Llegó diciembre, lo que significa que despedimos el año 2017. Al pasar balance de todo lo acontecido en nuestra vida cotidiana, en las metas personales y de colectivo, encontramos momentos de hechos asombrosos colmados de alegría, otros llenos de furia y de impotencia y momentos en los que aflora el llanto cuando la tristeza habita los espacios interiores. ¡Cuántos obstáculos vencidos! A veces pensamos que es increíble llegar y entonces volvemos a darnos cuenta de que la vida es un don, el más preciado, y que debemos agradecer a Dios por todo lo vivido y a todas las personas maravillosas que se suman en este andar para seguir en movimiento como los astros del universo

Tambien quiero agradecer a Dios por la revista Bohío, que desde hace medio siglo recorre su camino para llegar a sus lectores con temas de interés para el sector y para aquellos que dejan las huellas de su trayectoria empresarial en ella, de la mano de un equipo profesional y laborioso que entrega lo mejor de sí en cada edición. Mi agradecimiento para todos los aliados que depositan en nosotros su confianza, porque significa que se sienten complacidos con el enfoque que le damos a su emprendimiento, que en muchos casos es la obra de toda una vida

Fue un año de celebraciones y esfuerzos que valieron la pena. Cada minuto del día cuenta, cada amanecer en que nos ilumina el sol –que llena el corazón de nuevas esperanzas– también cuenta. Así que festejamos con júbilo estas fechas, convencidos de que la vida continúa su curso y que escribiremos nuevas páginas sobre este hermoso y amado país, de cuya historia también somos parte. Que brote de la semilla el fruto deseado y que admiremos juntos cada instante plasmado en cada renglón escrito, en cada fotografía…

Siempre habrá motivos para celebrar, para sentir regocijo y estar felices, para compartir en familia y con los seres queridos, para dar y recibir, sin olvidar hacer un alto en el camino, agradecer a Dios por todo y crear nuevas promesas. Es momento de estrenar nuestra mejor versión de cara al 2018 y desterrar los sentimientos negativos que tantos males provocan

Deseo que las experiencias vividas nos hagan mejores personas, que cada lágrima se convierta en una sonrisa y cada tropiezo en un impulso para seguir adelante. Que nuestras decisiones sean tomadas con sabiduría desde el amor y la bondad

¡Feliz Navidad y que el Niño Dios renazca en nuestros corazones para recibir un nuevo año colmado de bendiciones!

Bendiciones sin límites…