La aerolínea norteamericana American Airlines se declaró el martes en bancarrota y entró en cesación de pagos, aunque no dejará de volar. Según voceros de la empresa, la emblemática línea aérea pidió la “protección por bancarrota” con el objetivo de “reorganizar” sus operaciones.
El comunicado del grupo AMR, del que American Airlines es filial, señala que AA garantiza que seguirá prestando sus servicios, por lo que los pasajeros no se verán afectados con la medida. Las acciones de la compañía cayeron esta mañana un 59 por ciento en el mercado. En los primeros nueve meses de 2011 llegó a perder 884 millones de dólares.
AA responsabiliza la decisión tomada a los elevados costos de los carburantes y la dura competencia. Además, American Airlines tiene un conflicto con sus trabajadores por los salarios. El nuevo director, Gerard Arpey –en sustitución de Thomas Horton–, aseguró que “es un negocio difícil”.
Recientemente la empresa realizó un contrato gigante para adquirir nuevos aviones Airbus y Boeing.