Un acuario bien diseñado y de grandes proporciones puede convertirse en el centro de entretenimiento más emblemático de un destino, tanto para visitantes locales como extranjeros. A menor escala también podemos encontrar esta atracción en hoteles, restaurantes, plazas comerciales, centros de turismo de salud, entre otros establecimientos relacionados con la industria sin chimenea.
De todos es sabido que los acuarios y las peceras aportan paz y tranquilidad a quien los observa. A esa atmósfera de relajación se suma el aspecto decorativo, muy valorado por visitantes y clientes, ya que la exhibición de peces y plantas de ese micromundo acuático le proporciona más vida y estilo a un recinto.
Para el diseño y montaje de acuarios es preciso ser especialista en acuariofilia y dominar conocimientos básicos sobre distintas materias. Antes de comenzar, es fundamental tener presente que un acuario o una pecera va a ser el hábitat de peces y plantas, seres vivos que requieren de un compromiso para su mantenimiento.
Los cursos de especialización incluyen nociones de piscicultura; anatomía y fisiología de los peces; nutrición y tratamiento de las enfermedades más frecuentes en los acuarios; química del agua y equipos usados en acuarios de agua dulce y marina; especies y clasificaciones más comunes de peces, plantas e invertebrados; oxigenación, iluminación, sistema de filtrado y calefacción; paisajismo acuático y diseño, entre otros aspectos hasta llegar a la parte práctica con el montaje y mantenimiento.
A la hora de armar el acuario o la pecera, es esencial que las especies seleccionadas sean compatibles no solo con los parámetros del tanque, sino también entre sí, para evitar que unas se conviertan en alimento de otras. Además, es preciso tener en cuenta que existen diferentes niveles donde habitan los peces, por eso nos encontramos con peces de fondo, de superficie y de media altura.
Al ser un elemento clave en la decoración, los acuarios realzan los ambientes y aportan belleza y estética. Son considerados cuadros vivos y una alternativa de zooterapia, de ahí que su uso en la industria turística se extienda cada vez más. Está comprobado que la incorporación de un acuario al diseño de interiores de una oficina o centro laboral eleva la moral de los empleados y los hace más productivos y creativos.
En las recepciones de hoteles los acuarios trasmiten tranquilidad y hacen que los huéspedes se sientan impresionados, más relajados y valoren la posibilidad de repetir la visita, mientras que en las salas de espera de los consultorios médicos ayudan a reducir la presión arterial y calmar la ansiedad.