La historia de La Aurora es la de una tradición familiar que ha permanecido por más de ciento diez años. Y eso, además de la calidad indiscutible, es lo que distingue a los cigarros La Aurora, productos de clase mundial que garantizan a los consumidores una experiencia de perfección en aroma y sabor en cada bocanada.
Significa tradición histórica. Es el génesis de los negocios de una familia que ha sabido mantener en alto el nombre de su fundador. La Aurora se originó en 1903, gracias a los esfuerzos de Eduardo León Jimenes, quien trasmitió su pasión por la tierra y el cultivo a varias generaciones León, como es el caso de Guillermo, su nieto, actual presidente de la compañía. “He estado ligado al mundo de los cigarros prácticamente mi vida entera, pues desde siempre vi la pasión y amor que mi padre y mis tíos sentían por este arte. Yo heredé y aprendí de ellos esa pasión y todo lo concerniente a este mundo, al punto que hoy día el tabaco es parte fundamental de mi vida”, reconoce en entrevista exclusiva con nuestra revista.
Su padre Fernando León Asensio fue más que una figura paterna. ¿Qué valores y filosofía de trabajo les inculcó a sus hijos?
Mi padre, al igual que mis tíos, han sido todos parte importante en la formación y el desarrollo de nuestra compañía, cada uno en áreas específicas, como por ejemplo, mi tío Eduardo, quien fue un gran negociador y visionario; tío Guillo se caracterizó por ser un excelente propulsor de los mejores programas y gestiones para beneficio de los empleados, a quienes hemos considerado el mayor activo flexible de la empresa; tío José es un administrador de alta capacidad y liderazgo, así como conocedor del mercado; y mi padre, experto en al área de producción y un gran conocedor de la hoja.
Al reunirse las cualidades de estos cuatro hombres con el soporte de sus hermanas y sus familias, en base a sacrificios, respeto mutuo, perseverancia, honradez, hacen que surjan las mejores estrategias en consenso, y aún predican con su ejemplo de trabajo arduo. Un equipo humano capaz de pensar diferente pero unido. Esto nos ha abierto el camino para el fortalecimiento de la unidad familiar, y nos ha enseñado a todos por igual la virtud humana de la laboriosidad de trabajar para servir a los demás, lo que es indispensable y esencial para la continuidad de la empresa.
¿Cuándo se involucra usted en este mundo y qué lo atrajo?
Me involucré tanto por herencia como por vocación. Podría decir que toda la vida he estado ligado al negocio del cigarro, un trabajo muy noble que es una tradición en nuestra familia. Heredé de mi padre la pasión por el tabaco, él me enseñó los secretos de este arte. Desde muy joven, durante los períodos de verano trabajé en la empresa, en los almacenes de proceso, control de calidad, en los talleres de mecánica, también como ayudante de ventas, ya que el propósito era que me formara en todas y cada una de las áreas para conocer a pleno el negocio. Luego, al venir la época universitaria, incursioné en negocios propios, lo cual significó una buena experiencia que hoy me ha sido de mucha utilidad para mi desarrollo, pero no es hasta 1987 cuando me reintegro a formar parte de nuevo en la compañía de manera continua hasta ser trasladado a la división de Manufactura de cigarros, de la cual soy presidente en la actualidad.
¿Qué historias de éxito le han marcado más? ¿Se considera un empresario de éxito?
Para mí el éxito no debe evaluarse bajo un simple criterio material, es un estado multidimensional compuesto de tangibles e intangibles. Quizás mi mayor marca de éxito ha sido el desarrollo empresarial del Grupo León Jimenes. Sus huellas y memorias se convierten en un modelo a seguir, como también hay grupos empresariales dominicanos que pueden servir de referente para delinear un camino a seguir. Desde el punto de vista personal, más que un empresario de éxito me considero una persona privilegiada por el hecho de mantener una tradición centenaria con el desafío de ser protagonista del crecimiento de nuestro negocio y de trasmitir nuestro legado y valores a mi familia, al equipo humano que me acompaña y a la sociedad en general.
¿Qué significa para usted presidir la centenaria fábrica La Aurora?
