Para nadie es un secreto lo difícil que es en nuestros países poner en buen orden y alinear las cosas que tienen relación con la aprobación de un proyecto.
Es por todos conocido que para iniciar el vía crucis, el inversionista nacional o extranjero debe colocarse “una armadura de guerra” y calentar los cascos a alguien con algún estímulo para echarlo andar. De ahí lo difícil que nos resulta competir en este mundo globalizado, dado que la cadena de estímulos, a veces, resulta interminable y la carrera de obstáculos impide o dificulta el paso de avance. En lo que respecta al turismo dominicano, es alentador conocer que al frente de la cartera tenemos un dirigente accesible y capaz de armonizar conflictos de manera eficaz y productiva entre los diversos sectores que intervienen en el desarrollo del turismo nacional.
Francisco Javier García, ha logrado, entre otras muchas cosas durante su mandato, compaginar el conjunto de funciones atribuidas al organismo rector de la administración del estado, susceptibles de soportar un régimen de libre competencia en el que el estado sólo interviene para garantizar el libre juego de las leyes económicas. Para ello convocó a los dirigentes de las diferentes instituciones que inciden en la actividad, y propone crear los mecanismos adecuados para interactuar de modo tal, que el canal de comunicación permita mantener una gestión eficaz entre los distintos ministerios y direcciones generales que intervienen.
Me complace sobremanera invitar a nuestros amables lectores a conocer un poco más sobre la gestión que realiza desde el Ministerio de Turismo Francisco Javier García, bajo cuyo liderazgo y con el apoyo del sector privado, a pesar de la debacle económica mundial, la República Dominicana cerró el año 2009 con cifras azules y los datos más recientes del Banco Central dan cuenta de un aumento de visitantes del 5,81% en enero del 2010.