Al llegar a Cartagena de Indias se siente el calor de su jovial gente, una población mestiza de europeos, indígenas y africanos para dar como resultado una rica forma de expresión cultural. El Caribe colombiano nos espera con su clima tropical, sus hermosas playas y su historia colonial.
Cartagena es Patrimonio Histórico de la Humanidad, declarada por la UNESCO en 1984. Fue fundada el 1 de junio de 1533 por el conquistador español Pedro de Heredia. Por su estratégica ubicación, la ciudad sufrió constantes ataques de piratas y corsarios. Para defenderse logró dotarse de imponentes murallas que todavía hoy pueden admirarse gracias a su estado de conservación, uno de sus tantos tesoros coloniales que enamoran al viajero.
Cerca de su bahía se encuentra la ciudad vieja amurallada, hermosa y vibrante. Desde ella se observa una pequeña península dividida en tres áreas: El Laguito, Bocagrande y Castillogrande; se trata de una moderna zona donde abundan los rascacielos y algunos hoteles que datan de 1946, cuando comenzó el desarrollo urbano de esta parte de la ciudad.
Con sus llamativas fachadas de puertas de vivos colores y balcones de madera, el casco antiguo mantiene su historia. Parte de la zona turística se encuentra alrededor de la ciudad amurallada, con distintivos edificios que en la actualidad son establecimientos comerciales pero que no pierden el estilo característico del lugar, el colonial. Algunas de las edificaciones modernas se construyeron antes que Cartagena fuera declarada patrimonio histórico.
Caminar y perderse dentro del casco antiguo es impregnarse de historia. Cada esquina exhibe artesanía, a cada paso se siente la contagiosa música. En pocas palabras, no hay forma de no dejarse seducir por este maravilloso rincón del mundo. Por sus calles nos encontramos a las mujeres de San Basilio de Palenque, que con sus coloridos vestidos, sus platones de frutas y sus pregones de “¡Piña, papaya, melón!” son uno de los oficios más representativos del Caribe colombiano. Las palenqueras son descendientes de los 40 esclavos que lograron escapar y ganaron su libertad para crear el primer pueblo de esclavos libres de América.
Lugares y actividades imperdibles
Aunque ninguna sobresale, cada plaza es única y tiene su propia magia, entre ellas la Plaza de La Aduana, Bolívar, Santo Domingo y Los Coches. El Castillo de San Felipe de Barajas, estratégicamente situado sobre el cerro San Lázaro, se comenzó a construir en 1536 y continuó ampliándose hasta 1697. Es la edificación militar española más grande del Nuevo Mundo.
El Palacio de la Inquisición, antigua sede del tribunal de la inquisición de la Iglesia católica, de estilo colonial y barroco, es considerado una fachada típica del siglo XVIII, con rejas en la parte inferior y balcones en el piso superior.
El Museo de la Esmeralda, en Bocagrande, ofrece un recorrido interesante, pues en él se puede conocer los diferentes tipos de esta piedra preciosa y detalles de las minas de donde se extraen. No pierda la oportunidad de adquirir piezas elaboradas a mano engastadas en oro o plata.
Las playas de Cartagena son tentadoras. No deje de visitarlas si dispone de tiempo, en especial la isla Barú –unida al continente por un puente-carretera y famosa por sus palmeras, arena blanca y aguas color turquesa; y las islas del Rosario, un archipiélago de unas 28 islas, que alberga uno de los parques nacionales naturales del país creado para proteger los arrecifes coralinos.
Chiva rumbera
Divertidísimo bus con vista panorámica que recorre algunas áreas de la bahía. En él se puede degustar el ron típico y al cabo de 30 minutos de ruta, aproximadamente, se realiza una parada técnica donde se aglomeran más de 12 autobuses al ritmo de la música, bailes y buena rumba. Es el momento de disfrutar de empanadas de huevo o pollo y otras delicias gastronómicas.
ROSA VERAS
Directora de Ventas Ediciones Cabrer, SRL