Desde que éramos chicos y veíamos “Los Jetsons”, y ya de más mayorcitos “Star Wars”, “Blade Runner” y “The Fith Element”, todos hemos deseado tener uno…, y con los atascos de los viernes en las calles de Santo Domingo ese deseo se mantiene vivo. Nos referimos al auto (carro, en criollo) volador, que ya va abandonando los planos y ocupando carreteras y cielos, que será el tema de esta entrega, así como la empresa que ha hecho realidad esta forma de transportarse, nueva y vieja a la vez.

El concepto

Poniendo aparte todas las ideas concebidas por las influencias cinematográficas y para unas expectativas más realistas, debemos llegar a un concepto de auto volador acorde con la realidad del nivel de desarrollo de dicho vehículo.

En la entrada que hace Wikipedia sobre “flying car”, el autor se refiere al auto volador como la aeronave personal hipotética que proporciona transporte aéreo “puerta a puerta”, con todas las facilidades de un automóvil pero sin necesidad de carreteras, autopistas o áreas especialmente dedicadas para ese propósito. “Dado que no tiene dispositivos de despegue visibles, como turbinas o hélices, es posible operar con seguridad el auto volador en áreas urbanas y en la cercanía de edificios y personas”.

Aeronave rodante: Como lo testimonia su aspecto (alas plegables, hélices, etc.), es una aeronave que, aparte de volar, tiene la capacidad de hacer uso de las carreteras como un vehículo normal. De este tipo de vehículos sí existen prototipos probados y próximamente disponibles, lo que los hace habitantes del mundo real y no del campo de la hipótesis. Tradicionalmente ambos conceptos se han utilizado indistintamente para definir un vehículo que pueda volar y rodar en carreteras, y para menos complicaciones así también lo haremos nosotros. Aclarados los conceptos, veamos el hoy y el mañana de nuestro auto volador.

El hoy

Como antes mencionábamos, uno de estos vehículos se encuentra en las etapas finales de prueba y cuenta ya con importantes aprobaciones de los organismos de seguridad vial y aérea de su nación de origen y pronto se encontrará disponible para su adquisición y uso. Nos referimos al modelo de la compañía norteamericana Terrafugia, llamado, muy acertadamente, The Transition.

La propuesta del Transition es un vehículo doméstico con capacidad de rodar normalmente en calles y carreteras y capaz de volar, que pueda almacenarse en el garaje de nuestras casas, lo cual hará realidad el auto volador y resolverá el viejo problema de “la última milla”, es decir, el traslado del pasajero desde los centros de transporte (aeropuertos, estaciones de tren, autobuses, etc.) a su destino final, ya sea su hogar o lugar de trabajo.

Una aplicación típica del Transition sería salir de nuestro hogar, transitar por calles y autopistas hasta el aeródromo o aeropuerto más cercano, volar hasta nuestro destino y al final del día realizar la ruta opuesta hasta aparcar en nuestras marquesinas.

Aunque todavía, y visiblemente, más avión que automóvil el Transition cumple a cabalidad con todas las características de aeronave rodante que vimos anteriormente, al facilitar la operación en caminos como un vehículo normal, hasta con controles duales, guía (timón) para el vehículo y palanca para el vuelo, ruedas para el camino y hélice trasera para el vuelo.

Otra característica que reafirma esta doble funcionalidad es que el mismo motor (Rotax 912iS) que impulsa el vehículo por tierra lo hace por aire, como así el combustible, gasolina sin plomo, la misma que cargamos en la estación de gasolina. Donde terminan las similitudes es en las habilidades necesarias para operar dicho vehículo en el aire, pues, evidentemente, se necesita una licencia de piloto para ello. Su clasificación como aeronave es Light-Sport Aircraft (LSA) o Aeronave Ligera y Deportiva.

TERRAFUGIA 2

Características técnicas del Transition, según el sitio web oficial de Terrafugia:

  • Velocidad de crucero 160 km/h
  • Alcance 660 km, más reserva de 30 minutos
  • Carreteo de despegue 518 m
  • Carga útil 227 kg (500 lb)
  • Consumo de combustible en crucero 18,9 l/h (5 gal/h)
  • Combustible útil 87 l (23 gal)
  • Kilometraje en carretera 6,7 litros por 100 km

Por sus características técnicas vemos que es una aeronave de corto alcance y no para gorditos como yo. Aparte del piloto acomoda solamente a un pasajero, así que olvidemos por ahora los paseos familiares.

Nunca falta un pero

No obstante el avanzado estatus de las pruebas, en diciembre de 2014, Terrafugia solicitaba, por segunda vez a la Agencia Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) permisos para operar en un peso bruto mayor al de su categoría LSA, debido a que debe realizar modificaciones para cumplir con regulaciones del Estándar Federal de Seguridad para vehículos de motor para circular en tierra, lo que asegura que un tercer prototipo con los cambios debe ser construido y probado.

Esto nos da una pista de que a nuestro auto volador le queda todavía un camino que recorrer para ser todavía completamente seguro para uso civil en aire y en tierra. Con unidades valoradas en US$ 279.000 (separables con un depósito de US$ 10.000 para los que se animen), las primeras entregas se harían entre 2016 y 2017.

El mañana

El “problema” con los innovadores es que no pueden dejar de pensar en innovación, por lo que ya tenemos dos modelos de auto volador, un poco más cercanos al concepto hipotético que veíamos al principio, que ya van abandonando la etapa de sueño y entran en etapa de diseño. Brevemente mencionamos dos:

TF-X®: También hijo de Terrafugia, será un vehículo híbrido eléctrico de cuatro plazas, de despegue y aterrizaje vertical (VTOL). Sus características técnicas resaltan la simplicidad (operación tan sencilla como un automóvil, tiempo de aprendizaje para operar el
TF-X® de cinco horas y seguridad –vehículo automático en caso de emergencia, paracaídas que soporte todo el vehículo–). Si bien estas características todavía suenan muy sci-fi, es interesante ver el giro de operación con energía renovable en vez de combustible fósil. Su fabricación no se realizará antes del año 2022, como fecha más temprana.

Helikar: Más helicóptero que otra cosa, pero propuesto como un auto volador por la firma española Fuvex. Para más información acceder a su sitio web.

A esperar y observar

Aunque todavía la realidad se encuentra muy lejos del concepto de auto volador, se están dando pasos, quizás todavía lentos, para llegar al ideal propuesto. Mientras más factibles se vuelven estas maravillas mecánicas, tomarán cuerpo y pasión las discusiones sobre abrir masivamente a particulares el tránsito aéreo, según lo que nos ofrecen los fabricantes, a cualquiera, con las consecuencias de seguridad pública y militar, ambientales y hasta migratorias que se desprenden de este hecho. Mientras el debate llega (y comenzamos a ahorrar algunos dólares), seguimos atentos al desarrollo de un medio de transporte que no parece que vaya a desaparecer de las mentes y mesas de diseño por ahora.

Milton FernandezPor Milton Fernández
Ing. de Sistemas de Información
Twitter @MJFL1969