Hacía mucho tiempo que la sala de prensa se no veía tan colmada para dar inicio a las actividades de una edición de la ITB. El interés por escuchar las declaraciones del ministro de Turismo del país oficial asociado, Sr. Mounir Fakhry Abdel Nour, motivaron que el cuarto poder estuviera desde temprano para conocer que de nuevo nos trae la República Árabe de Egipto.
Empezamos con las declaraciones del Dr. Christian Göke (jefe oficial de Operaciones de la Messe Berlín) y de Klaus Laepple (presidente de la Asociación Federal de la Industria de Turismo en Alemania), moderadas por el jefe de Prensa, Michael T. Hofer. Ambos mostraron una vez más, los números incrementados de participantes a la ITB, que este año inicia con 10,644 exhibidores de 187 país, y que dan paso a los nuevos «trends» de la industria, tales como la importancia de los teléfonos inteligentes en el turismo y el crecimiento de Asia en materia de expansión en turismo.
Llegó el momento esperado y el ministro Mounir Fakhry Abdel Nour ofreció un magistral discurso en el que enfatizó que el principal renglón turístico que viene Egipto a promocionar es el de la seguridad a los visitantes. «Entre 2010 y 2011, que constituyó un año muy difícil para nosotros, el turismo aportó un 11.6 del PIB, y de cada siete trabajadores en nuestro país, uno está vinculado al turismo, por tal razón la seguridad de nuestros visitantes es prioridad 1A+ para nosotros». En determinado momento bromeó al decir que han venido a la ITB con el mejor de los paquetes para la industria y que es tanto así que trajeron con ellos hasta el sol de sus 365 días a la capital germana.
Concluyó con un gran suspiro, pero no de inseguridad ni tristeza, sino de satisfacción, y con gran sentimiento agradeció a la comunidad internacional por el fuerte apoyo que el pueblo egipcio ha recibido. «Sabemos que dar paso a la democracia después de tantos años oprimidos es un recorrido que a veces tendrá sus ‘bumps’ en el camino, pero contamos humildemente con todos ustedes».
Esta noche es la gran de apertura, ya les contaré si Tutankamón, la Gran Esfinge de Guiza o la bella Cleopatra hagan gala de presencia, pero lo que sí es seguro es que el éxito de la ITB 2012 no está escrito en jeroglíficos… está bastante claro.
