Para quienes disfrutan del ecoturismo en sus variantes de aventura, agroturismo y educativo, Constanza es visita obligatoria.Pero solo el simple hecho de subir hasta este idílico lugar, a 1.200 metros sobre el nivel del mar, es un regalo para nuestro espíritu explorador.
Podríamos pensar que vivir aquí es un privilegio, rodeados de exóticos paisajes de exuberante belleza y con un microclima como no existe otro en la isla.Ubicado en la provincia de La Vega, el valle de Constanza se caracteriza, junto a los de Jarabacoa y Tireo, por la extensa cantidad de flores, frutas y vegetales que produce para abastecer a gran parte del territorio dominicano.
Sus moradores, laboriosos y solidarios, saben que cada vez quedará menos de “virgen” en este paraíso terrenal. La naturaleza ha cedido el paso a la modernización y los avances tecnológicos, y la rehabilitación de la carretera Casabito-Constanza, cuyos trabajos concluyeron en el 2010, ha multiplicado la actividad turística.
La espesa vegetación, característica de esta zona de clima templado, hace que el camino desde la autopista Duarte sea una experiencia agradable. El peligro de las cerradas curvas es cosa de antaño, hoy están debidamente señalizadas. Después del Alto de la Virgen, donde se erigió un altar para venerar a la Virgen de La Altagracia, el tránsito hasta Constanza se vuelve divertido; las inclinadas pendientes terminan y la bajada permite presenciar de cerca la hermosura de los sembradíos de las comunidades La palma y Arroyo Prieto hasta pasar El arroyazo.
El paisaje que ofrece el valle durante el recorrido es sobrecogedor: las montañas salpicadas de ecosistemas boscosos y franjas impresionantes adornadas por la neblina que se estaciona en determinadas horas, según la temporada y el clima.Constanza posee dos de las más importantes reservas naturales de República Dominicana: Valle nuevo y Ébano verde, que tienen un papel vital en la biodiversidad del país, al ser asiento de variedades de plantas únicas en el mundo. Ambos poseen vastos senderos señalizados que ondulan a través de la vegetación, ideales para las actividades ecoturísticas.
Esta tierra fecunda y bendita –a la que muchos llaman “La Suiza del Caribe”– llena de orgullo al dominicano por tener un lugar tan sui generis que enseñar a los visitantes extranjeros que vienen exclusivamente a conocer las bondades del valle, sus ríos, montañas, especies silvestres y el famoso Salto de Aguas Blancas, considerado como el más alto del Caribe. Sus aguas tienen una longitud de 53 metros, a una altura de 1.680metros y se encuentra ubicado a 16 kilómetros del centro urbano de Constanza.
En el Valle de los Frailes se encuentra la llamada “Pirámide de Constanza”, monumento ideado por personalidades que residían en los municipios de Constanza y San José de Ocoa, como un gesto de agradecimiento al dictador Rafael L. Trujillo por la construcción de la carretera que une ambas localidades. La obra, diseñada y ejecutada por el arquitecto Julio Hernández Santelises, se localiza a 2.300 metros sobre el nivel del mar.Otro de los puntos de gran interés turístico es el santuario indígena de Las piedras letreadas, testigo de la cultura taína que habitó la zona hace más de 500 años. Numerosos petroglifos recrean la vida y las costumbres de la extinta civilización.
A la hora de relajarse y disfrutar de los mejores platos de la zona, una excelente opción es el restaurante Aguas Blancas, ubicado en la calle Rufino Espinosa 54, en Constanza. Justo antes de entrar al pueblo se halla Altocerro, un complejo de villas, hotel y camping que conjuga gastronomía con la magia del clima de montaña.
Desde Rancho Guaraguao se puede realizar todas las actividades que se desarrollan en Constanza. Este complejo de cabañas de dos y tres habitaciones ubicadas en una impresionante colina también ofrece una fogata gigante para grupos –previa reservación– que incluye un chocolate caliente o un delicioso té al estilo Guaraguao.Entre las opciones de alojamiento también figura Rancho Constanza, un proyecto dedicado al turismo ecológico-educativo, al pie de la Loma del Peñón.Consta de 12 cabañas variadas y de tipo suizo, y un hotel con 14 habitaciones tipo suites y sencillas, con todas las comodidades para sentirse a gusto en una escapada campestre.