La semilla que Michel Zaleski sembró en 1995 ha dado grandes frutos. Su iniciativa, que lleva por nombre DREAM Project, es hoy un referente en República Dominicana de cómo debe funcionar una Organización No Gubernamental (ONG).
Zaleski acostumbraba a vacacionar con su esposa en nuestro país. La idea de ayudar a mejorar el futuro de los niños de las comunidades vecinas surgió luego de visitar varias escuelas públicas de Cabarete, en Puerto Plata, que presentaban aulas superpobladas e instalaciones en mal estado, sin agua corriente ni electricidad. Entonces se dio a la tarea de enviarles computadoras y otros materiales. En 1995 consiguió que un grupo de estudiantes de la universidad estadounidense de Dartmouth (Hanover, New Hampshire) viniera durante un semestre para trabajar como voluntarios en dos escuelas.
Con la ayuda de locales y extranjeros solidarios, DREAM empezó a construir aulas, bibliotecas, laboratorios de computación y baños modernos en los centros educativos. Los turistas empezaron a traer libros y útiles escolares y contribuyeron con computadoras y fondos para operar los incipientes programas. La voz se esparció y empezaron a llegar más y más estudiantes voluntarios, muchos de los cuales se quedaban un año completo.
DREAM logró expandir su alcance con la construcción de nuevas escuelas. En 2002 el proyecto fue reconocido formalmente en los Estados Unidos como una ONG, y en 2006 lo hizo bajo las leyes dominicanas. Desde ese momento en ella labora un personal local remunerado compuesto por más de 40 dominicanos y cuatro expatriados, además de numerosos voluntarios de todo el mundo.
Según Jonathan Wunderlich, director de Desarrollo Institucional, DREAM es única por muchas razones, pero sobre todo por la calidad de sus innovadores programas. “Existen muchas fundaciones que apoyan a grupos de jóvenes pero pocas tienen en cuenta la sostenibilidad y disponen de un equipo tan calificado”, asegura.