Un orgullo y una gran responsabilidad poder continuar manteniendo un legado familiar exitoso de más de 110 años, pionera en la industria tabaquera de este país. La Aurora es la madre del Grupo Empresarial León Jimenes, que con el transcurso de los años ha formado parte de la vida de todos los dominicanos.
¿Elaboran ustedes marcas privadas a clientes específicos?
Varios clientes de renombre internacional nos han elegido para fabricarles cigarros para sus marcas. Para todos ellos nuestra empresa reúne las condiciones que les puedan asegurar éxito a sus marcas. La calidad como filosofía organizacional, la tradición y el modelo ético son parámetros atrayentes para nuestros clientes.
¿Qué ventajas ofrece el Festival ProCigar para República Dominicana como destino?
El Festival ProCigar es uno de los más importantes de la región. Eventos como éste nos dan la oportunidad de promover República Dominicana, no solo desde el punto de vista del mercado de tabaco, sino también desde otras bondades y riquezas de nuestro país. Este festival atrae consumidores, público y amigos relacionados con la industria y prensa especializada de todas partes del mundo, quienes logran un contacto directo con los productores de tabaco y otros valores de nuestro pueblo. Además del factor económico, allí se promueve nuestra cultura y el potencial de República Dominicana. En este escenario también mostramos nuevos productos y se recaudan fondos mediante subastas de cigarros de edición limitada y artículos únicos que son canalizados a través de ProCigar a instituciones benéficas. Es un festival que brinda muchas posibilidades que trascienden el negocio.
¿Qué estrategias cree que debe implementar el país para incrementar su cuota de mercado internacional?
Mantener nuestra cuota de mercado sería una actitud conservadora y conformista. Nuestro reto sería incrementar nuestra cuota en los mercados internacionales no solo en el renglón tabaquero, sino en todos los sectores de producción de bienes y servicios del país. Estrategias que nos conducirían a este objetivo serían: cambio de actitud o mentalidad empresarial, calidad y productividad global, reducción de los costos de los servicios públicos como transporte y energía, desarrollo de capital humano y adecuación tecnológica, entre otros. Debemos y necesitamos con sentido de urgencia revertir nuestra balanza comercial de nuestro país para poder hablar de desarrollo.
¿Cuál es el maridaje perfecto partiendo de su experiencia y de un buen puro de La Aurora?
Sin duda una copa de nuestro nuevo ron, desarrollado por Barceló como parte de la celebración de nuestro 110 aniversario y del que solo hemos envasado 3.000 botellas para todos los mercados. Nuestro equipo ha tardado más de dos años en la selección final de la mezcla que perfectamente armoniza con nuestros cigarros; estamos sumamente satisfechos del resultado obtenido y esperamos que así lo estén nuestros consumidores.
¿Qué podemos esperar del futuro de La Aurora en el mediano y largo plazo?
El futuro representa para La Aurora un horizonte marcado de grandes expectativas, de cambios como forma de vida empresarial, de saber quiénes somos y de la visión clara de hacia dónde vamos. Continuar creciendo en los mercados internacionales y estar presentes con valores significativos en los cinco continentes. Globalizar nuestras marcas de manera que al hablar de cigarros de calidad sea inminente pensar en nosotros. Explorar nuevos negocios relacionados con nuestras competencias. Para esta construcción hemos seleccionado los materiales organizacionales: excelente equipo humano, la innovación como filosofía de trabajo, la pasión por el servicio y el apego a los más altos valores éticos.
Nuestra empresa mantiene su enfoque en dirigir los recursos corporativos hacia negocios que presenten oportunidades, a través de una filosofía corporativa definida y común que rija e inspire las acciones de cada miembro de la empresa, a sabiendas de que todos son integrantes importantes de la misma y se encuentran en constante capacitación para poder mantener el liderazgo en la industria del país mediante las estrategias necesarias para mantener la competitividad en este desafiante mundo globalizado. Ejecutamos los movimientos necesarios para adaptar la empresa a las cambiantes condiciones, tomar las medidas oportunas acorde con los cambios sociopolíticos y económicos mundiales, así como reconocer y analizar los cambios en el mercado de cigarros para ser aplicados en la empresa. Somos lo que somos por lo que hacemos.