los Juegos Olímpicos cuando la Asociación Internacional de la Federación de Atletas se quejó de que Pistorius llevaba ventaja.
¿Quién iba a pensar que un amputado pudiera llevar ventaja? Pero en estos tiempos de tecnología de punta, la ciencia para manufacturar prótesis cada vez perfecciona más el diseño de las extremidades artificiales. Las que usan Bruno y Pistorius están hechas de hojas protésicas de fibra de carbono y permiten desarrollar cualquier habilidad atlética al máximo. Ciertamente, tendemos a subestimar las destrezas de nuestras extremidades; las damos por hecho. Pero si nos enfocamos en ellas observaremos una maravillosa, intricada y compleja estructura muscular y ósea. Nuestras manos manipulan objetos diminutos pero también agarramos con fuerza, y nuestras piernas son, indudablemente, todo terreno. Por ello, no ha sido fácil descubrir un diseño artificial que logre conjugar todas estas acciones y movimientos.
La trayectoria y el desarrollo de las prótesis es impresionante; las extremidades artificiales han pasado de ser pedazos inmóviles de madera y plástico, que trataban desesperadamente de parecerse a la extremidad perdida, a elegantes y modernos dispositivos enfocados más en la función que en imitar el parecido. Por supuesto, las manos cada vez se parecen más a una mano, pero eso más porque necesitamos los dedos para que una mano funcione como tal, sin embargo, los aparatos que se desarrollan en la actualidad están enfocados en la función. De hecho, compañías como Honda van un poco más allá, las prótesis desarrolladas allí tienen la meta de ofrecer ventajas reales a los amputados, lo que aligera el peso y ofrece más fuerza en sus plataformas.
La compañía, por ejemplo, desarrolló hace dos años el “Asistente para el manejo de zancadas”, que no sólo han promovido para amputados sino para ancianos, enfermeros y trabajadores que tienen que manipular cargas pesadas. El armazón se asegura a la cintura del usuario y también se adhiere a cada uno de sus muslos, una vez bien ajustado al individuo, este asistente, mediante el monitoreo del ángulo de las caderas, calcula la zancada de la persona, otorgándole fuerza en la marcha. “Cuando te mueves, se siente como si la máquina no quisiera que deambularas, es como si te presionara para que mantengas una marcha prominente, fija y segura. Cuando me lo puse, subí unas escaleras y me sentí como si pudiera continuar subiendo para siempre sin cansarme”, expresó uno de los participantes en el “Congreso de ingenieros automovilísticos de la sociedad de Detroit”, celebrado en abril del 2009.
Amputados con este tipo de prótesis realmente llevarían una gran ventaja en cualquier Olimpíada. De hecho, los aparatos robóticos de Honda nos recuerdan al hombre de acero o al biónico de antaño, pues no sólo desean restaurar la extremidad perdida sino que ofrecen un poco más; permiten que la idea de la robótica sea enlazada con el ser humano en un regalo perfecto de la biotecnología: el ser biónico. La compañía, que también se especializa en el diseño y desarrollo de robots, ha diseñado piel de material producido por la nanotecnología, para que sus robots puedan sentir. Estos avances podrán ser usados en personas que han sufrido graves quemaduras.
La manufacturación, desarrollo y diseño de prótesis es una rama tecnológica que ha sido enormemente auspiciada por la milicia. En países como Estados Unidos, por ejemplo, la investigación para una mejor elaboración de extremidades artificiales para soldados es responsable de gran parte del avance que se ha logrado en esta área. La manos son un perfecto ejemplo de ello; no sólo ahora imitan a las manos naturales, al añadir venas, pelos, pecas y hasta huellas dactilares para cada dedo, sino que son “inteligentes”.
“Es difícil imitar los movimientos de una mano ya que tiene 27 huesos capaces de realizar un enorme número de movimientos y acciones complejas, pero esta nueva mano, conocida como ‘mano remedio de Southampton’, usa seis conjuntos de motores y engranajes para que cada uno de los cinco dedos puedan moverse de forma independiente. Esta nueva mano se conecta a los músculos en el brazo mediante una unidad de procesamiento pequeña y es controlada por contracciones de los músculos que mueven la muñeca”, explicó el doctor Paul Chappell, uno de los científicos que trabajó en producir el aparato en la Universidad de Southampton. La mano, añade Chappell, es mucho menos pesada que la mano promedio de los humanos.
Oscar también se ha beneficiado con el desarrollo de las prótesis. Hoy lo llaman el gato biónico, pues sus dos patas traseras, que perdió en un doloroso accidente, son hechas de titanio y han sido adaptadas al hueso con unos implantes conocidos como ITAP que le permiten correr como un “minino normal”. Estos avances también ayudan a niños de todas las edades y el diseño puede ser personalizado, no sólo por el peso y la altura sino de acuerdo a los gustos del individuo. En la actualidad, la sustitución de una extremidad perdida puede ser hasta divertida e interesante; más aún, su uso promueve el atletismo de todo tipo, no hay excusas para quedarnos sentados. Por cierto, finalmente la Corte de Arbitraje del Deporte permitió que Pistorius participara en las calificaciones para las Olimpíadas del 2007, sin embargo, aunque alcanzó un tercer lugar, su tiempo no fue suficiente para competir en los Juegos. No obstante, en el 2008 el atleta ganó varias medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Verano.